Expertos coinciden en que se violaron todos los procedimientos de seguridad aérea en la tragedia del Chapecoense

 

 

El accidente del avión de Lamia ocurrido en las cercanías de Medellín, donde murieron 71 personas, entre ellos casi todos los integrantes del equipo de fútbol de Chapecoense de Brasil, fue a consecuencia de la «flagrante violación de los procedimientos aeronáuticos» tanto por parte del comandante de la aeronave como de los organismos de seguridad de Bolivia, aseguraron diversos especialistas.

Los expertos participaron de un seminario relacionado con el control del estrés en el ámbito aeronáutico, organizado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que se realizó en la sede de Ezeiza.

El presidente de la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo de Argentina (ACTA), Eduardo Keledjian, sostuvo que la tragedia pudo «aún ser mayor si el avión AVRO de Lamia colisionaba con algunos de los dos aviones que estaban por debajo de su nivel en el transcurso de la espera».

«El avión de Lamia volaba en un tercer nivel de espera a 21.000 pies y debajo suyo había otras dos aeronaves, una a 19.000 y otra a 17.000 pies. Cuando el comandante de la nave se queda sin combustible se tira hacia abajo tratando de planear para llegar a la pista y pasa entre los dos aviones que estaba por debajo de su nivel a ciegas. Podría haber chocado con cualquiera de los dos y hoy estábamos hablando de una tragedia aún más grande», explicó Keledjian a Télam.

Durante el seminario se exhibió una copia del Plan de Vuelo del avión de Lamia, que despegó desde el aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde está claramente señalado el tiempo de vuelo y la autonomía de combustible para ese trayecto.

El casillero con el tiempo de vuelo marca 4 horas con 22 minutos, mientras que la autonomía de combustible prevista consignaba el mismo valor: 4 horas con 22 minutos.

«Es imposible que un Plan de Vuelo así pueda ser aprobado», dijo a Télam Norma Marquez, jefa de Seguridad Operacional de la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea Sociedad del Estado).

«Pasó por cuatro controles: el comandante de la nave, el primer oficial, el despachante del vuelo y el control de vuelo. No puede ser que ninguno haya advertido semejante error. No sólo no tenía combustible para un eventual aeropuerto de alternativa, sino que mucho menos para volar durante 45 minutos más, según lo establecen las normas de seguridad internacionales», detalló Márquez.

Aclaró que «si bien es necesario esperar los resultados del trabajo de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, todo lo que conocemos hasta el momento apunta a una negligencia criminal por parte de los pilotos y de las autoridades de control».

No obstante apuntó que «ojalá que esto sirva, al menos, para intensificar los controles aéreos para evitar que se repitan accidentes de esta naturaleza».

Por su parte el ingeniero aeronáutico Cristian Cuba representante de Mindful Systems en Argentina, un sistema de control del estrés que habrá de implementarse en los ciclos lectivos del CIPE a partir del 2017, indicó que «tres de cuatro accidentes aéreos se deben al componente humano imperfecto», y refirió a que «el factor humano es el más vulnerable a las influencias del entorno».

A su vez el delegado de ATE de los controladores de vuelo de Ezeiza, Marcelo Beleli, señaló que «somos muy respetuosos del proceso de investigación que se está llevando adelante, pero advertimos que el Plan de Vuelo es un elemento clave y fundamental en materia de tránsito aéreo y más importante aún es su chequeo, control, aceptación y direccionamiento, con un estado que garantice el transporte aéreo seguro y eficaz».

«Con estos argumentos irrefutables, es totalmente peligroso plantear el auto chequeo de las compañías aéreas o la automatización del plan de vuelo sin el control por parte de funcionarios del estado, profesionales formados y capacitados en la materia», remarcó.

Fuentes aeroportuarias manifestaron a Télam que lo sucedido en Bolivia «nunca podría pasar en Argentina, en Uruguay, en Brasil, Chile o Colombia, por ejemplo. No podría pasar en ningún lado. No hay autoridad aeronáutica que pueda permitir la salida de un vuelo con el Plan de Vuelo que tenía el avión de LAMIA».

«En nuestro país se está trabajando fuerte para fortalecer los controles y reducir al mínimo las posibilidades de error humano y en ese sentido se están obteniendo resultados satisfactorios, que esperamos sean mucho mejores en el corto plazo», afirmaron.

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