¡Argentina ganó la Copa Davis y toca el cielo con las manos!

En una de las mayores reacciones de la historia del tenis, la Argentina ganó la Copa Davis por primera vez al imponerse en el match final a Croacia por 3 a 2.

En un estadio Arena Zagreb desbordado, tanto por croatas como por miles de argentinos que no pararon de saltar y cantar. Federico Delbonis cerró el match tras ganarle a Ivo Karlovic en sets corridos por 6-3, 6-4 y 6-3.

Antes, Juan Martín del Potro le había ganado en un partido que se recordará toda la vida a Marin Cilic, el cuco, el rival a vencer, que lo tenía contra las cuerdas, al borde del nocaut.

Cuando ya parecía que una nueva frustración se hacía carne para el deporte argentino, Del Potro hizo de tripas corazón y sacó el partido adelante para imponerse por 6-7, 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3. Heroico.

De esta forma, en la quinta final que juega, la Argentina pudo quedarse con el anhelado trofeo, algo así como el «Mundial de Tenis», que le había sido esquivo en 1981, 2006, 2008 y 2011 y cuya obtención se había convertido en una verdadera quimera.

El deporte argentino toca nuevamente el cielo con las manos. Es, quizás, el logro más importante desde la medalla de Oro del básquet en las Olimpíadas de Atenas 2004, aquel de Manu, Scola y la Generación Dorada.

Además, le da un anorme valor agregado la forma en la que se ganó, ya que la Argentina arrancó este domingo con un 2-1 abajo y con la sensación de que se le había escapado buena parte de sus chances con la caída en el dobles del sábado.

Juan Martin del Potro salió a la cancha a enfrentar a un Marin Cilic que es, quizás, el tercer mejor jugador del circuito este año detrás de Djokovic y Murray. Una vez más, este Delpo que estaba más para el retiro, ratificó que este año quedará como el mejor de su vida deportiva, superando incluso el 2009 cuando ganó el US Open.

Cilic dominó el partido y se quedó con los dos primeros parciales. Pero Delpo no se entregaba, daba pelea, aunque nunca logró dominar el trámite del partido. Sin embargo, la Torre de Tandil sacó fuerzas y carácter y se quedó con el tercero por 7-5. Sin dominar nunca con claridad, pero poniendo todo y sobre todo, con una enorme lucidez en los momentos clave, terminó llevándose el partido por 6-7, 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3.

Luego salió a la cancha Delbonis. Ahora parece que la tenìa fácil, pero el deporte argentino y sobre todo el tenis, está plagado de historias donde tenía todo para ganar y se terminó quedando en la puerta de la gloria, cargado de frustración.

Delbo hizo todo bien, fue punto a punto, no se dejó llevar por lo que bajaba de las tribunas del Arena Zagreb. Ni Diego Maradona quería desbordarse. Bonadeo y Jaite se hacían los distraídos en la TV, comentaban el partido como si fuera una primera ronda de un ATP 500. La procesión iba por dentro. Nadie quería pasarse, ni decir una palabra demás, nadie quería decir lo que todos pensaban. Fueron muchos años de frustraciones.

Hasta que al final la última bola de Karlovic se fue larga y el largo grito contenido desde la época de Vilas y Clerc en 1981 se hizo realidad, la Argentina es campeón de la Copa Davis.

Quedará también para el recuerdo la forma en que se ganó. Porque Argentina es campeón de la Davis sin una Generación Dorada como la que brilló hasta hace apenas unos años. Esta vez no sobró nada de talento, pero lo que sí hubo de sobra fue solidaridad y sentido de equipo.

Como nunca antes, sin individualismos, sin internas, sin vedettismos. Como los Mosqueteros, todos para uno y uno para todos. Eso si, con un Del Potro enorme, figura, pero solidario y tan responsable como cada uno de los integrantes del equipo.

Con un capitán Daniel Orsanic que se mostró como una revelación y fue crucial con su mesura y apoyo permanente, con ese «puñito» apretado de aliento tras cada bola buena.

Fue histórico, el título, la primera Davis, pero también la forma en que se ganó. ¡Vamos Argentina!

MB

EP

 

 

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