Más apertura del Papa: el perdón al aborto ya no tiene límites

Los curas sólo podían absolver con el aval de su obispo o en “períodos de gracia”. Ahora tienen la facultad hacerlo por su cuenta. Alcanza a mujeres y médicos.

En una carta apostólica que provocará renovadas polémicas con los sectores ultraconservadores de la Iglesia, el Papa dispuso que “de ahora en adelante” todos los sacerdotes tendrán en forma indefinida la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto.

La absolución hasta ahora estaba dentro de las facultades de los obispos y en una conferencia de prensa en el Vaticano, monseñor Rino Fisichella, organizador del Año Santo jubilar de la Misericordia, dijo que el cambio anunciado por el Papa obligará a modificar el derecho canónico.

Fisichella anunció también que más de 21 millones de peregrinos habían venido a Roma para el año santo de la misericordia y que en todo el mundo entre 900 y 950 millones de católicos participaron de las ceremonias del Jubileo.

Jorge Bergoglio no fue el primer Papa que autorizó a los sacerdotes durante un año santo a absolver a los fieles que cometieron el “pecado grave” del aborto (la mujer, pero también los médicos y paramédicos que participaron de la intervención), que la Iglesia castiga automáticamente con la excomunión.

Los obispos podían delegar la facultad en algunos o todos los sacerdotes de su diócesis y muchos lo hacen. En los llamados “periodos de gracia”, para los fieles es posible obtener el perdón de pecados graves como el aborto de parte de sus sacerdotes confesores.

Por ejemplo, el obispo de Turín ha dispuesto más de una vez que durante el período de ostención de la Síndone, el santo sudario en el que fue envuelto Jesucristo tras la deposición de la cruz, todos los confesores pueden absolver a los fieles penitentes excomulgados.

En la carta apostólica “Misericordia et Misera”, que el Papa firmó ayer y la Santa Sede difundió hoy como el documento final del año de la Misericordia, Francisco escribió: “Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.

“Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario. Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”, agrega el Papa argentino.

“Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destrur, allí donde se encuentra un corazón arrepentido que pidce reconciliarse con el Padre”.

En una entrevista ayer a un canal de televisión católico, Jorge Bergoglio calificó el aborto como “horrendo crimen”.

A los sacerdotes, el Papa pide en la carta apostólica que cada uno de ellos “sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial”.

Hasta ahora el obispo era el moderador de la disciplina penitencial, como explica el teólogo italiano Luigi Lorenzetti. Pero también existían sacerdotes que por ser penitenciarios, o capellanes en hospitales, o en las cárceles o en las naves, tenían la facultad por tiempo indeterminado o por un cierto período de conceder la absolución de los fieles excomulgados por estar involucrados en un aborto.

En la carta apostolica el Papa dispuso además celebrar en la iglesia la Jornada Mundial de los Pobres, que se realizará en noviembre. Esta “constituirá también una genuina forma de nueva evangelización, con la que se renueva el rostro de la iglesia en su acción perenne de conversión pastoral, para ser testimonio de la evangelización”.

Además de la nueva norma sobre el pecado de aborto, el obispo de Roma destacó “el carácter social de la misericordia” y criticó que en el mundo “todavía hay poblaciones enteras que sufren el hambre y la sed”.

“Despiertan una gran preocupación las imágenes de niños que no tienen nada para comer”, agregó el Papa.

“Grandes masas de personas siguen emigrando de un país a otro en busca de alimento, trabajo, casa y paz. La enfermedad, en sus múltiples formas, es una causa permanente de sufrimientos que reclama socorro, ayuda y consuelo”.

Además de la nueva norma sobre el pecado de aborto, el obispo de Roma destacó “el carácter social de la misericordia” y criticó que en el mundo “todavía hay poblaciones enteras que sufren el hambre y la sed”.

“Despiertan una gran preocupación las imágenes de niños que no tienen nada para comer”, agregó el Papa.

“Grandes masas de personas siguen emigrando de un país a otro en busca de alimento, trabajo, casa y paz. La enfermedad, en sus múltiples formas, es una causa permanente de sufrimientos que reclama socorro, ayuda y consuelo”.

 

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