Docente advierte sobre el «juego de la asfixia» tras el caso de su hijo

Un chico de 11 años quedó internado luego de que varios adolescentes le apretaran el pecho hasta lograr que se desmayara. Se golpeó la cabeza. Su mamá, en alerta.

«Por favor, difundan, para que los padres expliquen a sus hijos el peligro que es esto. Mi hijo está internado porque le practicaron ese juego que vieron o sacaron de internet. Se desvaneció, se golpeó la cabeza, le dieron puntos, está con suero y estudios». La frase que apareció en Facebook le corresponde a Liliana Pérez, una docente que casi de manera desesperada trata de llamar la atención del resto de los padres para que les inculquen a los hijos, niños o adolescentes, los graves problemas que acarrea practicar el famoso «juego de la asfixia» o «choking game» en inglés.

 

Liliana no sacó el caso de internet o de un video que recibió en el celular, sino que lo vivió en carne propia, con su hijo de 11 años, y ni siquiera tuvo que moverse de la casa porque todo ocurrió el sábado pasado, frente a la puerta de la vivienda.

«Yo no sabía nada de esto, ni que existía algo así, tampoco me interesa darle promoción entre los chicos, sino que es necesario que los padres sepan y tomen precauciones porque realmente es muy peligroso», contó la madre en diálogo con Diario UNO.

 

El «juego» se basa en provocar desmayos a partir del estrangulamiento o aplicando una fuerte presión en el pecho. El desvanecimiento de la persona se debe a la falta de oxigenación del cerebro por la disminución violenta de la irrigación sanguínea, lo que puede derivar en severos daños neurológicos permanentes, como un ACV, y también, la muerte.

 

La terrible y temible práctica no es patrimonio exclusivo de Argentina. No hay certezas de cuándo apareció, pero hace dos décadas se propagó por Estados Unidos y Canadá, y con el correr de los años se extendió a países de habla hispana, entre ellos, México, Chile y Uruguay.

 

No obstante, no todos están al tanto. Este era el caso de Liliana, que recién la semana pasada se encontró con la existencia del juego.

 

Lo que parecía una charla inocente entre jovencitos de entre 11 y 14 años, terminó en un gran susto. «De repente, entró y estaba ensangrentado, tenía la cabeza lastimada en la parte de atrás, le temblaban las piernas y empezó con que no veía y no escuchaba. Entonces salimos disparando a la guardia y lo atendieron muy bien, le hicieron estudios de todo tipo, lo internaron el sábado y nos dijeron que había que consultar a un neurólogo. Hasta ese momento no sabíamos qué había pasado, los chicos solo nos habían dicho que se desmayó, nada más», relató Liliana.

 

Mientras en el hospital exploraban todas las hipótesis para establecer un diagnóstico, Liliana recibió un mensaje de una mamá avisándole lo que podría haber ocurrido. A partir de ahí comenzó a indagar y llegó hasta el fondo. «En la puerta de la casa, uno lo agarró por atrás y otros le apretaron el pecho. Se le pusieron los ojos blancos, cayó duro al piso y se golpeó con la cabeza», dijo la mujer.

 

Al juego lo sacaron de internet, mientras charlaban en la vereda de su casa. Uno de los chicos tenía un celular y no tuvieron mejor idea que buscar uno de los tantos videos que hay en la web sobre el juego de la asfixia e inmediatamente decidieron practicarlo. «Los padres tienen que estar muy atentos, uno siempre cree que no te va a tocar, pero nunca se sabe lo que puede pasar», afirmó.

 

Convulsiones, ceguera y hasta el fallecimiento

El desvanecimiento es el menor de los males. Convulsiones, dificultad de concentración, ceguera, pérdida del habla o de la audición, de la capacidad motriz en brazos y piernas, son parte de los problemas que puede ocasionar el «juego de la asfixia».

 

Tampoco hay que olvidar que la persona puede caer en coma, sufrir pérdida de memoria a corto plazo, el daño irreparable que significa la destrucción de neuronas por la falta de oxigenación cerebral y la posibilidad de un paro cardíaco. El efecto más catastrófico es la muerte.

 

«Hay efectos momentáneos si el cuerpo vuelve a oxigenarse normalmente con rapidez, pero si se extiende, los daños neurológicos pueden ser permanentes. Se comporta como un ACV, disminuye la irrigación sanguínea en el cerebro y según el área que afecte es la consecuencia que acarrea», sostuvo el neurólogo Daniel De Monte.

 

«En nuestro país no hay estadísticas sobre los afectados por el juego de la asfixia, pero en países que tienen este problema hace años, entre ellos Estados Unidos, hay datos desde 1995, y el 90% de los que lo practican son varones de edades que van de los 6 a los 20 años», contó el especialista.

 

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