«Guido tenía un balazo mortal, y el médico me dijo que mi hijo estaba borracho y drogado», dijo Jorge Kachuk

Jorge Kachuk llegó tempranito al Palacio de Justicia, por la avenida Santa Catalina de Posadas. Estuvo en el pasillo que conduce al salón de usos múltiples, donde recibió la solidaridad de amigos y parientes que fueron a acompañarlo. Estaba allí porque este jueves empezó el juicio oral y público por el asesinato de su hijo Guido, de 17 años, hecho que ocurrió el 22 de febrero de 2011.
Aquel día el adolescente fue abordado por dos delincuentes que le querían robar el teléfono. «Cuando mi hijo quiso correr le pegaron un tiro por la espalda, él no pudo llegar a casa», le dijo el hombre a Radio Libertad, en un relato que se quebró varias veces porque el dolor atragantado le hacía cuesta arriba el viaje a ese día tan nefasto.
Jorge lo llevó al hospital Madariaga y recién más de una hora después, se dieron cuenta de que el jovencito tenía una bala en el cuerpo, que le estaba haciendo estragos y se llevaba su vida de a poco. Guido murió en la mesa de operaciones a las 3.


Jorge Kachuk. Radio Libertad

«Él ese día estaba muy contento, porque había aprobado todas las materias», recordó. Dijo que la noche del 21 de febrero, el chico se bañó y alistó para ir a visitar a su novia. Pero Ricardo «Chuchi» Ríos y Maximiliano Acevedo se cruzaron con él en la parada de Lavalle y Chacabuco, a menos de una cuadra de su casa. Lo abordaron para robarle el celular.
Después de recibir el balazo por parte de Ríos, Guido intentó correr. Cayó antes de llegar a su casa, fue encontrado por tres chicos y el sereno, quienes avisaron a Jorge.  «Yo en ese momento lo levanté y lo llevé al hospital, no sabía que le habían disparado», contó.
Aquí entra en escena el entonces médico de guardia del Madariaga, Manuel Ignacio Ibarra, también enjuiciado ante la sospecha de haber atendido de manera negligente al herido. Al respecto Jorge recordó: «lo llevamos, lo entraron y nos sacaron afuera, pasa una media hora y sale el doctor y me dice que Guido estaba alcoholizado y drogado. Yo traté de hacerle entender que Guido salió de estar con nosotros y se iba a la casa de su novia, cuando le pasó esto».
«Los doctores descubrieron horas después que Guido tenía un disparo y recién entró a cirugía y fue cuando el tuvo el paro y murió», relató.  Manifestó además que durante esas tres horas no sabe si hicieron algo para ayudarlo. «Hubo un momento en que Guido gritaba papá, mamá, me duele y no me dejaban entrar», recordó.
Jorge dijo que después de que sepultara a su hijo, el doctor llamó a su casa para pedir disculpas  por no haberle escuchado.
Sobre los acusados, dijo que una chica escuchó a los jóvenes contar en una reunión lo que hicieron y ella llamó a la familia para contar, es una de las testigos del caso.
Este viernes, Jorge volverá al Palacio de Justicia, donde el Tribunal Penal Uno, compuesto por los jueces Eduardo D’Orsaneo, Ángel Dejesús Cardozo y Martín Errecaborde, juzgan a Ríos, Acevedo e Ibarra. Será otro día difícil. Deberá narrar ante los magistrados todo lo que sucedió ese terrible 22 de febrero.

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