Ros: “No hay que tenerle temor al entrecruzamiento social”

El presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, Santiago Ros salió al cruce de las críticas de un grupo de vecinos que quiere impedir que se construyan barrios para familias de bajos recursos frente a sus propios barrios construidos por el Estado.

Ros participó de una reunión informativa con un grupo “ampliado”  del barrio Terrazas. Explicó a los vecinos que se está reorientando sus políticas para brindar contención a un sector de la sociedad que hasta ahora no había sido asistido en el mismo nivel que quienes recibieron las viviendas tradicionales del Iprodha.

“Expresamos la reorientación que le estamos dando a todo nuestro plan habitacional para resolver el problema de familias de menores recursos. Hay un 30 por ciento por debajo de la población que vive debajo de la línea de pobreza y la mitad tiene Necesidades Básicas Insatisfechas, a las que no atendíamos debidamente, salvo con el plan Techo. El 80 por ciento vive en terrenos que no son propios. Por eso tantas presiones y tanta intrusión y asentamientos informales, producto de la falta de tierras urbanas”, enumeró.

 

El problema principal del déficit habitacional es el acceso a la tierra urbana con servicios. Y lo que está accesible es imposible de pagar por el 99 por ciento de la población porque tiene precios que son inaccesibles. Por eso reorientamos la política. Lo estamos comenzando a hacer y después de muchos años, este criterio es aceptado y promovido por la Nación. A este sector lo tenemos que atender rápido y con un volumen grande de soluciones, porque son 105 mil familias. Pero por su  situación económica, no le podemos dar respuesta como al resto de la sociedad, porque  no hay presupuesto que alcance. Por eso serán terrenos más chicos. Las viviendas tradicionales tienen un terreno de 300 m2, mientras que acá van a ser 190, 180 m2 para que la gente pueda pagar, porque los va a pagar”, explicó Ros en declaraciones a Radio República.

Sobre el encuentro con los vecinos, Ros relató que se encontró con dos  posiciones bastante diferentes: un grupo que entiende los argumentos y otro mantiene una posición muy dura.

Detrás de planteos urbanísticos, se nota temor a cambio de estilo de vida, a la gente humilde. Pero hay un 30 por ciento de la población que está en esa condición y todos convivimos con familias humildes a nuestro alrededor”, sostuvo.

Ros reconoció que solo en Posadas, hay 55 asentamientos informales, donde viven unas once mil familias. Pero dijo que “hay miles de familias más que viven en situación de informalidad, en terrenos prestados, con el guiño del propietario y están fuera del circuito formal de la economía”.

“No hay que tenerle temor al entrecruzamiento social, porque eso es progreso de quienes están abajo y se necesita la comprensión de quienes están arriba. Lo peor que podemos hacer es ocultarla, debemos enfrentarlo”, sentenció.

 

Ros adelantó que no se trata únicamente de la entrega de terrenos, sino que el Iprodha  se encargará de la construcción de las viviendas, aunque serán más baratas. “En muchos casos, no solo vamos a ir con el terreno, sino con la vivienda. Nadie se tiene que preocupar por el aspecto estético. Esa preocupación por lo urbano deberían tenerla los propios vecinos, porque el lote 64 está  intrusado por construcciones irregulares para guardar vehículos. Entonces… ¿está bien si lo hace uno, pero está mal si lo hace otro?”, cuestionó.

 

El funcionario aseguró que no se trata de fomentar la informalidad, sino que por el contrario, los  vecinos deberán pagar por terreno y vivienda, mientras que quienes hoy están en la vereda de enfrente, sólo han  pagado por viviendas subsidiadas.

Asimismo, reiteró que ningún barrio avanzará sin la autorización de las autoridades municipales y cumpliendo todas las normas vigentes. “No cambia tampoco el sistema de inscripción. Lo único que cambia es la inversión. Por cada casa tradicional, daremos diez soluciones habitacionales a familias de escasos recursos”.

Con respecto a  las críticas, indicó que nadie puede imponer que se hagan barrios como el Terrazas que valen en promedio 1,8 millones, para las 115 mil familias que necesitan viviendas, porque “no hay presupuesto en el mundo que soporte”.

“Si mantenemos el status quo, la Provincia va a ser inviable en el corto plazo”, advirtió.

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