Schiavoni: «Existe un serio deterioro de las turbinas de Yacyretá y lo más urgente es repararlas»

El titular del Ente Binacional Yacyretá (EBY) Humberto Schiavoni, encabezó la semana pasada una presentación donde repasó los objetivos de su gestión al frente del organismo y definió como principal prioridad la «rehabilitación del parque generador» de la central hidroeléctrica, que es la principal productora de energía eléctrica de la Argentina.

Se trata de la reparación de las 20 turbinas que componen la represa de Yacyretá y que producen el 15 por ciento de la electricidad que se consume en la Argentina.

En este momento una de esas 20 turbinas paradas para realizar esas reparaciones y MisionesOnline -junto a otros medios-, pudo recorrer el jueves pasado una de esas gigantescas instalaciones, construidas más de 50 metros por debajo del lecho del río Paraná. A fin de año ya estarán reparadas 10 de esas 20 y a comienzos del 2019 o quizás un poco antes, quedará el parque totalmente remozado.

Las tareas, que comenzaron en la anterior gestión, insumirán una inversión total de 200 millones de dólares de los cuales 120 millones ya fueron ejecutados.

Schiavoni señaló que «existe un serio deterioro de las turbinas» de Yacyretá y explicó que el motivo fue el funcionamiento durante varios años de la represa a cota más baja (76 metros sobre el nivel del mar) que aquella para la cual fueron diseñadas las 20 turbinas que componen el parque generador. Yacyretá empezó a producir en 1998 a cota 76 y recién en 2011 (el 25 de noviembre se cumplen 5 años) empezó a funcionar a cota 86, su máxima capacidad.

«Desde junio de 2010 y a cota definitiva del embalse, las turbinas empezaron a evidenciar un problema durante su operación, principalmente en sus partes fijas, las chapas de acero que recubren el hormigón por donde entra el agua a la turbina», explicó Schiavoni.

Se trata de las paredes que forman enormes tubos adentro de las cuales rotan las hélices de las turbinas, de un diámetro de 9 metros cada una.

«Todas las unidades sufrieron efectos por cavitación y varios fisuras en el acero que en algunos casos se tradujeron en desprendimientos, esto porque durante cerca de 15 año se se trabajó a un salto de agua inferior para el que estaba diseñado, y eso produjo el efecto de cavitación. Una vibración que produce una serie de punsiones sobre los componentes fijos y móviles de las turbinas», explicó Schiavoni, en la presentación que realizó en la remozada hostería de Yacyretá, y flanqueado por el ingeniero Luis Capezio, jefe de mantenimiento y un histórico profesional que trabajó en Piedra del Aguila, Salto Grande y Uruguaí.

En todo momento Schiavoni dejó bien en claro que el deterioro no está vinculado a posibles malas tareas de mantenimiento o monitoreo, sino más bien dejó en claro el buen trabajo del equipo profesional. Varios de los ingenieros más importantes de Yacyretá recorrieron las instalaciones con un grupo de periodistas y explicaron las tareas que se encaran para esas reparaciones.

La EBY contrató a la empresa Voith, uno de los tres fabricantes de las 20 turbinas de Yacyretá (las otras dos empresas son General Electric y la mendocina Impsa, de Pescarmona) para realizar los trabajos de ingeniería, proveer partes y repuestos y realizar los trabajos de reparaciones.

80 millones de dólares para 2 nuevas turbinas

El otro trabajo que se está encarando para dejar en óptimo funcionamiento a Yacyretá es la compra de dos turbinas nuevas, que sirvan como una suerte de «rueda de auxilio» de las que deben ser reparadas en sus partes móviles.

Schiavoni explicó que la EBY llamó a concurso a las tres empresas que fabricaron las turbinas para que presenten ofertas para construir esos dos generadores. «Una turbina no se compra en una ferretería, lleva dos años construirla», ilustró el funcionario.

«Las turbinas tienen una parte fija y una parte móvil, lo que da vuelta, el sistema Kaplan, que permite regular los alabes para aprovechar los caudales del río, a partir de mayo del 2014 se empezaron a romper los sistemas Kaplan, la solución fue fijar las hélices, eso es trabajar en modo hélice, pero esto reduce la potencia original de las máquinas», señaló Schiavoni, bajo la atenta mirada de los ingenieros.

La EBY va a invertir 80 millones de dólares para dos o tres turbinas que se entregarán dos años después que comiencen los trabajos, que se preve estén adjudicados para el 2017.

La idea es poner dos de esas turbinas nuevas y con las restante, permitir una suerte de «auxilio» para ir sacando y reparando las más dañadas.

 

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