Colectivo Social Tejiendo Géneros: «No debemos permitir que se hable más de crimen pasional, hablemos de femicidio»

En el edificio Juan «Negro» Figueredo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, se realizó el Encuentro Identidad, Mujer, Comunidad, bajo el disparador «Vulnerabilidad de derechos en un Estado neoliberal», organizado por el colectivo social «Tejiendo Géneros», acompañado por la Facultad de Humanidades de la UNaM, la Municipalidad y el Concejo Deliberante de Posadas y la Cámara de Diputados de Misiones.
Con la presencia de las integrantes del colectivo Tejiendo Géneros, Carmen Fernández (Teura Roja), Stela Romano, Graciela Cartta, Norma Fernández, Angélica Sánchez y Claudia Ruiz Díaz, además una gran cantidad de público, entre los que estaban alumnos de la Escuela Normal 10, se iniciaron las disertaciones distribuidas en cinco paneles con las temáticas “Derecho a la salud”, por la obstetra Ana Rojas Miguez, quien se refirió a la intimidad en el desarrollo biológico de la mujer, mientras que la médica homeópata, Patricia Guitelman habló sobre la salud en el proceso educativo.
Las exposiciones continuaron con «Derecho a la equidad entre varones y mujeres”, a cargo de Lucía Sabini Fraga, de Mala Junta, del Movimiento Popular Patria Grande: Las organizaciones sociales y su incidencia en la construcción de ciudadanía; Alicia Stumpfs de la Organización de Mujeres Kuña Roga, de Encarnación Paraguay: Aportes realizados en defensa de los derechos de las mujeres, y la edil de Posadas, Natalia Giménez (FR), impulsora de la Comisión de Género en el Concejo Deliberante: Políticas públicas con perspectivas de género para Posadas. Apuntes para una agenda legislativa.
Construyendo derechos
La jornada continuó con gran cantidad de público, entre los que estaban alumnos de la Escuela Normal 10-, con el panel Derecho a la niñez y a la vejez, con la especialista en gerontología, Marina Pelinski, de la dirección General del Adulto Mayor de la Municipalidad de Posadas: El envejecimiento activo y saludable, por la directora de Niñez de la Municipalidad de Posadas, Fabiana Bazante: Construyendo juntos a los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, a cargo del abogado y profesor universitario, Mariano Antón: Cuando se vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes; después expuso el historiador Pablo Camogli, acerca de El derecho al trabajo. El rol de la mujer rural en Misiones.
Y cerró el encuentro la comunicadora social, Lucía García Itzigsohn , especialista en género y Derechos Humanos, e integrante del Proyecto Colectivo Multimedia «La García» -dirigido por la periodista Cynthia García- quien habló sobre «Los derechos de las mujeres en el marco mediático del neoliberalismo».
En representación de la diputada del Parlasur, Julia Argentina Perié, estuvo la abogada y militante social, Adriana Giménez.
Existe una política dirigida a silenciar voces 
Lucía García Itzigsohn hizo hincapié en que los medios de comunicación en el neoliberalismo no son una herramienta que se manejen espontáneamente. «Hay una política direccionada a que ciertas voces no estén presentes, hubo muchos despidos de comunicadores en esta era macrista, que defendían el proyecto nacional y además la pluralidad.
Por eso se suspendió la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y en ese marco quedan muy pocas voces que hablan de la diversidad, de cuestiones ligadas al género, a los derechos de las mujeres con una perspectiva crítica, porque el «Ni Una Menos» se puso de moda, estamos todas y todos en contra de la violencia de las mujeres porque es correcto políticamente; pero de ahí a analizar el fenómeno de la violencia hacia las mujeres en profundidad, con la implicancia cultural, social, económica y política que tiene, hay una brecha», aseveró.
La pedagogía de la crueldad
Recordó que la antropóloga argentina, Rita Segato habla en relación a los medios de comunicación, de la pedagogía de la crueldad, como algunas maneras de contar las cosas, hacen que «nosotras como público naturalicemos ciertas cuestiones. Entonces, resulta que la violencia pasa a ser un hecho policial y no de crueldad maltrato, desigualdad, de injusticia. Uno de los ejemplos es como se relató el caso de Lucia Pérez, la adolescente violada, drogada y asesinada en Mar del Plata, que desencadenó el paro de mujeres el 19 de octubre».
En la mayoría de los medios «hubo detalles morbosos acerca de cómo sucedió el hecho, que no aportaban a la reflexión sobre qué nos pasa con la violencia hacia las mujeres. No nos interpelaba, con distintas responsabilidades; pero como parte de una cultura que de algún modo habilita que esto suceda. Como si no tuviéramos nada que ver porque los que hacen eso son locos y asesinos; e incluso cuestionando a la chica cuando la sociedad se preguntaba, cómo se fue con un hombre al que no conocía. No es mi hija, ni mi hermana ni yo. Es ella que no midió los riesgos. Sin que la sociedad tenga en cuenta que vivimos en un país donde cada 28 horas muere una mujer asesinada solo por el hecho de ser mujer».
El Estado no maneja estadísticas propias sobre femicidios
Por otro lado, García Itzigsohn reflexionó acerca de que si el problema de la violencia contra la mujer es social, el Estado ya tendría que haber generado una manera de medirla con una estadística propia. «Por ahora solo contamos con la que hace la ONG la Casa del Encuentro, basándose en la información que publican en los diarios de todo el país; pero eso no significa que ésos sean todos los femicidios que suceden».
Si les preocupara a todos los dirigentes políticos, «no estaríamos manejándonos con un índice que realiza una ONG con algunos recursos que tiene a mano, y que dicho sea de paso, la ex directora de esta ONG, es la presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, Fabiana Tuñez, a la que el gobierno de Cambiemos que la nombró, acaba de hacer un recorte de cuatro millones de pesos menos en el Presupuesto para el 2017 que se aprobó en el Congreso, con lo cual el plan de prevención de violencia difícilmente pueda llevarse a cabo integralmente, con todo lo que eso significa», indicó García.

El logro de una construcción histórica
La comunicadora puso en valor que la movilización que generó la marcha del Ni Una Menos y el Paro de Mujeres, proviene del Encuentro Nacional con más de 70 mil mujeres en Rosario que desde hace 31 años (el primero  sólo reunió a 300 en Capital Federal) crea una construcción histórica que permitió que estos temas impregnen en la agenda mediática.
Definió que en el marco del neoliberalismo y con estos medios que acotan tanto la realidad y la representación, «hay una buena noticia y es que el movimiento de mujeres comienza a producir una mirada política ante ciertos problemas.
Como dice la filósofa española, Celia Amorós: «conceptualizar es politizar», y por eso no debemos permitir que se hable más de crimen pasional. Hablemos de femicidio, generemos un concepto que permita  explicar que cada uno de esos crímenes pasionales, aparentemente aislados y producto de un desborde de amor incontrolable, en realidad son crímenes que tienen que ver con un sistema de desigualdad entre hombres y mujeres, donde siempre las que se mueren en esos «amores» son mujeres!», remarcó.
«Es femicidio, basta de hablar de crimen pasional»
Calificó como un gran logro que el movimiento de mujeres haya logrado desterrar lentamente, la idea de crimen pasional e instalar la de femicidio; «pero no es un cambio de palabras sino de concepto, es un crecimiento político del movimiento, y que engloba denunciar todo un sistema que va de la violencia simbólica o mediática, psicológica, económica y que están tipificadas en la Ley de Protección Integral a las Mujeres».
Agregó que «la violencia física es una de esa cadenas y el femicidio la más extrema de las violencias; pero no está suelta ni descolgada, sino atada con las otras. Es más, como comunicadora considero que, no sólo en los femicidios, sino en todas la violencias sociales el primer eslabón siempre es simbólico. Para poder aniquilar al otro, primero lo tengo que desterrar en su condición de igual, tengo que pensar que no es como yo, no es una persona, por eso la discrimino, la excluyo, no me afecta si sufre o le pasa algo, y finalmente justificar que la mate».
Esto se originó mucho antes. «Si pensamos en los genocidios, en la dictadura, hubo primero una construcción mediática que instaló la figura del subversivo, ese extremista, comunista que venía a traer ideas foráneas, anticristiano, que estaba en contra de todos los valores validados socialmente, y después si desparecía por algo será, algo habrá hecho. Cuesta pensar que éste sea el mecanismo que sucede con las mujeres; pero es así y va legitimando la desigualdad», reiteró.

Paraguay: Construir un camino en busca de nuestros derechos
Alicia Stumpfs, una de las integrantes de la Organización Kuña Róga, con sede en Encarnación, Paraguay, trabaja desde 1998, junto a Máxima Ortega y Cipriana Bogarín, señaló que «la vulnerabilidad de derechos se acentúan cuando hablamos de un Estado ausente. Es muy contundente como la historia muestra a las mujeres que desde las políticas públicas y los diferentes ámbitos formales y no formales sufrieron la ausencia del Estado a partir de una mirada masculina del ejercicio del poder, de las instituciones y de la sociedad en su conjunto».

Stumpf aseveró que no hay cuerpo más controlado que el cuerpo de las mujeres por la legislación de los países, por el Estado, la sociedad y la Iglesia.
«Estamos convencidas que en la historia de la humanidad, solo los avances y las conquistas ocurren en la medida de la capacidad organizadora y movilizadora de las mujeres para construir un camino en la búsqueda de nuestros derechos», indicó.
Comenzaron trabajando por la ciudadanía activa de las mujeres por sus derechos, sobre todos relacionado con la violencia que les preocupa desde el principio: el derecho a una vida digna sin violencia; pero «avanzamos a otros aspectos como el derecho a la participación, los derechos sexuales y reproductivos y la despenalización del aborto, entre otros temas»

«Transitamos el territorio de la comunicación»
Para la feminista paraguaya, otro eje de acción importante de Kuña Roga, es el trabajo de la comunicación, con el desarrollo de radios comunitarias, generando informes de prensa escrita, monitoreos y un observatorio de género a nivel nacional.

«Kuña Róga se asume como un espacio feminista y de participación política. Estamos a la espera de tratamiento y aprobación de una Ley de Paridad Democrática, que logramos instalar con debate y movilización, una de las características que tiene nuestro trabajo es tomar los espacios públicos.
Entendemos que la comunicación debe ser un instrumento para posicionar y permitir a la sociedad una reflexión sobre la desigualdad de las relaciones de poder, es lo único que permitirá cambiar y transformar ese entramado comunicacional y mediático que tanta influencia e incidencia tiene dentro de la opinión pública», expresó.
Celebró que la organización haya logrado una articulación entre el Municipio, el Departamento, y la universidad pública en Paraguay.
«Eso nos abrió la puerta para concretar un tema muy discutido que es conformar una mesa interinstitucional con los organismos que tengan incidencia en la aplicación de la Ley Contra la Violencia hacia la Mujer, por eso consideramos necesario el trabajo en conjunto. Nuestra agenda debe trascender más allá de la situación específica de los temas de género, y uno de ellos es del derecho a la ciudad con calidad que nos permita vivir dignamente», destacó Alicia Stumpfs.
Un modelo de desarrollo que incluya a la mujer
La militante manifestó que la historia en Paraguay demuestra que a pesar de las tensiones y de los desacuerdos que «tengamos, cuando conseguimos algo dentro del movimiento de mujeres, como la Ley de Violencia Doméstica, la Ley de Paridad Democrática por la que estamos peleando ahora, es porque la sociedad civil, el Estado y otros actores vamos juntos, cuando nos unimos tenemos más fuerza, a pesar de la resistencia que nos generan esos niveles de articulación. En Paraguay hoy estamos ante la lucha de la Paridad Democrática, las mujeres buscamos avanzar en una Ley que nos permita efectivamente sentirnos representadas, ser partícipes para que dejen ponernos en el último lugar de las listas que nos impide llegar a lugares de poder que los hombres consideran suyos».
Ese es el gran desafío que tienen: Que la Ley se apruebe y con el tema de la paridad, de la alternancia vertical y horizontal pueda llegar a todas las instancias del Estado y de otras organizaciones con poder de decisión.
En ese sentido, expresó Alicia Stumpfs, «la discusión no pasa solo por defender los derechos de la mujer en un Estado neoliberal, sino que buscamos construir un debate, una propuesta de un modelo de desarrollo que realmente nos incluya e incorpore la educación, la salud,  un modelo económico y ahí tenemos que estar las mujeres, pero no sólo para empujar, sino con el poder de decidir y eso solo es posible con lucha», manifestó la joven paraguaya.

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