Presión en todos los frentes

En medio de la sequía que marchita los incipientes brotes verdes, cualquier gota de agua es refrescante. La economía no sale de una profunda recesión y las vicisitudes de Misiones están lejos de ser prioritarias para el gobierno de Mauricio Macri. Por eso, cada avance, cada paso, se convierte en uno enorme.

Pese a la crisis, Misiones es una de las pocas provincias que mantiene sus cuentas en orden, sin endeudarse y hasta con pequeños “lujos” que otras provincias no pueden darse, como el bono de fin de año para los estatales.

La pelea de fondo se mantiene firme, sin estridencias. La asignación de recursos es prioridad para el Gobierno provincial y las discusiones se dan en todos los frentes posibles. El presupuesto, créditos, medidas especiales que beneficien a sectores golpeados de la economía, todo sirve para proteger el concepto “misionerista”.

El gobernador Hugo Passalacqua consiguió recursos frescos para terminar obras clave que se quedaron sin financiación por el ajuste de la Nación. Sin recurrir a los mercados de capitales, obtuvo un crédito de 395 millones de pesos del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional, en un plazo de financiamiento de 96 meses, que serán utilizados para obras de urbanización, extensión de las conexiones a la red de agua potable y redes cloacales en Posadas, San Vicente y otras. Se terminará el Hospital Materno Neonatal de Posadas y el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo.

Esos recursos servirán para paliar en parte la falta de dinero derivada del rumbo económico. No sólo se trata de fondos específicos que dejaron de venir, sino de la misma coparticipación, que mes a mes consolida una disminución cada vez menos disimulable. En octubre llegaron a Misiones 1.458 millones, 20 por ciento más con respecto a igual mes de 2015. El acumulado de los diez primeros meses es de 13.922 millones, con un incremento de tan solo el 26 por ciento.
Estas cifras de la coparticipación que se desaceleraron en el mes de octubre, reflejan un incremento claramente inferior a la inflación interanual en más de diez puntos.

A pesar del tres por ciento recuperado de los descuentos que realizaba la Anses, no se pudo suplir la caída significativa de las transferencias. En octubre se percibieron 77 millones menos de las estimaciones, en tanto que, para los primeros diez meses del año la Provincia perdió 545 millones.

El presupuesto nacional era la otra gran pelea. Y por el resultado, puede celebrarse como una victoria arrancada en el último tramo después de una fuerte presión de los diputados nacionales, encabezada por el bloque misionerista, a la que sumaron Daniel Di Stefano y Cristina Britez y los de la alianza Cambiemos, Luis Pastori y Alex Ziegler. La puja no era menor. El proyecto original firmado por Mauricio Macri tenía un recorte en los recursos destinados a obras públicas de 43 por ciento en relación con el presupuesto vigente. Solo se pretendía girar 863 millones de pesos, apenas un poco más de la mitad de lo proyectado para este año.

Finalmente, después de mucho batallar, hubo aumentos sustanciales, que, de todos modos, no dejan de ser menores en comparación con otras provincias de la región que reciben un mejor trato de la Nación. Pero se determinó que en los próximos cuatro años Misiones recibirá al menos quince mil millones de pesos para obras e infraestructura, de los cuáles cinco mil deberían llegar el año que viene. Y hay mejoras en algunos rubros, como la ley de Bosques, que duplicó su presupuesto y el Fondo Especial del Tabaco que tendría una distribución directa del 80 por ciento de lo recaudado.

El radical Luis Pastori logró incorporar 1.500 millones para la reactivación del ramal Urquiza del tren que une a Posadas con Buenos Aires, en un primer desembolso de unos diez mil millones estimados. Se incorporaron fondos para la culminación del asfaltado de algunas rutas, la autovía entre Santa Ana y San Ignacio, un “Metrobús” para Posadas y las obras de remodelación de los aeropuertos de la capital e Iguazú, que además tendrá un nuevo cruce de frontera y un pasafaunas en el acceso al área Cataratas.

También se acordó el financiamiento de la caja previsional que Misiones conservó junto a otras seis provincias, el refinanciamiento de la deuda y el reparto de unos cinco mil millones extra del Fondo de la Soja para financiar obras de infraestructura en todo el país.

Macri se vio obligado a hacer esas concesiones después del revés que había sufrido en el Congreso donde en la semana anterior se rechazaron varias iniciativas del Ejecutivo. No hubo generosidad, sino necesidad.

Los diputados nacionales por Misiones iban a votar la ley, necesaria como herramienta de gobernabilidad, pero aprovecharon el momento para introducir enormes cambios. Solo resta esperar que la letra se cumpla.

En pleno debate del Presupuesto, los diputados del bloque misionerista Maurice Closs y Jorge Franco hicieron notar que está en peligro el pago del adicional compensador docente. La Nación quiere pagar por agente y no por cargo, como hasta ahora. La ley aprobada deja librada esa posibilidad a la decisión del Presidente. Hay confianza en que se conserve ese financiamiento, pero la duda persiste.

Pastori, uno de los más firmes defensores del proyecto de Macri, se mostró “satisfecho” por lo conseguido para Misiones y destacó que se trata de un “presupuesto realista” que incorpora indicadores de pobreza y las necesidades de las provincias.

“Con alta inflación y con una economía que no crece, se genera el caldo de cultivo para el crecimiento de la pobreza”, se sinceró Pastori. No se refería, claro, a los efectos de las políticas de Macri, sino a la “herencia” negada del kirchnerismo.

El radical recordó que el año pasado Venezuela fue el país con mayor inflación en el mundo con el 273,7 por ciento, segundo Ucrania con el 43,3%, y tercero Argentina con el 26,9%, por encima de Sudán del Sur, Zambia, Myammar, Eritrea y Sierra Leona. “Quiere decir que la inflación es un grave problema, no reconocerla como no se la reconocía hasta el año pasado es un error, se necesita una política para reducir la inflación y esto es lo que nos propone el gobierno”, cuya meta de inflación es del 17% para 2017, argumentó el legislador.

Omitió, eso sí, que la gestión de Macri llevó la inflación este año a más del 40 por ciento -42, o 43 por ciento según algunas consultoras privadas- y  que la pobreza alcanzó a 1,5 millones de personas más desde que asumió.

Este año Argentina ascenderá al segundo puesto en el ranking de inflación. Primero sigue Venezuela, según la firma Credit Suisse.

Octubre además volvió a marcar una fuerte suba de precios, superior al dos por ciento en promedio según distintos estudios privados y sindicales. Los datos oficiales se conocerán esta semana, pero se anticipa que la inflación será el doble de la registrada en septiembre.

A la inflación debe sumarse la pobreza que se disparó y los despidos que volvieron a crecer en octubre, cuando se registraron 63 por ciento más que en el mismo mes del año pasado. La construcción es la más afectada por la crisis y en Misiones se registran 31 por ciento menos de trabajadores que el año pasado.

Además del escenario recesivo, Misiones sufre por las asimetrías que se acentuaron por la devaluación y los sucesivos tarifazos aplicados por Macri.

El Gobierno enfrenta el conflicto con todas las herramientas a disposición y una enorme dosis de paciencia. Passalacqua mantiene permanentes gestiones con la primera línea de la Nación.

En paralelo, los funcionarios provinciales sostienen gestiones con los ministros, como en el encuentro que se realizó este viernes en Iguazú entre el jefe de Gabinete, Adolfo Pischik y el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán, junto al presidente de la Confederación Económica de Misiones, Gerardo Díaz Beltran y el de la  Cámara de Comercio de Posadas, Fernando Vely, con el secretario de Integración Productiva del ministerio de Producción, Andrés Boeninger.

El encuentro fue “positivo” según la lectura empresaria, ya que el funcionario nacional no se negó a los reclamos locales. De hecho, pidió que la Provincia y los propios empresarios armen “escenarios” sobre eventuales impactos de medidas como el ITC diferenciado para los combustibles, rebaja del IVA para algunos sectores y una disminución de las cargas patronales.

Un documento de la secretaría de Hacienda plantea que con reducir al 50 por ciento el ITC en toda la provincia, se alcanzaría un precio de 15,78 pesos de nafta, en un valor intermedio, más cercano en términos comparativos a Brasil y Paraguay.
Si el Gobierno Nacional redujera el ITC en Misiones para compensar las asimetrías adversas en un 50 por ciento, implicaría un costo fiscal mensual aproximado de 38 millones –a valores actuales- que se
compensaría con un mayor volumen de ventas en la provincia (por precios equivalentes con los de Paraguay y Brasil) que implicarían una mejora en la recaudación del ITC de 19 millones, como así también en el IVA por 13,4 millones, Ingresos Brutos por 2,5 millones y demás tributos por 0,6 millones aproximadamente. Por ende, la reducción en la recaudación neta sería de 2,6 millones. Nada en comparación con otras rebajas impositivas que ha concedido la Nación, como a los productores de soja.

La delegación empresaria insistió en que Macri debe reglamentar con premura el artículo 10 de la ley Pymes que le
dará facultades para tomar medidas especiales para las provincias castigadas en zonas de frontera –Misiones no es la única que padece las asimetrías-.

Como contrapropuesta, Boeninger tiró sobre la mesa que la Provincia también podría reducir impuestos locales. Pero una rebaja en Ingresos Brutos no tendría un impacto tan relevante en la situación de emergencia que padecen los empresarios.
Una rebaja del IVA para sectores puntuales o una rebaja de aportes patronales, sí. Los Ingresos Brutos se cobran por ventas realizadas y lo que no están pudiendo hacer los comerciantes es, justamente, vender.
En cambio, con una reducción de Ingresos Brutos, el daño para la Provincia sería doble, porque dejaría de recaudar y tendría menos recursos para derramar a través de salarios o inversiones en obra pública que alimentan el empleo y por extensión, el consumo. Esa postura fue compartida por los empresarios misioneros. Ingresos Brutos es la piedra basal de la política económica que mantiene la Renovación y su recaudación es clave para la redistribución. Gracias a eso Misiones se diferencia ventajosamente sobre el resto de las provincias del país, sin endeudamiento, anunciando el pago del bono a estatales dos meses antes y garantizando aguinaldo y otros compromisos. También adelanta con fondos propios recursos para los tabacaleros que son adeudados por la Nación.

La provincia casi se cae del mapa pero es ejemplo de administración y de gestión en comparación con otras, como Buenos Aires, que no puede pagar sueldos ni el bono y que tiene graves problemas para cubrir sus compromisos.

La Provincia prefiere sostener medidas que incentiven el consumo, como el #AhoraMisiones, que se extendería unos meses, ya que con eso, hubo una reacción en las ventas. De hecho, en octubre el #AhoraMisiones reportó más ventas que el #Ahora12 nacional.

A la presión provincial por conseguir medidas que mitiguen el impacto de las asimetrías, se sumó un respaldo con mucho peso. Medio centenar de intendentes, encabezados por el alcalde de Posadas, Joaquín Losada, dieron una muestra de unidad al elevar un documento  al presidente Mauricio Macri en el que le reclaman la reglamentación urgente del artículo 10 de la ley Pymes, que faculta al Poder Ejecutivo a tomar medidas especiales para las zonas de frontera, especialmente en el ámbito de política fiscal.

La idea es que Misiones sea considerada como Tierra del Fuego, donde los beneficios fiscales comprenden a los gravámenes nacionales y consisten en una amplia exención o reducción de su pago por las actividades que se realicen dentro de ese territorio. Allí, por ejemplo, no se pagan impuestos a la importación ni a la exportación, IVA, Impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, entre otros.

Misiones también está lejos de los grandes centros de consumo, con altos costos de logística y sufre la presión de la competencia de Paraguay y Brasil.

El sector comercial coincide con esta postura –ya hubo documentos con el planteo de que Misiones se convierta en una zona franca-, aunque será difícil convencer a Macri para lograr esos beneficios, ya que la Nación pretende desmantelar los beneficios fiscales de Tierra del Fuego para favorecer la “libre competencia” y achicar los costos fiscales de la Nación. Sin embargo, ninguna batalla se gana antes de empezar. La unión de los intendentes es un dato político que refuerza la posición del Gobierno provincial. También pone en alerta a los voceros “oficiosos” del PRO que quieren negociar en forma individual con los alcaldes para conseguir favores pensando en las legislativas de 2017.

Los intendentes advierten que ya no alcanzan las “buenas intenciones” y que se necesitan acciones concretas. El año que viene también se ponen en juego sus propias gestiones.

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