Volvió de Buenos Aires a su pueblo para morir carbonizado al chocar una rastra cañera

El Crysler Neón se estrelló contra un costado del camión, que estaba entrando a la ruta

Las rastras cañeras siguen cobrándose víctimas en las rutas del interior tucumano. Un joven murió carbonizado el miércoles a la noche al quedar atrapado en su auto, que se incendió tras embestir el costado de una rastra cañera. El percance se produjo alrededor de las 23.40 en la ruta 307, a la altura del paraje La Ciénaga, cinco kilómetros al oeste de Acheral. En ese mismo lugar hace 10 días se produjo un accidente similar que dejó el saldo de una mujer herida, según informó la Policía.

En el último siniestro la providencia no estuvo del lado del automovilista. La víctima fatal fue identificada luego de varias horas como Ignacio Gaspar Herrera (de 28 años), de la localidad de Santa Lucía. El joven circulaba en su auto Crysler Neón en dirección al oeste en el momento en que, desde un camino del lado norte de la carretera, salió un camión con un volquete cargado con caña. El transporte lo manejaba Luis Rivero, de León Rougés.

La rastra todavía no se había incorporado del todo en la carretera, y avanzaba de costado y lento hacia el lado este, cuando Herrera la embistió a alta velocidad. “Está claro que la oscuridad y la falta de una banda refractaria notable en el costado del volquete, fueron algunos de los factores que provocaron esta tragedia. En esas condiciones el transporte era poco visible”, observó Luis Alderete, un circunstancial automovilista que se encontró con el percance a poco de producirse.

“El muchacho al parecer no tuvo tiempo de nada y se estrelló contra la rastra a la velocidad que venía. No hay indicio de frenadas”, añadió. La embestida fue tremenda y provocó un estruendo que se escuchó hasta cerca de Acheral. Enseguida el auto comenzó a incendiarse sin que nadie pudiera hacer nada para sofocar las llamas.

Herrera, que habría perecido casi en el acto, quedó atrapado en su butaca. Los bomberos voluntarios de Monteros llegaron media hora después. Hasta entonces el fuego ya había devorado totalmente al vehículo y su ocupante. La víctima pudo ser reconocida por el dominio del vehículo.

Era el único elemento al que pudieron apelar los peritos para identificar a la víctima Su madre había recibido noticia del accidente y al no retornar el joven a casa se apersonó ante la comisaría de Acheral acreditando documentaciones del vehículo. Entonces se confirmó que se trataba del Crysler color bordó de Ignacio. No había otra posibilidad que el único ocupante sea su propietario, pese a que se tienen que realizar otras pericias.

Ignacio, según vecinos de Santa Lucía, durante varios años vivió en Buenos Aires y de ahí regresó hace un mes a la casa de su madre luego de separarse de su esposa. La muerte lo sorprendió cuando regresaba hacia Santa Lucía desde Monteros.

Sector peligroso

La zona de La Ciénaga es muy peligrosa en esta época de zafra durante la noche por la falta de iluminación y la existencia de caminos laterales que llevan a fincas cañeras. Desde ahí emergen con frecuencia los transportes cañeros que trasladan la materia prima a los ingenios Ñuñorco y Santa Rosa. La Policía, en tanto, confirmó que hace un poco más de una semana otro automóvil embistió también a una rastra cañera que salía de un camino lateral.

“En este accidente el auto chocó contra la parte del costado del transporte y se fue hacia la banquina. Iba una pareja que tuvo mucho suerte porque solo la mujer acusó heridas, que no fueron graves”, comentó un uniformado que prefirió no identificarse.

En la tragedia de éste miércoles intervino la fiscalía de Instrucción de la II° Nominación del Centro Judicial de Monteros, a cargo del fiscal Jorge Carrasco. Desde su fiscalía se resolvió que el chofer del camión no sea aprehendido.

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