Sigue el misterio: el venezolano hallado muerto en el Paraná no murió acribillado, sino ahogado

La autopsia que se le practicó al ciudadano venezolano que apareció muerto en el río Paraná, frente a la costa de Eldorado, determinó que el hombre murió ahogado y no acribillado, como se había pensado en un principio.
Los forenses que le practicaron la necropsia a Vicente Giardina Danto establecieron que el motivo del deceso por “asfixia por inmersión” y que los orificios que presentaba el cuerpo no se condicen con impactos de bala.
Ahora serán las autoridades policiales de Foz de Iguazú las que deberán determinar cómo terminó el hombre en el río. En esa ciudad brasileña se radicó la denuncia por su desaparición. La principal hipótesis es que se suicidó.
Danto estudiaba cine en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (Unila) de Foz. Un compañero suyo, Camilo Ortiz, contó a la prensa que su amigo dejó un video y una carta y luego desapareció. Indicó que en ambos el venezolano no se despedía, sino que reflexionaba sobre la vida.
El hallazgo se produjo el 27 de octubre alrededor de las 18, cuando una patrulla de la Prefectura Naval Argentina dio con el cadáver en el río, a la altura de la zona conocida como Paticuá, en el kilómetro 1810.
Alrededor de las 20 de ese día, la PNA llevó el cuerpo hasta puerto de Pinares, donde expertos de la Policía de Misiones lo examinaron. Se trataba de una persona de sexo masculino, de tez trigueña, 1,70 metro altura, calvo, con brakets en la dentadura y los siguientes tatuajes: una figura trival en el hombro derecho, un diamante en el cuello lado izquierdo, un rostro tipo caricatura del Guasón en la pierna izquierda y un Ave Fénix en la pantorrilla derecha.
El fallecido vestía solo ropa interior tipo bóxer verde oscuro, marca «Black Jack», y una media soquete.
Tras el examen médico policial, el doctor Eduardo Bulman diagnosticó: “Cuerpo NN, sexo masculino, presenta 5 orificios circulares, uno en axila izquierda y otra en derecha, en brazo izquierdo y muslo izquierdo y otro en el hipocondrio derecho”. Además estableció el tiempo de muerte en 7 a 8 días.
Al día siguiente se supo que el cuerpo era de Giardina Danto, desaparecido en Foz el 24 de octubre. Ahora la autopsia echó por tierra las teorías que se tejieron en torno al hallazgo.

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