Tiene 26 años y todos lo llaman “Coy” en el barrio Santa Rosa de Lima. Es dueño de un prontuario delictivo, que lo llevó a estar preso en varias ocasiones. También es violento con su propia familia. Su pareja, de 23 años, lo sufrió en carne propia. En una nueva golpiza, ocurrida hace unos 20 días, también terminó agrediendo físicamente a su hijastro, de 3 años, hijo de la relación sentimental anterior de la mujer, a quien habría dejado secuelas físicas en uno de los brazos.
La joven, además, tiene un hijo de poco más de un año que es el primogénito del sospechoso, aunque no sufre los embates agresivos del individuo, quien con violencia mantiene callados a su pareja y a los familiares. Las amenazas generan terror, especialmente por los antecedentes del sospechoso, quien “es capaz de hacer cualquier cosa, incluso asesinar”.
Justamente, el sábado pasado, estuvo por concretar lo que, al parecer, está en su mente. La joven regresaba con sus dos hijos de un bautismo cuando fueron interceptados por el violento sujeto en inmediaciones del canal San Martín. Le recriminó a la mujer dónde había estado y directamente tomó del brazo a su hijastro de tres años y lo arrojó al cauce del curso artificial de agua. La providencial intervención de una adolescente evitó que el niño se ahogara y lo rescató. Nadie denunció.
Sin embargo, una familiar de la mujer se animó a terminar con el “calvario” de la joven y sus pequeños hijos. Se trasladó hasta la Comisaría Décima y decidió contar la violencia desenfrenada de “Coy”. Los uniformados se trasladaron hasta la casa, pero no encontraron a nadie.
El hecho fue informado a la jueza Rosa Falco, quien ordenó que la Comisaría Primera del Menor y la Mujer realice una profunda investigación.
