La candidata demócrata y favorita en la mayoría de las encuestas encontró a su más fuerte aliado en otra mujer y encabezaron juntas por primera vez un acto.
En los mails, este enriquecimiento es bautizado como «Bill Clinton Inc.», una frase que rápidamente fue apropiada por el candidato presidencial republicano, Donald Trump.
«Si los Clinton están dispuestos a jugar de esta manera con su trabajo cuando no estaban en la Casa Blanca, imagínense lo que harán en la Oficina Oval», sentenció el magnate, en referencia a la oficina presidencial, durante un acto en la ciudad de Springfield, Ohio.
Trump continúa recorriendo sólo, sin la compañía de líderes republicanos importantes, los estados claves que aún podrían inclinarse a su favor, según las encuestas.
Pese a los aplausos y el aliento que siempre rodea a Trump en cada uno de sus actos, las encuestas siguen ubicándolo segundo y cada vez más lejos de su rival demócrata.
Sólo este jueves seis nuevos sondeos nacionales fueron publicados por algunos de los principales medios y encuestadoras de Estados Unidos, según la página especializada Real Clear Politics.
Todas las encuestas otorgan una ventaja a Clinton, pero difieren sobre cuán irremontable sería la caída de Trump. La diferencia a favor de la demócrata va desde 14 puntos porcentuales hasta un empate técnico, según el sondeo.
«En este país todo es posible. Cuando voten en noviembre, acuérdense de eso», dijo una sonriente y firme Michelle Obama durante un acto en la ciudad de Winston-Salem, en el estado clave de Carolina del Norte.
La primera dama recordó su ascenso y el de su esposo, Barack Obama; pero puso todo el acento en la historia personal de la candidata presidencial oficialista, a quien definió como su «amiga».
«Este es un país en el que la hija de una huérfana puede romper el techo de cristal más alto y difícil, llegar a la Casa Blanca y convertirse en la primera mujer presidente en Estados Unidos», aseguró, emocionada, la primera dama.
La imagen de unidad y fuerza femenina se vio opacada por la difusión, más temprano, de nuevos emails privados de miembros de la campaña de Clinton. Esta vez las víctimas fueron Bill Clinton y la fundación que él y Hillary crearon tras su presidencia.
Los mails filtrados por la organización Wikileaks muestran cómo un asesor de Bill Clinton presionó a donantes de su fundación familiar a pagar más de 50 millones de dólares al ex presidente de Estados Unidos en contratos lucrativos.
El documento no hace referencias directas a Hillary Clinton, pero las actividades a las que se refiere tuvieron lugar mientras ella era secretaria de Estado.
Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus.
«Los Clinton usaron su fundación para crear un negocio lucrativo masivo», denunció este jueves en un comunicado, en el que también advirtió que, si la candidata demócrata llega al poder, continuará con esa «cultura rampante» de tratos dudosos, según la agencia de noticias EFE.
No es la primera vez que Wikileaks difunde correos electrónicos privados del Partido Demócrata y del equipo de campaña de Clinton.
Las filtraciones comenzaron a mitad de año y, según prometió el fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, continuarán hasta las elecciones, aunque la Casa Blanca y toda la cúpula demócrata acusaron a la organización de ser instrumentales a los servicios de inteligencia rusos, los verdaderos responsables de este espionaje, según el gobierno de Estados Unidos.
Esta denuncia contra Moscú se suma a las constantes de advertencias de funcionarios y analistas cercanos al gobierno estadounidense sobre una posible interferencia y hasta una manipulación de las elecciones por parte del Kremlin, a favor del candidato presidencial republicano.
Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin, un abierto detractor de Obama, se rió este jueves de estas acusaciones.
«El número de problemas míticos e inventados incluye la histeria -no puedo pensar en otra palabra para describirlo- que se desató en Estados Unidos sobre la influencia de Rusia en las actuales elecciones para presidente», sostuvo Putin durante una reunión con especialistas políticos en la ciudad de Sochi.
«¿Alguien cree seriamente que Rusia puede influir de alguna manera la elección del pueblo estadounidense? ¿Estados Unidos es una especie de república bananera? Estados Unidos es una gran potencia. Por favor corríjanme si me equivoco», agregó el mandatario, provocando la risa de sus interlocutores.