El Honoris Causa al ex presidente del Incucai será entregado esta tarde

Debido a un inconveniente en el vuelo del doctor Carlos Soratti, la ceremonia de entrega del diploma de Doctor Honoris Causa se efectuará a las 17, en el lugar previsto: en la sala de sesiones del Consejo Superior, en el Campus Universitario en Villa Lanús.  El director del Cucaimis, Richard Malán destacó la trayectoria profesional del ex presidente del Incucai.El reconocimiento se basa en  la trayectoria del doctor Carlos Alberto Soratti como especialista en transplantología en el país. Se ha destacado a lo largo de su carrera profesional por ser  impulsor de políticas públicas sanitarias vinculadas a  trasplantes de órganos, tejidos y sangre.Soratti es un  reconocido facultativo que se desempeñó hasta el año pasado como presidente del INCUCAI -Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación y Transplante- en dos períodos.

La ceremonia de entrega del diploma se llevará a cabo hoy lunes 17 de octubre a las 17, en la Sala de Sesiones del Conejo Superior -Campus Universitario-.

La propuesta elevada al Consejo Superior de la Universidad fue aprobada en la 5° sesión ordinaria y lleva el número de resolución 063/16.

Richard Malán destacó la trayectoria de Soratti

“Carlos Soratti me ha marcado en lo profesional. Lo vemos como esa persona que tiene esa capacidad de simplificar los problemas, un profesional que hace a la gestión una forma de trabajo y de solucionar o mejorar la calidad de vida de las personas”, así definió el médico Richard Malán, al próximo Honoris Causa de la Universidad Nacional de Misiones.

Malán estudió medicina en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y desde el 2006, se radicó en Misiones, donde fue asignado como el director del Banco de Sangre y el Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de Misiones (CUCAIMIS), organismo dependiente del Ministerio de Salud Pública de Misiones. “Desde muy chico quise ser médico. Todavía sigo con la misma pasión desde que empecé, me pagan por hacer lo que me gusta. Para mí no es un trabajo, por eso lo disfruto. Hoy mis tiempos son mucho de gestión y poquito de asistencia, pero pienso que la gestión es como atender muchos pacientes a la vez, pensando cómo hacer para que los procesos mejoren día a día”, describió.

En estos últimos años, el CUCAIMIS logró fortalecerse a partir de un equipo y el apoyo provincial. Durante el proceso, Malán asistió a múltiples capacitaciones y pudo interaccionar con personalidades diversas que lo han hecho crecer en lo profesional, entre ellos, el doctor Soratti, quien se desempeñó como presidente del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación y Trasplante) y recibirá el diploma de Honoris Causa el lunes 17 de octubre a las 11, en la Sala de Sesiones del Conejo Superior (Campus Universitario).

«Soratti es un gran referente para mí»

“Es un gran referente para mí porque fue la persona con quien compartí desde el 2010 hasta enero de este año, la conducción en mi caso del CUCAIMIS y la de él en el INCUCAI. Y me tocó tener el placer de compartir cosas con él, y me gusta describirlo como alguien que puede hacer que las cosas más difíciles parezcan fáciles; por su capacidad por interpretar los problemas de salud pública y toda la problemática de donación y trasplante. Sus ideas las defendía con mucho énfasis, y a mí y al grupo, nos permitió crecer mucho. Nos hizo ver cómo la gestión puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas”, expresó Malan sobre el homenajeado.

En ese marco, el director del CUCAIMIS brindó una entrevista publicada en la página de la UNaM, en la que describió la realidad de la donación de órganos y tejidos en la provincia, y el trabajo que realizan desde el organismo.
¿Cuál es la importancia de la donación de órganos y tejidos?
La donación de órganos y tejidos es de vital importancia porque permite a muchas personas que están al borde de la muerte poder salvar sus vidas y a otros mejorar su calidad de vida, y es algo que va a aumentar la demanda. Nuestra esperanza de vida crece permanentemente y con ello, se expresan con los años, enfermedades que antes no se veían porque la gente vivía menos tiempo, pero por otro lado, también por la forma en que estamos viviendo en la última parte del siglo pasado y este siglo en el cual las enfermedades crónicas, como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la dislipemia, el síndrome metabólico, todas estas condiciones crónicas hacen que haya cada vez más pacientes con daños en sus órganos, ya sea de corazón y los riñones.

La gran lista de espera mundial es el riñón. Y el riñón es un órgano blanco de estas condiciones crónicas que tiene mucho que ver con el estilo de vida en estos últimos cincuenta años en el mundo. Y el trasplante viene a intentar paliar ese daño en alguno de esos pacientes, porque no es para todos los pacientes porque no alcanzan los órganos para trasplantar a todos los pacientes.

Pero el intento es crecer, por ahora nos ganan la batalla las enfermedades crónicas, y sabemos que tenemos que trabajar más en la prevención, cambiar hábitos de vida. Tratar bien a los hipertensos, los diabéticos, bajar el colesterol, evitar que la gente siga fumando o deje de fumar.
¿Cómo impacta la donación en la calidad de vida?
La donación tiene un efecto inmediato en muchas personas, por ejemplo, quien está en diálisis, dejar de estar en diálisis, dejar de estar tres veces por semana durante cuatro horas conectado a una máquina, y ese día, inclusive, no sentirse bien, porque muchos pacientes hacen diálisis y están después cansados por estar conectados. Entonces son tres días de sus vidas perdidos por semana, calculemos que son 150 días al año perdidos. Por otra parte, tiene una carga psicológica tremenda saber que su destino es la máquina y que están presos de la máquina muchos de ellos. Entonces no ven horizontes esas personas, porque algunos de ellos, pueden seguir trabajando y estudiando, pero hay algunos que forman un círculo de depresión que significa una enfermedad crónica de este tipo.

Y el trasplante viene a solucionar eso, no es que el trasplante cura totalmente, porque después la persona trasplantada tiene que seguir en controles médicos, tomar medicación y ser muy ordenado. Pero es otra cosa, no es lo mismo estar 150 días al año conectado a una máquina a poder salir a caminar, salir al cine, estar con los nietos, los hijos y la mayoría puede ir a trabajar. Entonces el impacto en la calidad de vida es tremendo.

Por otra parte, el trasplante para el sistema de salud es más económico que dializar. Le cuesta menos al sistema de salud, a todos nosotros, hacer un trasplante y los controles posteriores. Entonces lo que significa la inversión en salud para estos pacientes es mucho más alta la de la diálisis individualmente, que la del trasplante. Entonces hay beneficios para la salud pública en términos económicos.

Lo otro es que los pacientes trasplantados viven más años que los pacientes que se dializan, en promedio. O sea, ganan cantidad de años de vida, ganan calidad de vida y para el sistema es más costoso.
¿Qué rol tiene la información y la comunicación sobre el tema?
Es vital. Nosotros tenemos nuestro foco más hacia adentro del sistema sanitario. La población tiene un ritmo de aprendizaje mejor que las organizaciones; si uno piensa en la población en general accede mejor a la información que una organización, como puede ser un hospital. Los hospitales son organizaciones complejas, con intereses distintos a veces, con personas muy focalizadas en algunos temas, pero cuesta mucho implantar procesos nuevos.

Los trasplantes tienen una historia corta como actividad cotidiana

Sigue apareciendo en los medios masivos como un hecho espectacular y de gran envergadura médica pero la realidad es que es un tratamiento más hoy, pero las organizaciones hospitalarias todavía tienen la percepción de que esto es algo extraordinario, pero debería ser algo cotidiano. ¿Qué significa esto? Todo fallecido en una institución que atienda a la salud pública y privada debería ser valorado como donante y hay muchísimas instituciones que no lo hacen, no tienen dentro de sus procesos de trabajo decir: falleció un paciente aquí (la mayoría de los pacientes enfermos fallecen en hospitales y clínicas) hay que valorarlo como donante, ¿qué podría donar? Solo el pensarlo a las instituciones les cuesta. En cambio, la población pese a la poca o escasa información que pueda tener, tiene una visión más positiva y es más proactiva a trabajar en este tema. Nos cuesta más el hacia adentro que hacia la población.

Por supuesto, la pérdida de un ser querido es un evento tremendo que nosotros tenemos que pensarlo como ese evento catastrófico para una familia y entrenarnos para poder abordar la situación de crisis de esa familia, y poder convertir esa desgracia en algo positivo para esa familia. La donación de órganos muchas veces puede ser utilizado como beneficioso para la familia, es el aliciente de haber perdido a una familiar, que por lo menos, puede que esa muerte no haya sido en vano.

-¿Cuál es la tarea del CUCAIMIS?
El CUCAIMIS es un ente rector y se encarga de los procesos de procuración con una coordinación provincial, vigilando que se cumpla la normativa existente, hay leyes y normas para cada situación, está todo escrito y disponible en la página web del INCUCAI. Inclusive tenemos un registro nacional donde todo lo que hacemos con el trasplante lo tenemos que volcar ahí. No hay trasplante que no pueda estar registrado en la argentina. Aquel que haga un trasplante no registrado esta fuera de la ley y es pasible de penas gravísimas. Entonces en Argentina no hay posibilidad de tráfico de órganos. Eso existe en países donde no hay normativa. En Argentina es imposible por la organización y la normativa y porque los profesionales pueden hacerlo en forma legal, y sin ningún riesgo para ellos y adecuadamente. Tenemos capacidad instalada en Argentina y cuadriplicar los trasplantes sin hacer nada ilegal. En ese sentido, tenemos la transparencia que nos da el registro del sistema informático y por el otro, la normativa frondosa que hay en cuanto a leyes y resoluciones del INCUCAI del Ministerio de Salud de Nación, y cada persona para poder hacer algo tiene que registrarse y demostrar su expertiz, tiene que cumplir diferentes requisitos para estar dentro del sistema.
-¿Podría brindarnos algunos datos sobre la realidad de la donación en la región?
En Argentina tenemos aproximadamente 8 mil personas en lista de espera para trasplantes de órganos, de los cuales 6 mil esperan riñón y unos 3 mil esperando corneas. En Misiones, son alrededor de 140 personas las que esperan, y la mayoría son riñón y corneas. De ese total, son 115 esperando riñón y 10 hígado; teníamos a principio de año cerca de 40 personas esperando corneas y hemos bajando a 13. Hemos bajado muchísimo la lista de espera de corneas, pero porque hemos incorporado un proceso importante en el hospital escuela, en el cual su personal cada vez que hay un fallecido, activa los mecanismos para poder hablar con la familia y valorar la voluntad del fallecido. Se ha incorporado como un proceso hospitalario más, entonces hay donantes, y parece algo normal, pero hay provincias que no tienen donante de corneas. Eso ha hecho que bajemos drásticamente la lista de espera y posiblemente podamos eliminarla en breve, que sería un gran suceso para nosotros.

or otra parte, en la provincia se realizan trasplantes renales, de corneas y óseos. Desde el año 2011 que se ha instalado el programa de trasplante en la provincia, ya se han superado los 130 trasplantes renales. Hemos crecido mucho en la región.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas