Los suicidios pueden prevenirse con atención, diálogo y contención

Según datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud, más de 800.000 personas mueren por suicidio cada año y son hasta 25 veces más los intentos que no llegan a concretarse. Teniendo en cuenta estos números y considerando que pueden prevenirse éstas decisiones, la facultad de Medicina de la Fundación Barceló brinda información para concientizar a la sociedad y contribuir a disminuir los casos en Argentina.

Estadísticamente las mujeres lo intentan más que los hombres, pero son éstos lo que concretan el acto en una proporción mayor: estimativamente por cada 3 varones, se suicida 1 mujer en el mundo. No hay una explicación única, pero se cree que la testosterona favorece mayor agresividad en los hombres por lo que sus métodos son más letales. Además, otra posible explicación es que las mujeres tienen un diferente manejo de las emociones, menos inhibición de manifestarlas y mayor predisposición a recibir ayuda.

El suicidio tiene que ver con una compleja trama de factores: biológicos, historias de vida, situaciones traumáticas, contexto familiar y social, además de la percepción que cada persona tiene de sí mismo para afrontar los estresores. Es sabido que más del 80% de las personas que concretan el suicidio estuvieron en contacto con el sector salud, por lo que se recomienda capacitación y entrenamiento en la detección y abordaje de personas con ideaciones suicidas.

Existen modalidades de prevención tanto individual como colectiva según el grupo etario al que va dirigido, por lo que es de vital importancia el conocimiento tanto de los factores de riesgo, como los indicadores conductuales que alertan de un posible riesgo de suicidio. Entre ellos se puede mencionar, el aumento de agresividad hacia uno mismo, fantasías suicidas y la constricción del intelecto y el afecto.

Asimismo, es importante estar atentos a la presencia de patologías crónicas dolorosas o invalidantes que tienen una predisposición genética a enfermedades mentales tales como la depresión o esquizofrenia, entre otras.

 

La psicóloga Myriam Begué remarca que la familia y los amigos son uno de los pilares más importantes como factor de protección. “La comunicación con las personas puede aportar datos importantes que colaboren con la prevención y la estrategia terapéutica. Además, son las personas más cercanas a cada paciente las que deben estar para el acompañamiento necesario mientras dure la crisis suicida”, señala al respecto.

A favor de la vida, la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló refuerza la necesidad de disminuir los casos de suicidios en Argentina con atención, diálogo y contención.

Red de ayuda: ONG Centro de Asistencia al Suicida – (011) 5275-1135.


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