La Renovación limitó facultades del Ejecutivo para modificar el Presupuesto

El presidente de la comisión de Presupuesto de la Legislatura, Marcelo Rodríguez, sorprendió a todos los diputados de la oposición con una novedad en la discusión de la ley de Presupuesto enviada por el gobernador Hugo Passalacqua: la Renovación propuso limitar las facultades de reestructuración -mal llamadas superpoderes- que tiene el Poder Ejecutivo.
Desde el año que viene, el titular del Ejecutivo solo podrá modificar hasta un 20 por ciento las partidas aprobadas en el presupuesto, sin modificar el total de las erogaciones.
La restricción alcanza únicamente a los gastos privados y deja afuera a los ingresos que se pueden conseguir y no alcanza a las erogaciones corrientes, como el pago de sueldos, a los que no se puede poner un límite en caso de que haya aumentos salariales.
El Poder Judicial, como autónomo de los otros poderes, queda también exento de la limitación.
El anuncio dejó sin palabras a los diputados de la oposición, que desde hace tiempo utilizan los “superpoderes” como excusa para no aprobar la ley de Presupuesto. Misiones se pone así a la vanguardia en relación con otras provincias y hasta supera la iniciativa de los diputados de Cambiemos de hacer lo mismo con el presupuesto nacional. La alianza entre el PRO y la UCR acordó limitar la modificación de partidas en diez por ciento para el año que viene, hasta “llegar a 2019 en niveles más cercanos al cero”.
“Esta decisión, tomada por el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, es posible porque Misiones tiene las cuentas ordenadas y no necesita salir a tomar deuda. Es una facultad que casi no se usó en los últimos años”, explicó Rodríguez al fundamentar la novedad.
“Esto no va en desmedro a la versatilidad necesaria en el uso de los recursos ante las diferentes situaciones imprevistas que pudieran sucederse”, agregó.
En tal sentido, se modificarán los artículos 12 y 14 del Presupuesto provincial y, por lo menos en la comisión, hubo unanimidad. La oposición se queda sin uno de los argumentos centrales para rechazar la ley, como hizo en los últimos años.
La posibilidad de que el Ejecutivo modifique partidas estaba implícita en las leyes de Presupuesto desde la recuperación de la democracia.