Escribe Juan Carlos Argüello, Jefe de Redacción de Misiones On Line. Durante varios días los voceros y economistas del presidente Mauricio Macri machacaron con el concepto de “brotes verdes” para contrarrestar los pésimos indicadores que marcaron los primeros meses de Gobierno. Los brotes verdes que emergían del campo arrasado eran datos sobre venta de cementos o la reactivación incipiente del mercado de autos. Duraron poco. Los despachos de cemento se desplomaron 11,3 por ciento en septiembre y el sector de la construcción volvió a contraerse luego del alza del 4,5 por ciento que había mostrado en agosto, según los datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland. La caída acumulada en el año es del 12,4 por ciento.
Mientras crece levemente el mercado automotriz, el vehículo más vendido fue la pick up Toyota Hilux, con un total de 3088 unidades patentadas, lo que revela la opulencia del “campo”, beneficiado por la eliminación de retenciones y ahora compensaciones por el flete para los sojeros. En cambio, la producción de autos registró en septiembre una caída del 19,6 por ciento respecto de igual mes del año pasado y las terminales mantuvieron sus programas de suspensiones debido a la caída del mercado brasileño.
Las ventas minoristas cayeron 7,7 por ciento en septiembre y es el noveno mes consecutivo en que las ventas bajan agresivamente, en una tendencia que comenzó a principios de año y no muestra por ahora señales de cambio, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. Las caídas anuales más pronunciadas en el mes ocurrieron en: ‘Electrodomésticos y artículos electrónicos’ (-16,8%), ‘Neumáticos’ (-12,4%), ‘Ferreterías’ (-10,9%), ‘Textil e indumentaria’ (-9,6%) y ‘Materiales para la construcción’ (-7,9%). A diferencia de agosto no hubo ningún rubro en alza. Con el resultado de septiembre, las ventas minoristas medidas en cantidades registraron una tasa de caída promedio anual de 6,8% en los primeros nueve meses del año.
Hasta septiembre el costo de la Canasta Básica acumula un aumento del 41.2 por ciento, según la consultora Fiel, a la que no puede considerarse “opositora”.
Esos datos globales se replican en Misiones, donde el desempleo se elevó al 5,1 por ciento -4,1 más que en el primer semestre del año pasado-, las asimetrías siguen drenando cientos de millones de pesos por las fronteras y la caída en el mercado gastronómico supera el 40 por ciento, producto de bolsillos ajustados y el atractivo de precios más bajos en Paraguay y Brasil. En una provincia turística como Misiones, cayó el empleo en restaurantes y quienes lo conservan, aceptaron reducciones horarias y salariales a cambio de seguir trabajando. Solo los fines de semana largo traen alivio a los dueños de hoteles y restaurantes con el movimiento del turismo local.
Marcos Peña, el Jefe de Gabinete de Macri, en su primera visita a Misiones, dejó claro que en el Gobierno sabían que éstas serían las consecuencias de “la primera transición” producto de las medidas económicas. Confía en que ahora se transformarán en un despegue para que el país crezca entre tres y cinco por ciento el año que viene.
El optimismo de Peña supera incluso los elogios del Fondo Monetario Internacional a las políticas de Macri. El organismo anticipa una recesión del 1,8 por ciento este año y un crecimiento de 2,7 por ciento el próximo, por debajo de las expectativas oficiales.
En Misiones, Peña dio una definición de política económica que no deja lugar a dudas. “Lo más importante pasa por lo macroeconómico”, respondió cuando se le preguntó por el ITC diferenciado para los combustibles que reclama Misiones para combatir las asimetrías. La microecononomía, por contraste, debe esperar. Esa sencilla frase echa por tierra las esperanzas por el regreso de un combustible más barato, pero también las expectativas de los comerciantes y pequeños empresarios de que la situación mejore en el corto plazo.
La teoría del Gobierno nacional es que con la inflación contenida, ahora empieza el proceso de crecimiento para revertir indicadores negativos. No dicen cómo se recuperará salario y puestos de trabajo perdidos. Tampoco se ponen metas para bajar el 32 por ciento de pobreza “transparentada”. La Pobreza Cero se transformó ahora en “un desafío y un camino” que habrá que desandar, pero ya no en cuatro años.
En su paso fugaz por Posadas, Peña se mostró sorprendido por varios datos. El primero, apenas pisó el barrio Itaembé Miní. Antes de venir había usado una red social para contar que “¡Mañana damos comienzo al Estado en tu Barrio en Posadas!”.
Al llegar el funcionario nacional se sorprendió del acercamiento de la gente, pero después entendió cuando le explicaron que la Renovación inauguró este sistema hace más de diez años con el PAS y «Por la gente todo».
También mostró su sorpresa por la lluvia de pedidos que recibió del Gobierno provincial, de las constructoras, de la Confederación Económica de Misiones y la Cámara de Comercio por la falta de empleo, las asimetrías y la economía que no repunta. Se comprometió a transmitir la situación a la Nación y hasta retó a los representantes de la alianza local por no “advertirle” de la situación. Los PRO misioneros bajaron la cabeza, pero recordaron que ya fueron varios los pedidos elevados a la Nación.
Peña ratificó que la gobernabilidad está por encima de las apetencias electorales y agradeció al gobernador Hugo Passalacqua por los apoyos recibidos en el Congreso y a algunas convocatorias del Presidente.
También admitió que los sondeos le dan más de 80 por ciento de imagen positiva al gobernador de Misiones, al vice, y al Frente Renovador.
En una reunión cerrada con la Mesa de Cambiemos instó a la mesa provincial a trabajar en conjunto y no trabar la gestión.
Después hubo una hora de reunión a solas entre Peña y el gobernador Passalacqua donde se confirmó la afinidad política y se acordó un trabajo conjunto e integrado de cara a las legislativas 2017.
Es decir, la estrategia será evitar el daño mutuo, a sabiendas de que se puede convivir más allá de las diferencias.
El Gobierno nacional espera que el humor social mejore sustancialmente con el arranque de la obra pública, los precios contenidos y una macroeconomía estable. Con eso, creen que alcanzaría para unas elecciones de medio tiempo que no sean ruinosas. Peña incluso da casi por descartado un resurgimiento del kirchnerismo, pese al resurgimiento de Cristina Fernández en diversos actos públicos multitudinarios.
Parece haber allí un exceso de optimismo. En Brasil, con políticas de ajuste similares, se alcanzó un récord de desocupación de 11,8 por ciento. El reemplazante de Dilma Rousseff, Michel Temer, nuevo socio político de Macri, prepara un paquete fiscal y está decidido a ir por más ajuste y flexibilización laboral. Es un modelo que aquí el Presidente todavía esboza como idea sin consenso y que desataría una tormenta perfecta con sindicalistas que por ahora se conforman con un bono de fin de año.
De todos modos, Temer y Macri inauguraron una sociedad que se puede alimentar mutuamente y si se fortalece, transformar la realidad política del sur del continente. 
Ambos tienen la misma mirada sobre el Mercosur, al que quieren darle apertura y libre comercio. Los dos mandatarios, en medio del asado en la Quinta de Olivos, relanzaron el proyecto de la represa Garabí-Panambí –que es rechazado en Misiones- y ratificaron que siguen en carpeta puentes sobre el río Uruguay y el Pepirí Guazú.
El director ejecutivo de Yacyretá, Humberto Schiavoni, aseguró que la entidad aportará todo el know how para Garabí. Primero habrá que superar un plebiscito en Misiones. Sentado a la mesa junto a Peña, Schiavoni, no muy afecto a respetar los intereses de Misiones, tuvo que admitir ante el gobernador Hugo Passalacqua que la Provincia ejercerá un “cogobierno” de la reserva San Juan, que en principio quería transferir a Parques Nacionales porque “el dominio original es de la Nación”. Misiones tiene una ley, con raíz en la misma Constitución Nacional, que establece que el dominio de los recursos naturales es originario de la Provincia.
Passalacqua destacó que de la crisis se sale “juntos”, pero reafirmó que Misiones no está casada con el gobierno nacional y anunció que “si bien se apoyará el Presupuesto Nacional, se analizará punto por punto y se planteará lo que sea necesario en beneficio de la provincia”. “Es injusto lo que se nos está dando en comparación, por ejemplo a La Rioja y Formosa”, dijo el Gobernador al mismo tiempo que marcó una diferencia con la proyección del dólar oficial en 18 pesos para 2017 y planteó que no puede haber subas bruscas para no afectar a los de menores recursos.
Peña dejó claro que para el PRO, los signos políticos distintos no implican necesariamente un conflicto permanente. “Es parte de un cambio al que en principio costaba acostumbrarse. Es el desafío y mandato místico que tenemos. También que en las provincias donde no gobernemos podamos ejercer una oposición responsable y trabajar en las cosas que nos unen”, precisó.
Si no hay guerra, el PRO se conforma con una senaduría y las bancas que se puedan rescatar en Diputados. Misiones no es la batalla central para el desgaste y, en definitiva, enfrentarán a un mismo enemigo: Ramón Puerta anunció que quiere “ganarle a un Macri al que le vaya bien”, al ratificar que su candidatura a senador no será por dentro de Cambiemos.
Sin embargo, la relación con Sergio Massa se enfrió al extremo de que el tigrense ya no lo considera dentro de sus filas. La alternativa sería postularse por una fracción del peronismo local para colarse como primer opositor. Llamativamente, Puerta salió a marcar distancias con el Gobierno y hasta cuestionó el blanqueo de capitales lanzado por Macri porque “asusta al capital” con tantas regulaciones. La marcha se sigue cantando, pese a todo…
La coincidencia entre la Renovación y la Nación enfurece a los socios radicales de Cambiemos. Son los que más tensan la cuerda en contra del Gobierno provincial. Es que en ese esquema, ellos quedan cada vez más lejos del poder real.
La visita de Peña mostró nuevamente el distanciamiento que hay entre radicales y el PRO. Los boinas blancas –varios de ellos con cargos nacionales en Misiones- brillaron por su ausencia en las recorridas del Jefe de Gabinete por el barrio Itaembé Miní. Un dirigente de la nueva estructura partidaria se justificó: “Políticamente no nos pareció interesante”.
El único radical que recibió todas las “cargadas” fue Hernán Damiani, quien regresó a la Residencia del Gobernador después de varios años. Allí se realizó la conferencia de prensa entre Passalacqua y Peña. Pero el ex presidente de la UCR, delegado del plan Belgrano local, en realidad no estaba en la lista de invitados.
En el PRO local no comparten la belicosidad que exhibe el radicalismo contra el Gobierno provincial. Muchas veces, la sobreactuación en defensa de Macri deja como “tibios” a los macristas misioneros. Y a veces, comprometen hasta al propio Presidente como con el pedido de informes sobre obras públicas no realizadas, que justo estaban en manos de Ángelo Calcaterra, el primo presidencial beneficiado con ingentes cantidades de obras en la anterior y la actual administración.
En la Cámara de Diputados, este jueves volvió a quedar expuesta la divergencia de intereses entre ambas facciones. El radical Walter Molina rompió la monotonía de la sesión al pedir que el presidente Mauricio Macri arregle el pago de los bonos Cemis “para que Misiones pueda volver a tomar créditos”. Molina celebró con ironía la refinanciación de la deuda por los bonos Seniors y Juniors, emitidos por cien millones de dólares. El radical aseguró que “gracias a Macri”, Misiones se ahorró 2.600 millones de pesos que servirían para pagar casi toda la deuda pública actual de la provincia. El dato económico sería para aplaudir… si fuera cierto.
Toda la argumentación se hizo en base a una frase del secretario de Hacienda, Adolfo Safrán, en la última reunión de análisis del Presupuesto provincial. Pero Safrán dijo que si los bonos Seniors y Juniors hubieran seguido en dólares, hoy valdrían más de dos mil millones de pesos entre capital e intereses. Pero fueron pesificados en 2002, por Eduardo Duhalde y después, absorbidos por la Anses, en la gestión de Cristina Fernández. No hay tal ahorro y mucho menos, tuvo algo que ver Macri con el cambio de moneda. Por el contrario, Misiones acordó pagar 900 millones de pesos y comenzará a honrar ahora la deuda emitida en uno de los últimos actos de gobierno de Ramón Puerta, cuando el ministro de Economía era el hoy presidente del PRO, Humberto Schiavoni. Con el reconocimiento de los Seniors y Juniors, que estaban en default, se eleva ipso facto, en casi mil millones de pesos, a pagar en quince años, con una tasa de interés previsible.
El radicalismo también reclamó que la Provincia pague los bonos Cemis para “poder volver a tomar créditos” y salga de la Emergencia Económica, que bloquea los juicios contra el Estado.
En el Gobierno consideraron llamativo el lobby a favor de los abogados litigantes contra el Estado y los tenedores de bonos, en gran parte, especuladores similares a los Fondos Buitre comandados por Paul Singer. “El radicalismo es parte del Gobierno nacional. Sería bueno que le pidan a Macri que resuelva lo de los Cemis, como lo hizo con el ITC diferenciado”, replicaron.
La sobreactuación radical no enoja solo al PRO. En la Cámara de Diputados el bloque radical sigue destrozándose y ahora, con la partida de Mario Pegoraro perdió la primera minoría. Por eso le objetaron su propuesta para integrar la comisión de prevención de la Tortura. Había un cargo reservado para la primera minoría, pero ahora hay tres minorías con tres diputados: la UCR, el PRO y el partido Agrario. La ley no previó un empate entre las minorías y ahora habrá que salvar ese vacío.
“Gustavo González no pudo contener un bloque de seis diputados y quiere ser gobernador”, ironizó un diputado renovador recordando las fracturas internas que ponen al partido radical en igualdad de condiciones con las otras oposiciones. Pegoraro se fue cansado del desprecio por haber desobedecido las órdenes partidarias de no sumarse al PRO. El ex corredor de motos fue candidato a vicegobernador de Alex Ziegler por “Vamos Juntos” y González encabezó la lista radical. La división restó votos a Cambiemos. Paradojas, Pegoraro pasó al freezer en el mismo partido que se desespera por pertenecer a la alianza gobernante.
Ziegler sigue en contacto directo apenas con una pequeña fracción radical, encabezada por el diputado nacional Luis Pastori, quien asume en Misiones la defensa de las políticas nacionales. Ambos recibieron un baño de realidad en la reunión que el viernes mantuvieron en Alem con productores tabacaleros, otrora base electoral del propio Ziegler.
Los productores reprocharon que el Gobierno nacional quiera echar mano del Fondo Especial del Tabaco para incluirlo en el plan Belgrano y con eso financiar obras de infraestructura para el norte del país. El FET se distribuye entre las provincias productoras y tiene destinos específicos. Uno de los productores presente recordó que la última vez que pretendieron darle un manotazo al FET fue durante la Alianza, con Ricardo López Murphy como ministro de Economía, quien duró apenas dos semanas en el cargo. Ahora parece que la sangre no llegará al río, ya que la Provincia y todos los legisladores nacionales por Misiones coincidieron en defender los recursos de los productores y la misma Nación archivó la idea de recortar el FET, aunque todavía mantiene una larga demora en el flujo de pagos, que enerva a las asociaciones de productores que incluso salieron a mostrar los documentos que demuestran que las rendiciones están hechas en tiempo y forma.
La coincidencia de criterios, se dio también en la aprobación de la beca «Andrés Guacurarí» que beneficiará a los estudiantes misioneros abanderados y escoltas que cursen carreras de nivel superior. El único requisito es que, quienes hayan portado o acompañado las banderas de ceremonia, se comprometan a ejercer servicios profesionales en Misiones cuando finalicen sus estudios, durante la misma cantidad de tiempo en que recibieron el beneficio. El monto mensual que percibirán será el equivalente a un salario mínimo, vital y móvil. La ley fue votada por unanimidad.
