La pequeña tenía 4 años y fue identificada como ‘Angelina W.’ Según las últimas investigaciones, habría sido sometida a un cruel tormento para extorsionar y prostituir a su mamá. La pareja intentaba cruzar la frontera hacia México cuando la policía protagonizó el macabro hallazgo.
Un hombre y una mujer que hace dos meses fueron detenidos al intentar cruzar la frontera hacia México con el cadáver de una niña oculto en el equipaje, eran traficantes de personas con fines de explotación sexual que abusaron de la menor durante cuatro años, expusieron este jueves las autoridades según informa la cadena Univisión en su página web.
La niña Angelina W.’, de 4 años de edad, habría sido sometida a «tortura con fines sádicos, de extorsión y venganza», según refiere la acusación criminal.
La Procuraduría del Condado de Los Ángeles elevó cargos criminales en contra de Johnny Lewis Hartley, de 39 años, y Mercy Mary Becerra, de 43, quienes serán presentados este viernes en un tribunal del condado para responder por los delitos de homicidio, tráfico humano, tortura y abuso infantil.
El pasado 9 de agosto Johnny Hartley y Mercy Becerra intentaban ingresar a México por la frontera peatonal de San Ysidro-Tijuana, pero fueron detenidos por agentes mexicanos de migración cuando al pasar por la máquina de rayos X el bolso que llevaban como equipaje detectaron el cadáver de una niña.
La fiscal Lisa Coen, de la División de Delitos Sexuales, explicó que Johnny Hartley y Mercy Becerra estaban involucrados en el tráfico de personas con fines de explotación sexual, al menos desde el 7 de noviembre de 2012, cuando privaron de la libertad a la madre de la niña, identificada como ‘Amanda Z.’.
A partir de entonces Hartley y Becerra mantenían prácticamente secuestrada a la niña, de quien abusaban físicamente para extorsionar a la mamá, obligarla a prostituirse y como venganza, expuso la fiscal Coen.
El abuso al que era sometida la niña Angelina, indica el expediente judicial, también se hacía con «propósitos sádicos».
La autopsia reveló que la niña murió por ahogamiento. El reporte del forense también indica que presentaba signos de desnutrición, deshidratación y golpes.
Hartley y Becerra vivían en la ciudad de Whittier, en el condado de Los Ángeles. Los registros de la cárcel del condado indican que Mercy Becerra tuvo dos ingresos en 2015 por delitos menores, una vez en mayo y otra en septiembre. Las dos veces salió con el pago de una fianza.
De ser encontrados culpables, Hartley y Becerra podrían pasar el resto de sus días en prisión.
