Cuando Abu Kifah, uno de los voluntarios de “Cascos Blancos” salvó la vida de una bebé de 30 días, fue captado rompiendo en llanto de tanta emoción. Hoy, mira a la pequeñita con mucho orgullo y alegría porque está a salvo gracias a este hombre y su reencuentro fue muy, muy especial.
Todo comenzó cuando un ataque más en Aleppo por parte de Rusia dejó a casi 20 mil civiles heridos de los cuales por cada 11 personas, 7 eran niños.
El voluntario estaba ayudando a sacar a la gente entre los escombros, cuando repentinamente escuchó el llanto de la pequeña y rápidamente comenzó a remover todo lo que podía para poder sacarla con vida de ahí.
Apenas la tuvo en sus brazos no pudo contener su llanto de emoción y orgullo porque era simplemente una bebé indefensa que pasó por tan terrible momento.
Hoy, Abu volvió a ver a la bebé, Wahida Ma’artouk, quien por ahora a sus cortos 30 días de vida no entiende el verdadero milagro que hizo este hombre por ella
“Sentí que era mi hija otra vez al sostenerla entre mis brazos, toda sana y salva. Su padre estaba tan feliz de volver a verla y volver a reencontrarse conmigo. Para mi, esto ha sido muy especial porque pude salvar una vida inocente”.
Por ahora, la pequeñita aún tiene las cicatrices que marcaron aquel fatal ataque y por el cual nadie está siendo castigado… ¡Qué impotencia!
Como la casa de la familia de Wahida ha sido destruida, han tenido que mudarse a un lugar en un pueblo lejano y comenzar su vida, tratando de mantener la calma en todo momento, de nuevo.Recordemos que ya pasado un año desde que Rusia comenzó a bombardear Siria, dándole apoyo al presidente Bashar Al-Assad y que hasta ahora ha acabado con la vida de miles de civiles. Al mismo tiempo, se supo que de los pocos hospitales que habían han ido cerrando de a pocos y quedándose sin recursos. Algunos doctores incluso han ido abandonado el lugar.
El Presidente Barak Obama ha condenado públicamente lo que considera una barbarie de parte de Rusia y Siria.