Del Tetris o el Pac -Man al Pokémon Go: la evolución de los videojuegos

Los videojuegos lograron posicionarse como una industria. Hoy en día, mueven a millones de personas y generan ingresos que son la envidia de otras industrias importantes como la del cine, llegando a tal punto de ser considerados una nueva forma de expresión artística por muchos expertos, a pesar de la polarización de opiniones que en éstos provoca.

 

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Como toda industria, y especialmente aquellas relacionadas con la expresión personal haciendo uso de diversos materiales o métodos (como el cine o la moda), los videojuegos tienen sus propias tendencias, que de vez en cuando surgen y captan la atención de gran parte de los miembros de la comunidad, generando a su vez acciones inmediatas y reuniones improvisadas en las centrales de los competidores—las clásicas reuniones en donde se discuten el porqué del éxito de esa nueva apuesta que parecía destinada al fracaso, o el cómo responder lo más coherente posible.

Desde los primeros grandes furores que tuvieron a la industria de los videojuegos a sus espaldas, como puede ser el surgimiento del Tetris o el Pac-Man (que fue el primer videojuego en tener un personaje principal) en los años 80, pasando por el surgimiento de franquicias con ingresos millonarios que hasta hoy perduran, como lo son Mortal Kombat o Grand Theft Auto, la industria del videojuego nunca para de innovar y poner nuevas apuestas sobre la mesa. Pero como en toda industria, estas innovaciones son propuestas por compañías que tienen las suficientes ganas y el suficiente número de planes de resguardo como para salir victoriosos sin importar si su apuesta es la ganadora o no. En el caso de ser la primera, ésta casi siempre es seguida por otros estudios que no hacen sino dedicarse a buscarle extensiones para sacarle más provecho a estas nuevas ideas, o bien simplemente copiarlas a la espera de que, mágicamente, el mundo crea que ellos son los originales. Es como en la vida; cuando se logra que muchas otras mentes, poderosas y oportunistas por igual, se interesen por tu arriesgado movimiento, es cuando sabes que has logrado crear una mini revolución que, manejada de la manera correcta, puede llegar a ser recordada como un audaz movimiento por muchos años venideros.

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El fenómeno de los videojuegos logró hacerse crecer varias extremidades que son muy diferentes entre sí, y para todos los gustos—personas que tienen el deseo de conocer amistades online prueban los videojuegos masivos, otras que son ávidas de los retos se decantan por puzles, mientras que otros que tan solo quieren matar tiempo eligen los llamados “juegos casuales”, por ejemplo. Cada una de estas extremidades tiene bajo su manga una inmensa cuota de mercado y, como todo en el mundo, tiene un exponente que es más o menos identificable entre los usuarios. Angry Birds, un videojuego móvil sobre unos pájaros que sufrieron el robo de sus huevos por parte de grandes cerdos verdes, y que ahora buscan venganza destruyendo todas sus construcciones, surgió en 2009 y disfrutó de una gran popularidad antes y durante los primeros años de la nueva década, es considerado un videojuego casual, lo que significa que no es más que un conjunto de retos simples diseñados para simplemente matar el tiempo. Solo hace falta imaginar cuántas millones de personas buscan las armas más adecuadas con las que matar al tiempo para hacerse una idea de cuántos millones de jugadores tiene descargado este tipo de juegos en sus dispositivos móviles, o los juega desde sus perfiles en las redes sociales. Otros exponentes del género son Candy Crush (básicamente un tres en línea pero con dulces y más combinaciones), Fruit Ninja (en el que tienes que cortar unas frutas que aparecen en pantalla haciendo uso de tus dedos y la pantalla táctil de tu teléfono, no permitiendo que ninguna se te escape), 2048 (en el que debes combinar diversos cuadros que se multiplican entre sí hasta alcanzar el número 2048), la saga Ville (de gran popularidad a mediados de la primera década del 2000, que permite construir y administrar diversas cosas como granjas, ciudades, etc.), entre otros.
La industria de los juegos casuales es una de las principales en lo que se refiere a grandes fenómenos en la industria, provocando que sea una rama en constante apuro, que vive encerrada entre las garras de lo considerado “de moda”, pues sus juegos son generalmente elegidos por la población solamente para ser olvidados meses más tarde. Esto requiere de una exagerada cantidad de lanzamientos en pos de encontrar la próxima gran fórmula mágica, a pesar de que casi siempre ésta sea todo lo contrario a lo que se esté intentando. Se conocen hasta varios casos de compañías dedicadas a la creación de éstos tipos de juegos que se encuentran en diversas crisis económicas por no saber adaptarse al mercado, como es el caso de Zynga, quien es la creadora de gran parte de los juegos ahora disponibles en redes sociales como Facebook, que sin embargo nunca supo cómo hacer frente a la pérdida de usuarios que constantemente tiene.
El furor Pokémon Go
Actualmente, el juego casual elegido por gran parte de los usuarios es el Pokémon Go que, si bien disfrutó de un recibimiento que cuadriplicó el esperado, está ahora perdiendo cada vez más usuarios y normalizando poco a poco su base de jugadores—esto es, dándole la despedida a jugadores que lo empezaron a jugar por moda para conservar a aquellos que están de verdad interesados en su mecánica.
Si la industria del videojuego es un iceberg, los juegos casuales son la punta que es tocada por los que apenas conocen de ella. Éstos son para los videojuegos lo que una sitcom es para el cine—tan solo una bienvenida al inicio.

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Hay personas que se adentran mucho más en la cultura de los videojuegos, llegando incluso a hacerlos su profesión. Durante los últimos años, han surgido los llamados eSports (una abreviación en inglés que significa “Deportes Electrónicos”), que es básicamente un conjunto de videojuegos competitivos que son jugados por diversos equipos que compiten en campeonatos mundiales. Éste tipo de deportes está luchando por ser considerado un deporte olímpico tanto como los videojuegos lo están haciendo para ser considerado otra parte de las Bellas Artes (sería, pues, la octava, después de la pintura, la música, la arquitectura, la danza, la escultura, la literatura y el cine). Los videojuegos que se usan para competir en estos torneos son del tipo masivo, lo que significa que permiten a varios usuarios alrededor del mundo conectarse al mismo tiempo y luchar entre sí o contra otras personas. Ejemplo de éstos son League of Legends, Dota, World of Warcraft, StarCraft y Counter-Strike, entre otros. La gran mayoría de éstos tiienen un mecanismo de juego similar a muchos deportes, sólo que con agregados de naturaleza comúnmente fantástica. Actualmente, los jugadores prefieren a Overwatch, un videojuego masivo lanzado este mismo año, cuyo éxito no dejó sorprendido a nadie pues la compañía responsable tiene ya una cartera de otros exitosos proyectos, tales como los ya mencionados World of Warcraft y StarCraft.

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Los videojuegos que son partes de las competencias de eSports son generalmente construidos en base a la premisa que dicta que “el mejor equipo gana”. Sin embargo, hay otro tipos de videojuegos, los puzles, que permiten al jugador usar sus habilidades mentales para resolver diferentes retos y así avanzar. Éstos incluyen un variado rango de subgéneros, muchos de los cuales se mezclan con el género de los juegos casuales (como puede ser 2048, por ejemplo), y hasta otros que suponen un reto en sí mismo y no están hechos solamente para matar el tiempo (como las aventuras gráficas o de texto, que permiten al jugador lanzarse a una aventura recolectando objetos que cree necesarios para más adelante, haciendo que prestar poca atención sea castigado con la imposibilidad de pasar un reto mucho más adelante en la narrativa. Esto supone que el personaje deberá retroceder varios niveles y hacerlos de nuevo con tal de encontrar esa única pieza faltante). Exponentes del género incluyen la saga de aventuras gráficas Monkey Island (que sigue la historia de Guy Threepwood, un aventurero joven con el deseo de convertirse en pirata), Mountain Valley (un juego móvil que prueba tu destreza al armar un camino, moviendo estructuras), Limbo (un premiado juego que sigue la historia de un niño que se adentra en el limbo para buscar a su hermana fallecida), entre otros.
Sea del género que fuese, el objetivo de un videojuego es entretener y animar al jugador—ya no un mero espectador—a sentir un diverso rango de emociones que obedecen a la trama que se está contando, o al reto que se le está imponiendo. Como es en el cine, esto no es fácil de lograr y se requiere de mucha destreza en el ámbito del desarrollo para lograr un resultado pasable; pero depende de cada desarrollador cuánta cantidad de su propia alma le obsequiará a su proyecto—y cuánto más grande sea este préstamo, más emociones el producto final alcanzará.

Fuente: Portales especializados

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