En Cerro Corá piden una escuela secundaria agrotécnica por un “futuro mejor en las chacras que producir leña y carbón”

Juan Carlos Furlan, junto a un grupo de padres de Villa Venecia, impulsan una campaña de apoyo para un proyecto de creación de una escuela secundaria con orientación agrotécnica y ambiental, escuela de adultos y centro de formación profesional en Villa Venecia, Cerro Corá.

Aseguran que es necesario frente al forzoso proceso de desplazamiento que se genera desde las chacras hacia el pueblo o las ciudades cercanas, generando el éxodo y promoviendo el nulo desarrollo en el municipio, o la escasa escolaridad, ya que la distancia para asistir al único establecimiento educativo de nivel secundario con orientación en informática es un factor limitante.

De esta manera, los habitantes de Villa Venecia se movilizan para concretar un proyecto que fue presentado al Consejo General de Educación el año pasado con el objetivo concreto de detener la migración de los jóvenes de la zona. En septiembre, también entregaron personalmente el proyecto, en un acto realizado en la localidad, a la ministra de Educación Ivonne Aquino, solicitando su intervención para analizar la iniciativa según los pasos necesarios que permitan concretar el sueño de contar con una escuela secundaria agrotécnica en el municipio.

 

“Esta creación permitirá cubrir el vacío educativo en la formación específica agraria que vive esta amplia zona de población rural tanto en la zona urbana del pueblo como en colonias, parajes y chacras de los alrededores. Se solucionará así el problema educativo que viven actualmente esas familias al no poder enviar a sus hijos a otras localidades al no contar con los medios económicos para hacerlo”, fundamentaron en el proyecto presentado a las autoridades provinciales desde la Comisión Pro-creación de Escuela Secundaria conformada por padres de la colonia.

 

Furlán fue estudiante de la universidad, y su vinculo institucional se profundizó el último año a partir del trabajo que coordinó con la comunidad para la producción del documental “Historia y presente de Cerro Corá. Aportes para el fortalecimiento de la identidad cultural y el desarrollo territorial de la comunidad”, resultado de un proyecto financiado por el PROFAE-UNaM para la Secretaría de Extensión y Vinculación Tecnológica de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. El trabajo reavivó la necesidad de la colonia de este municipio en la iniciativa de las familias productoras de luchar por una escuela secundaria agrotécnica para detener la migración de los jóvenes de la zona mejorando su calidad de vida y desarrollo económico en la colonia.

 

La leña, principal fuente de subsistencia

“La realidad es que los colonos en Cerro Corá vivimos de la actividad rural, en un 90% de la producción de leña, un poco menos de tabaco, algo de miel, entre otros cultivos agrícolas que producimos de subsistencia”, dijo en la entrevista con ArgentinaForestal.com el productor Daniel Molina durante la visita realizada en su chacra de unas 45 hectáreas en Villa Venecia, limitando con la granja biodinámica El Ceibalito, propiedad de Furlan.

Molina (35 años), tiene actualmente 3 hijos en la primaria, pero él no terminó el cuarto grado ya que tenía que trabajar la chacra desde pequeño con sus hermanos. “Teníamos dificultades económicas en la familia y había que trabajar para comer”, explicó.

Hoy es uno de los padres que se suma al pedido de una escuela agrotécnica en la Colonia Villa Venecia, ya que como productor leñero tiene una vida muy difícil, de mucho esfuerzo. “Quiero que mis hijos tengan un futuro mejor que producir leña y carbón, que aprendan a trabajar la tierra en una escuela agrotécnica pero con otras alternativas productivas que hoy yo no tengo para ofrecerles”, asegura el productor.

Al ser consultado sobre como se adecuaron a la vigencia de la ley que prohíbe la producción de leña y carbón de monte nativo (marco regulatorio de la Ley XVI 106 de los recursos dendroenergéticos renovables que rige desde este año), explicó que “es algo imposible para cumplir, esa es la realidad, porque nos sacarían el único ingreso económico que tenemos. En Cerro Corá se vive de la producción de leña que se obtiene de la chacra, yo soy leñero, no tengo otro ingreso. No tengo asistencia tampoco del Estado, el Plan Leña Renovable no llega a las chacras. Una vez dejaron unas cajas de plantines de eucalipto en la municipalidad y pasaron semanas hasta que nos avisaron para que vayamos a retirar, pero se echaron a perder los plantines por falta de agua, nunca prendieron”, relató Molina.

Soñar con un futuro mejor

Dos hermanos del productor Molina se fueron a buscar trabajo a la ciudad, abandonando la chacra. “Yo me quedé, trabajo solo y con la ayuda de mi señora en todo. Vivo de la producción del carbón principalmente, es un trabajo pesado. Empezando por rozar el monte, cortar la leña con motosierra, tengo que sacar todo con el buey y el carro, para después arrimar hasta el hornito donde se quema la leña. Ese es el trabajo más pesado, porque hay que cargar el horno y acomodar la leña, prender el fuego, y esperar unos tres días para que el carbón quede bien hecho. Tiene un montón de cuidado. Antes se quemaba en una carbonera de tierra, ahora con los hornitos de ladrillo es un poco más fácil”, relató el productor exponiendo que sigue realizando un trabajo en forma solitaria y a la vieja usanza, con todos los riesgos que implica esta tarea para su salud y la de sus hijos, además del ambiente frente a la explotación del recurso natural.

Explicó que una vez realizada la producción, el “carbonero” pasa con el transporte, le entrega las bolsas para que el productor empaquete el carbón y lleve hasta el ingreso de su chacra para que después pase a cargar la camioneta.

 

A pesar de la vida difícil que llevan diariamente para sobrevivir de lo que producen, Molina quiere que sus hijos progresen sin emigrar de la chacra. “Nos interesa que los chicos no se vayan de la chacra, que aprendan a cuidar la tierra y mejoren el trabajo de la chacra, que se queden en nuestra comunidad, pero mejor que la manera que nosotros nos criamos. Yo quiero que mis hijos estudien en una escuela agrotécnica, un oficio que les permita vivir mejor, pero que no se vayan de la zona”.

 

En ese contexto, Juan Carlos Furlan agregó que tanto en Cerro Corá como en Cerro Azul los productores subsisten en un 90% del carbón que producen. “Esta es su fuente de ingreso, y es muy difícil salir de esta situación si no se tiene una salida productiva clara. No hay ningún productor que se encuentre feliz haciendo carbón, todos quisieran hacer algo diferente. Pero las posibilidades reales y concretas de que se tenga un ingreso garantizado para dar de comer a sus hijos con otra alternativa productiva todavía no existen. Se ha intentado, han llegado propuestas, planes y muchas promesas, pero la realidad es que a los municipios llegan con plantines y cursillos rápidos, no hay asesoramiento, seguimientos, no hay voluntad real de transformar esta realidad”, expresó.

 

Por ello, la educación es la única esperanza para los vecinos de la Colonia Villa Venecia. “Hoy, los hijos de Darío Molina deberían recorrer caminando unos 10 kilómetros para asistir a la secundaria del pueblo, en un trayecto agreste, de piedras, cobertura boscosa, en día de lluvias no asistirían. Como el, muchos hijos de colonos. Esto es lo que motiva a los vecinos a solicitar una escuela secundaria orientada a la agricultura y ecología en la zona”, remarcó Furlan.

 

Por Patricia Escobar 

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