Condenaron al aduanero a cuatro años y medio de cárcel por haber dejado pasar por el puente una carga de cigarrillos

El aduanero Rubén Jachow (49), acusado de haber dejado entrar a la Argentina una carga de cigarrillos ilegales mientras estaba afectado al control de ingreso de vehículos procedentes del Paraguay en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz el 10 de febrero de 2006, fue condenado este mediodía a cuatro años y seis meses de cárcel.
La sentencia la dictó el Tribunal Federal de Posadas, quien desde inicios de mes analizó el debate del funcionario y de Carlos Salvador Bouix (36), el otro acusado, sindicado como el dueño del cargamento ilegal que el hombre de Aduanas dejó pasar.
Bouix recibió una pena de cuatro años de cárcel por el mismo delito: contrabando de importación agravado. Ambos fueron llevados a la Unidad Penal Federal 17 de Candelaria. Sus abogados adelantaron que tramitarán la excarcelación para que los sentenciados esperen en libertad el momento en que quede firme el fallo.


La jornada de hoy arrancó pasadas las 9 con los alegatos de las partes. A las respectivas defensas y a la Fiscalía, en este juicio también se sumó la querella, que representaba a la Administración Federal de Ingresos Públicos-Aduana, institución a la que pertenece Jachow.
Las abogadas Claudia Daniela Campuzano y Lucrecia Sokolowski, de la querella, fueron las primeras en dar sus conclusiones.
Hicieron un pormenorizado relato de lo que sucedió esa madrugada, hace diez años, cuando a bordo de un Renault 12 llegó procedente desde Encarnación el paraguayo Reinaldo González Romero y luego de un breve “control” de Jachow, pasó por la zona primaria aduanera y ya salía de la cabecera posadeña del puente cuando lo paró un control de Bromatología municipal. Allí se descubrió que el auto venía repleto de cartones de cigarrillos.
González Romero terminó preso. Al igual que Bouix, quien se presentó ante efectivos de la Policía, que estaban haciendo el procedimiento a corta distancia de la avenida Sáenz Peña, e intentó sobornar a un oficial para que liberaran el coche.
La querella sostuvo que el aduanero hizo una revisión incompleta y apresurada. Que omitió adrede controlar el Renault 12, que tenía que haber pedido todos los papeles al conductor, que manejaba un auto con chapa argentina siendo él de nacionalidad paraguaya. Y que tenía todo el tiempo del mundo en hacerlo, porque había poco movimiento en el puente.
Finalmente, las letradas indicaron que Jachow faltó a las normas éticas de Afip-Aduanas. Lo consideraron partícipe necesario del delito de contrabando de importación calificado y requirieron para él seis años de cárcel. Lo mismo para Bouix.
La fiscal Vivian Barboza siguió en la misma línea, aunque añadió que entre el aduanero y Bouix hubo una trama orquestada, un acuerdo previo. Y que el funcionario no solo dejó pasar al Renault 12, sino a otros dos coches con mercadería ilegal que supuestamente tenían como destino el local que Bouix explotaba en La Placita en esa época.

Pedido de la fiscal
Barboza mencionó que Bouix ya tenía antecedentes por contrabando, de 2005. “En esa época traer cigarrillos del Paraguay era más redituable que ingresar droga”, remarcó.
Sobre el aduanero, dijo que simuló un control solo para que la cámara de seguridad lo tomara supuestamente cumpliendo su deber. Consideró que su actuación fue fundamental para que el ilícito se concretara.
La Fiscalía pidió para Bouix seis años de cárcel como autor y seis para Jachow como partícipe necesario.
A su turno, la defensa del funcionario, a cargo de la defensora oficial Susana Criado, admitió que hubo negligencia de su asistido, pero no intención de cometer un delito. Indicó que debió haber revisado más a fondo y cuestionó el flojo control que es esa época ensayaban Migraciones y el Senasa en el puente internacional.
“Así sea condenado, hoy Jachow se tiene que ir de estos estrados en libertad”, concluyó su alegato.
Por último, dio sus conclusiones Omar Fernández, abogado particular de Bouix. El letrado sostuvo que su cliente intentó sobornar a la Policía para recuperar su auto, que no se probó que lo haya hecho para hacerse de la carga de cigarrillos.
Añadió que no se comprobó que el imputado haya tenido vínculos con los conductores de los otros dos vehículos, tal como lo sostuvo la fiscal. Acto seguido, solicitó la absolución.
Cerca de las 13, los jueces dieron a conocer su veredicto. Condenaron a los dos imputados por contrabando de importación calificado. A Jachow, por ser funcionario, le aplicaron cuatro años y medio. Lo consideraron “partícipe necesario”. A Bouix, coautor, pero le dieron cuatro años. Los fundamentos del fallo se conocerán el martes 4 de octubre a las 18.

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