La Cámara de Apelaciones definirá antes de fin de año el futuro de causas que conmocionaron a Misiones

La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores tiene en estudio una serie de causas resonantes. De la resolución que tomen sus integrantes depende el futuro de casos como la Masacre de Panambí, el de Rocío Santa Cruz, el doble homicidio mafioso y el de Lucía Maidana, por ejemplo.
Los expedientes se encuentran en trámite en las dos salas que tiene el cuerpo y se espera que los magistrados se pronuncien en las próximas semanas.
En el caso de la Masacre de Panambí, lo que tiene que resolver la Cámara es la oposición de la defensa de uno de los imputados a la elevación de la causa a juicio. Entre los argumentos que constan en la presentación se señala que aún no se tomaron todas las testimoniales necesarias para que el expediente llegue a la instancia del proceso oral y público en el Tribunal Penal de Oberá.
La apelación fue presentada por los abogados Ramón Grinhauz y Juan Pablo Fernández Rissi, que representan a Marcial Alegre, uno de los imputados. Piden que sea revocada la decisión de la magistrada Marta Arrúa, que se ordene una prórroga de la instrucción, que se concreten unas medidas de prueba solicitadas por ambos y que le dicten la falta de mérito y la liberación de su cliente.
Alegre está acusado de haber integrado la banda que asaltó y prendió fuego vivos al maderero Oscar Carlos Knack, su esposa Graciela y dos de los hijos de la pareja, Bianca y Cristian la tarde-noche del 25 de mayo de 2014, junto con Julio Pablo Paz y Juan Ramón Godoy, todos de San Javier.

Santa Cruz

También la defensa de Rocío Santa Cruz apeló la elevación a debate de la causa que la tiene como imputada. El 31 de enero de este año, la abogada y ex modelo atropelló y mató al empleado municipal Ramón Cabrera en Quaranta y 115. Venía de una despedida de soltera que había durado hasta la madrugada. En el expediente se acreditó que tenía 1,45 de alcohol en sangre al momento del choque, no guardaba la distancia reglamentaria con otro vehículo y conducía a una velocidad levemente superior para la zona.
Luego del choque, ella abandonó el lugar y recién horas después se presentó ante la Policía.
Cabrera se movilizaba en una motocicleta Lanch de 110 cilindradas. Fue embestido cerca de las 6.
Santa Cruz está imputada del delito de “homicidio culposo”.
En el caso del “doble homicidio mafioso” que tuvo como víctimas a Sebastián Vega y Rodrigo Ibarra, en los primeros minutos del 17 de diciembre del año pasado, en Posadas, la defensa de uno de los acusados, Martín Vedoya, apeló la resolución dictada por el juez de Instrucción Tres de Posadas, Fernando Verón.
Por la muerte a balazos de Vega e Ibarra están entre rejas con prisión preventiva Vedoya, sindicado como el instigador de la matanza, y Luis Morínigo-Sosa, apuntado como uno de los autores materiales. Ambos son considerados autores de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causae, y calificado por la utilización de arma de fuego”.
Otros cuatro sospechosos siguen ligados a la causa, pero están en libertad.
Es una causa compleja, donde lo más complicado de dilucidar es si hay elementos para ligar a Vedoya con la autoría intelectual de los asesinatos, presuntamente vinculados al tráfico de droga en la región.

Cuestión de fondo
También será clave la decisión de los camaristas en torno de un recurso que presentó el abogado de Nicolás Sotelo, el único imputado por el asesinato de la estudiante de Comunicación Social Lucía Maidana.
Deberán expedirse acerca del segundo rechazo de sobreseimiento del acusado. De acuerdo con lo que explicó el letrado Alejandro Jabornicky, los jueces analizarán la cuestión de fondo, en cuanto a qué pruebas hay para que Sotelo siga sujeto a proceso.
Lucía, que era oriunda de Capioví y tenía 23 años, fue encontrada sin vida alrededor de las 21.45 del 6 de abril de 2013, luego de que los vecinos se percataran de había un incendio en el departamento dos que alquilaba la chica sobre la calle Estado de Israel 3495, en el barrio Villa Urquiza de Posadas.
Horas después la autopsia determinó que la chica había sido asesinada a golpes. La castigaron duramente en el cráneo con un martillo u objeto similar.
El único que comprometió a Sotelo es otro universitario que declaró haber visto cómo el sospechoso arrojaba un juego de llaves sobre el techo de una guardería ubicada muy cerca de la Facultad de Humanidades, sobre calle Tucumán. Tiempo después hallaron esas llaves y se comprobó que eran de la pieza que alquilaba la víctima.

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