Los misioneros rockearon hasta Las Pelotas

Un club UMMA lleno de vasos vacios, rastros de cerveza por el piso, cuerpos sudorosos y exultantes de felicidad dejó la visita de Las Pelotas en Posadas. Una noche donde la historia del rock argentino se desató en dos horas de canciones.

El grupo conformado por Germán Daffunchio (voz y guitarra), Gabriela Martínez (bajo y coros), Sebastián Schachtel (teclados y acordeón), Tomás Sussman (guitarras), Gustavo Jove (batería) y Alejandro Gómez (viento y percusión) ofreció un recital de dos horas en su regreso a la tierra colorada.

Las Pelotas pasaron e incendiaron en esta nueva visita que confirmó una verdad: Daffunchio y su combo post-rockero, son mucho más que eso… Las Pelotas son brillantes, son dulces, son picantes y son de acá… son nuestro rock.

Al canto de guerra “vamos las pelooo” llegó la ovación total a Germán…  quien apenas pasadas las 22.30 se hizo presente en posición rockera mirando de espaldas, punteó las notas de “El amor hace falta” y abrió una noche de mucho calor humano, emociones y reencuentro de la familia pelotera. Sin ánimos de mezquinar hits, sonaron en primer orden “Saben”, “Ya no estas”, “Cómo se curan las heridas” y “Personalmente”, baladas melosas que incentivaron a que más de uno abrace a su acompañante o a menearse al ritmo.

Llegan en el marco de la gira “Brindando por Nada” que nos conduce con sus canciones, a un nuevo universo en el que sólo existe espacio para escuchar y dejarse atravesar por la música propia de Las Pelotas. El show estuvo cargado de emociones con las canciones más queridas por el público y el cierre con dos canciones de SUMO fue el broche perfecto.

El disco “Brindando por nada” salió el 18 de marzo, lanzado por el sello “Pop Art”, y en el “Las Pelotas” alcanza uno de sus mejores momentos artísticos mostrándonos el natural espíritu superador del arte que ejercen.

Si para su visita anterior en el 2013 decíamos que sonaban más maduros. En el show de anoche quedó demostrado que siguen más vigentes que nunca. Aceitados como banda, con un Daffunchio enérgico que llega al corazón de los fans haciéndolos desatar en bailes y pogo su felicidad.

El club estaba colmado, fans de todas las edades no pararon de cantar en toda la noche. Desde pibes en el sector menores hasta pibes canosos que hasta se animaban al furioso pogo frente al escenario.

Un recital donde la amistad y el encuentro iban de la mano. Grupos de amigos se movían al ritmo de la música. El encuentro de los misioneros con Daffunchio y compañía volvió a generar esa mezcla rara entre pasión y devoción, que se da con pocas bandas.

Las Pelotas vienen de una de las raíces del rock del país. Con once discos de estudio y miles de giras no han perdido la magia arriba del escenario. La banda del ex Sumo cumplió con las expectativas generadas por las casi mil 400 personas que llegaron UMMA con la intensión de escuchar cómo sonaba en vivo “Brindado por nada”,  su reciente disco.

Los bises del cierre llegaron con la habitual catarata de adrenalina brindada por “Hawai”, “Shine” y los inmortales “Mañana en el Abasto” y “El ojo blindado”.

Prismáticos calentó la previa del show

Para calentar tablas, los Prismáticos, la banda local, preparó un set de canciones donde recorrieron su horizonte que navega entre el rock y el pop, y que con su versión distorsionada de la canción oficial de la provincia, captó la atención de todos los aventurados que decidieron llegar a horario.

Los posadeños de Prismáticos aprovecharon para mostrar su nuevo trabajo “Díscolo”. Arrancaron con una versión rockera de “Misionerita” de Lucas Braulio Areco.

Durante una hora recorrieron parte del disco y de sus clásicos, demostrando nuevamente que José Palacio es un showman. Excelentemente acompañado por Maxi Gruber, Matias Segovia y Leandro Lucas.

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