Julien Chorier había enviado cientos de referencias suyas a diversas empresas. Hasta que apeló a la ironía y, casi sin pensarlo, consiguió un puesto.
Jlien Chorier, un joven francés que estaba verdaremente harto de mandar curriculums de trabajo a diferentes empresas, envió la que creyó sería su último intento, sin saber que la ironía le significaría conseguir un trabajo.
Chorier decidió resumir su último currículum de una forma muy peculiar. Para ello sustituyó todo aquello que consideró no esencial por la palabra «bla».
El joven de 24 años pensaba que las empresas no leían su carta de presentación, pero, al enviar la original misiva repleta de «blas», recibió la respuesta de la empresa Alumnforce, una empresa especializada en herramientas de colaboración para estudiantes y jóvenes graduados, de manera inminente para ofrecerle trabajo.
