Francisco pidió hoy imitar su ejemplo. Una multitud seguirá el domingo la ceremonia en la plaza de San Pedro. Extreman las medidas de seguridad.
En medio de grandes preparativos para albergar a la enorme multitud que se espera llene la plaza de San Pedro y sus alrededores, más la llegada de 1.200 agentes de seguridad italianos de refuerzo, mañana el Papa Francisco proclamará santa a la Madre Teresa de Calcuta, en lo que se considera la ceremonia culminante del año de la misericordia.
“Mañana tendremos la alegría de ver a la Madre Teresa proclamada santa. Este testimonio de misericordia de nuestro tiempo se añade a la innumerable lista de hombres y mujeres que han hecho visible con su santidad el amor de Cristo”, afirmó el pontífice argentino.
Bergoglio habló ante 40 mil personas congregadas en la plaza San Pedro para la audiencia general extra de los sábados durante el año de la misericordia, que concluirá el 8 de noviembre.
El Papa pidió a los fieles imitar el ejemplo de la que ya en vida era considerada una santa por su obra de ayuda a los últimos de la tierra y sobre todo a los moribundos, a partir de las casas que había fundado en Calcuta, India, donde nació su congregación de las Hermanas de la Caridad.
Actualmente existen 758 casas y hospitales de la orden en todo el mundo, a la que pertenecen más de cinco mil monjas provenientes de muchas naciones.
La audiencia de hoy estuvo dedicada por el Papa a los Voluntarios de la Misericordia, que durante este año se han dedicado a la ayuda de las personas necesitadas.
En toda la zona del Vaticano bullen los preparativos y también han sido elevadas al máximo las medidas de seguridad como prevención de un posible atentado terrorista.
Cientos de monjas de la congregación de Madre Teresa se encuentran ya en Roma para participar mañana de la proclamación de la santidad de Agnes Gonxha Bojaxhiu, que nació en 1910 en Skopje, la capital de Macedonia, que pertenecía a la minoría albanesa.
Albaneses y macedones siguen polemizando acerca de la identidad étnica de la Madre Teresa. “Ella nació en Skopje, pero siempre habló de su origen albanés y nunca se la mencionó como macedonia”, dijo el experto albanés Moikom Zego. Pero Valentina Bozinnoska, directora de las Comunidades Religiosas de Macedonia, replicó: “Sabemos que es una de las nuestras”.
La Madre Teresa decía que “por sangre soy albanesa y por mi nacionalidad soy india. Por mi fe soy una religiosa católica y debido al llamado de Jesús pertenezco a este mundo”.
La Madre Teresa dejó su tierra natal a fines de los años veinte junto con su hermana. Durante la dictadura comunista de Enver Hoxha se le prohibió la entrada al país. Volvió en 1989, cuatro años después que murió el dictador y un año antes de la caída del comunismo en Albania, para visitar la tumba de sus padres. Murió en 1997 en un hospital de Calcuta “en olor de santidad”.
En Albania y Macedonia están previstas ceremonias para celebrar su santificación.
Tras hacer el noviciado en Irlanda, la Madre Teresa emprendió el viaje a la India, país que le concedió la nacionalidad. La religiosa, de una enorme popularidad en todo el mundo, se radicó en Calcuta en 1929 y abandonó la orden irlandesa que le había dado la misión de ser profesora de una escuela católica para jóvenes ricas, para dedicarse a la ayuda a los pobres más pobres y a los millares de moribundos abandonados en las calles esperando el “carro de la muerte” que los recogía diariamente.
El Papa dijo hoy en la audiencia general a los voluntarios de la caridad que “no sería digno de la Iglesia ni de un cristiano pasar de largo, dar la espalda a las personas que necesitan ayuda”. Agregó que este “es un pecado grave, un pecado moderno, un pecado de nuestros días”.
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