La dura tarea de la persuasión

La sinergia alcanzada entre el Gobierno y el sector empresario para buscar herramientas que atenúen la crisis en Misiones se vuelve vital para enfrentar la reticencia de la Nación a ofrecer algún mecanismo de compensación por las asimetrías acentuadas por la devaluación, los tarifazos y la inflación que no se detiene.

La problemática económica local es entendida por el Estado y el sector privado, como consecuencia de decisiones macroeconómicas y por ende, las soluciones también deben venir desde la Nación, más allá de los mecanismos que se tomen dentro de la provincia. El planteo unificado fue llevado esta semana a los funcionarios del ministerio del Interior y de Aduanas en sendas reuniones calificadas como positivas por la comitiva misionera, que hizo gala de una enorme dosis de paciencia para explicar por qué el impacto de cada medida es diferente en una provincia cuyas fronteras están rodeadas por Brasil y Paraguay, por donde se fugan cientos de millones de pesos al mes por el atractivo de precios más bajos.

Por eso sorprendió que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio sostenga que “lo peor de las asimetrías ya pasó” basado en la fluctuación de los precios internacionales. La visión macro no se aplica en Misiones, donde las importaciones no entran en containers, sino que se trasladan en miles de personas con compras “hormiga” a precios más bajos en Encarnación, Ciudad del Este, Foz de Iguazú o las decenas de localidades al este del río Uruguay. En paralelo, el valor del dólar no resulta competitivo para los sectores exportadores cuyos costos siguen en alza por la inflación y la logística de distribución hacia los puertos de salida. Su situación se agrava por la apertura de las importaciones, que afecta por igual a los productores de manzanas y peras del sur del país, como a los madereros misioneros.

Mientras la Nación sigue “estudiando” el pedido de un ITC diferenciado para los combustibles, solo de Posadas se fugaron 68 millones de pesos entre mayo y julio por los precios más bajos de los combustibles en Paraguay. Según la Secretaría de Energía de la Nación, de mayo a julio de 2016 se vendieron 27,2 millones de litros de combustible en Posadas, 4,4 millones menos que en igual período del año pasado. Si se asume que el combustible que se dejó de vender en Posadas pasó a engrosar la demanda en las estaciones de servicio de Paraguay, el comercio de frontera solo en ese rubro provocó una fuga de más de 68 millones de pesos desde Misiones hacia Paraguay en tres meses.

Frigerio, de visita en Puerto Iguazú, justificó la demora en tomar una decisión en los posibles “efectos nocivos”, pero no advierte que mientras tanto, el efecto no deseado es el cierre de comercios en Posadas y ciudades cercanas, además de la pérdida de cientos de puestos de trabajo, no sólo en la actividad comercial, sino en la producción o el sector forestal que sufre por las importaciones.

Para eludir los pedidos de ITC diferenciado o un IVA más bajo para Misiones, Frigerio citó dos veces posibles reclamos de Brasil y Paraguay u otros países ante la Organización Mundial del Comercio. Lo mismo dijo cuando se le consultó por la entrada de madera. Rechazó que hubiera “importación indiscriminada” y citó que se toman medidas pero «cuidando la posición argentina en la OMC».

¿Qué quiere decir esto? Es un argumento muy de los 90. Importa más no tener quejas de otros países, ser un buen alumno en los foros internacionales y rezar para que vengan inversiones en lugar de atender puntualmente los reclamos internos. Por miedo a tener una «mancha» en la OMC (alguna denuncia) se postergan alguna tarifa diferencial o subsidio a una provincia periférica de la Argentina.

Pese a que en la campaña fueron varios los empresarios misioneros que acompañaron al PRO, ahora se desmarcan. El presidente de la Confederación Económica de Misiones, Gerardo Díaz Beltran, fue uno de los que participó de las reuniones en Buenos Aires para llevar los reclamos misioneros. Después de enterarse de los dichos de Frigerio en Posadas, sostuvo que el ministro está como mínimo, mal informado. “Las asimetrías comerciales con los países vecinos no disminuyeron. Lejos de mejorarse siguen iguales y eso va en detrimento del sistema financiero de la provincia, tanto del sector privado y como del público. La situación afecta a todos y ya se está sintiendo en el empleo”, advirtió. Consideró además que medidas adoptadas por el Gobierno nacional, como la quita de retenciones, fueron positivas para las grandes economías del agro, pero todavía no tuvieron incidencia significativa en Misiones.

El dirigente de Amayadap y titular de la empresa Coama de Eldorado, Román Queiroz, recordó que «amos todas las semanas a Buenos Aires en búsqueda de soluciones para el sector y volvemos con las manos vacías».

Martín Oria, de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines describió el escenario con crudeza: “A este ritmo en tres o cuatro meses, la provincia va a estar muy mal si no hay algún tipo de arreglo”.

La postura de Frigerio sorprendió porque es el interlocutor más “empapado” de la realidad de las provincias y fueron varias las veces que funcionarios misioneros le expusieron la problemática local. Queda claro que será arduo el trabajo de convencimiento y será clave el rol que jueguen los empresarios para demostrar que en este escenario, son pocos los que podrán salir airosos.

Los representantes de Cambiemos en Misiones están alineados con las políticas nacionales y pensando más en la estrategia política que encararán para 2017 que en los reclamos del sector económico. Frigerio también se hizo tiempo para hablar de política en Puerto Iguazú. Compartió un café, distendido, con el vicegobernador Oscar Herrera Ahuad, el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez y los referentes del PRO Misiones, Alfredo Schiavoni y Tati López Vedoya, delegado de Desarrollo Social. También estuvo uno de sus secretarios, Sebastián García de Luca, secretario de Interior, el funcionario que recibió los reclamos del comercio posadeño por las asimetrías. Afuera se quedó el diputado radical Gustavo González, quien no pudo ingresar a la reunión reservada, pese a sus esfuerzos por hacerse notar.

La alianza local de Cambiemos está entusiasmada con que se apruebe la reforma política que impulsa el Gobierno. El voto electrónico es la apuesta de máxima, pero en el medio se cuela una polémica sumatoria de bancas para agrandar el Congreso. Curiosamente el PRO, que hizo campaña casi despreciando a la política, propone sumar 71 nuevos diputados, 30 de los cuáles responderían a la provincia de Buenos Aires. Misiones sumaría tres. Pero el reparto profundiza el centralismo en la toma de decisiones.

Frigerio dejó claro que sus interlocutores locales son del PRO puro y que toda la gestión debe canalizarse a través del Gobierno provincial con el que mantiene un diálogo impecable. “Tengo una excelente relación con el gobernador Passalacqua y por más que me reúna con intendentes, este Gobierno es respetuoso de las instituciones”, afirmó el ministro.

El efecto de las medidas tomadas por el Gobierno nacional es incontrastable. Más de 150 comercios cerraron en el primer semestre y el desempleo en Posadas creció a 5,1 por ciento, lo que equivale a unas 8.000 personas sin trabajo, mientras que la subocupación, ascendió al 8 por ciento, unas 13.000 personas.

Ante este escenario, el gobernador Hugo Passalacqua sostiene que la mejor defensa es trabajar en conjunto con el sector empresario y apelar a todas las herramientas que sirvan para mitigar los efectos nocivos de la crisis. Por eso, mientras se espera la lluvia de inversiones, el Gobierno se pone al frente de la búsqueda para captar inversiones y diseñó estrategias para incentivar el consumo, como el Ahora Misiones, que se pondrá en marcha apenas cobren los estatales, con ofertas y descuentos financiados en conjunto con Bancos y comercios. En esa línea, gestionó la llegada de la multinacional Arcor para testear productos misioneros que puedan ser industrializados a gran escala.

Las penas no son, vale decir, exclusivas, sino que las economías regionales están todas dañadas por la combinación de dólar quieto y suba de costos internos. Los productores de manzanas y peras recrearon esta semana imágenes que se creían olvidadas: miles de personas haciendo cola en la plaza de Mayo para recibir gratis un par de frutas. Ahora harán lo mismo los productores de leche.

Salvo la soja y algunos granos de la zona pampeana, beneficiados por la quita de retenciones y la devaluación, no hubo mejoras sin cepo ni “restricciones”.

La crisis de las provincias se trasladó al Congreso, donde los diputados de varios puntos del país cuestionaron la política económica del Gobierno ante el jefe de Gabinete, Marcos Peña. La rionegrina María Emilia Soria protagonizó el ejemplo más claro de los contrastes. Con una manzana importada desde Chile, apuntó al mal momento de los productores de su provincia, que regalaron fruta para hacer visible su situación.

Los diputados nacionales por Misiones, salvo los que integran la alianza de Cambiemos, también apuntaron a las asimetrías que afectan la producción local.

Maurice Closs advirtió que en las zonas de frontera “vemos estas señales de alarma que demuestran un país que no está competitivo por un tipo de cambio que no se condice básicamente con la carga tributaria de la Argentina”.

Peña admitió que muchos de los reclamos de Misiones “se enmarcan en el contexto de recesión” en la que cayó el país y se esperanzó en que “sea la más corta y menos profunda que hemos tenido para que podamos ir dando soluciones lo más fuerte posible a estas necesidades, centralmente de la industria maderera”.

“Hay mucho trabajo para hacer. Pronto estaremos yendo a Misiones y esperamos profundizar más con el gobernador Hugo Passalacqua y su equipo para encontrar mecanismos puntuales para lo que tiene que ver con la asimetría de la nafta, que sabemos que es la preocupación más grande”, prometió.

Peña reconoció el atraso cambiario como uno de los temas más complejos para Misiones. “Comparado a otros momentos de crecimiento estamos muy atrasados. Ahora que estamos bajando la inflación, eso nos va a permitir incorporar más herramientas y posibilidades para trabajar con el tipo de cambio”, insistió.

En paralelo, aseguró que están en proceso una serie de obras que requiere Misiones, como viviendas, mejoras en las rutas y hasta la anhelada autovía por la ruta nacional 14 entre Paso de los Libres y Posadas. No quedó claro si fue una expresión de deseos o un cambio de planes, ya que en mayo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, había postergado la extensión de la autovía por la 14 bajo “otras prioridades”.

Mientras se espera que estas obras se concreten, el Gobierno provincial decidió fortalecer a las comunas e inyectar un poco más de recursos al golpeado consumo. Passalacqua reunió a los 75 intendentes en la Residencia Oficial y confirmó el sistema de reparto de los recursos extra que comenzaron a llegar a través de la porción de coparticipación recuperada. El monto mensual que percibirá la Provincia se repartirá entre los 75 municipios; con recursos extra a municipios en situación de ahogo financiero -Candelaria, Andresito, Dos de Mayo, El Alcázar, El Soberbio, Garupá, San Pedro, Bernardo de Irigoyen, San Antonio, San Ignacio y San Vicente-. El porcentaje restante del goteo mensual será destinado al incremento del 5% en los haberes de los jubilados provinciales. De este modo, se mejorará la situación del interior y también un poco del poder adquisitivo de la tercera edad.

Más allá del respaldo a la “gobernabilidad” que se cumple a rajatabla desde el 10 de diciembre, la Renovación dejó claro que hay algunas cosas que no está dispuesta a negociar con la alianza en el poder. En la Legislatura, este jueves, el debate por un formadísimo pedido se transformó en una cuestión de principios. La Renovación, el radicalismo de Vanguardia, los bloques peronistas y el Partido Agrario se unieron para repudiar el decreto que Mauricio Macri que habilita la expansión de la extranjerización de la propiedad de la tierra en la Argentina. No es un debate menor. Misiones es la provincia con mayor porcentaje de tierras en manos de extranjeros con unas 400 mil hectáreas.

Apenas los diputados de la alianza Cambiemos, con el silencio aprobador del radicalismo, se mostraron a favor de “las facultades” del Presidente. Pero las críticas fueron compartidas: Anibal Vogel, de la Renovación, sostuvo que más allá de que el Gobierno provincial brinde “gobernabilidad” a la Nación, “esto trasciende el sostenimiento político porque “afecta a las futuras generaciones”.

El radical de Vanguaria, Hugo Escalada advirtió que “Misiones ya extranjerizo por demás su superficie y encima sus mejores tierras en áreas selváticas” y la reforma presidencial “avasalla los derechos de las provincias”.

En tanto, Martín Sereno, del partido Agrario, recordó que el grupo chileno Alto Paraná solo trajo “miseria, hambre y veneno” a los pobladores cercanos y sostuvo que la reforma “va a contramano de la reforma agraria que necesita el país”. “Parece que el Presidente quiere la tierra sin campesinos”, cuestionó.

En medio de ese álgido debate se coló un dato que puede modificar el mapa si no se deroga el decreto de Macri. Arauco, ex Alto Paraná, quiere sumar 70 mil hectáreas a las 233.000 que ya posee en Misiones. Según trascendió, ya pidió al Gobierno nacional flexibilidad para lograr expandirse, lo que va en contra de las políticas provinciales, que derivaron incluso en la expropiación de tierras para dárselas a los pequeños productores que viven a los costados de la propiedad en Puerto Piray. Pero a pesar de la alianza PRO-UCR, la política misionera rechaza la reforma de Macri, al igual que diversas expresiones a lo largo de todo el país.

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