Un mural de “Barrio Feliz”, un mensaje para toda la vida

En cada visita que el Programa “Barrio Feliz” realiza a distintos lugares de la provincia, deja un mural como impronta. Y con él un mensaje de conservación o de aprendizaje tanto para los estudiantes como para la comunidad del establecimiento escolar.

Durante una intensa jornada de trabajo, Mariana Morgenstern, Andrea Quatrin y Fernando Cáceres, transforman paredes grises en espacios alegres, decorados con un colorido atrapante. “Buscamos dejar a cada escuela algo que le quede para siempre, algo lindo. En cada mural tratamos de dejar un mensaje. Cuando pintamos paisajes o animales de Misiones, la idea es inculcar la conservación, que se cuide la naturaleza, la flora y la fauna que tenemos”.

No se consideran artistas “pero es lo que nos gusta hacer a los tres. Ambas pitamos cuadros y Fernando es tatuador y de esa manera nos complementamos. Formamos un lindo grupo”, añadieron.

Por lo general, antes de poner manos a la obra, buscan un dibujo que guste a los tres. Aunque en ocasiones la sugerencia parte del plantel docente. “En una escuela nos pidieron que plasmáramos el rostro de un aborigen, en alusión a los primeros pobladores de nuestra tierra. Entonces se buscó una imagen que representara a todas las comunidades de Misiones”, explicaron.

Para que la obra se encuentre en armonía con el ambiente, “tratamos de buscar las paredes más lindas de las escuelas, y que sean bastante grandes. Aunque una de las últimas que pintamos tenía entre 10 y 12 metros por lo que tuvimos que resolverla en tres días. Era de muy grandes dimensiones respecto a lo que acostumbramos usualmente, tres veces más grande de lo que solemos pintar”, coincidieron los integrantes del equipo que debe viajar un día antes del desarrollo de “Barrio Feliz”, de modo que cuando la comunidad asista al evento, la pared ya se encuentre decorada.

“Siempre tratamos de buscar que tenga mucho color, que sea muy vivo, que llame mucho la atención y que transmita algún mensaje, por eso es importante que se encuentre en algún lugar visible”, acotaron los “artistas” que para el cometido utilizan látex y aerosoles, y que también llevan el aerógrafo y el compresor, cuando las comodidades de la escuela así lo ameritan.

Aseguraron que lo que más llamó la atención y por lo que recibieron mayores elogios, fueron los paisajes misioneros. “Para nosotros es una experiencia hermosa. El IPLyC SE nos da la posibilidad que podamos dejar a la comunidad algo que nos gusta hacer. No es solo el trabajo que efectuamos dentro del Instituto, sino que las cosas que nos gustan hacer afuera podamos realizarlas para gratificación de todos. Por cuenta propia no podríamos concretar el proyecto porque las pinturas se encarecen, además no podemos ir a cualquier lado y pintar cualquier pared”, insistieron, agradecidos por la convocatoria.

“Estamos recorriendo Misiones y dejando nuestra impronta por todos lados, haciendo lo que nos gusta. Es placentero ir a las escuelas y trabajar bajo la atenta mirada de docentes y alumnos.  En ocasiones hacemos que los niños participen, en otras, los maestros y los chicos nos alientan con aplausos, y eso nos basta”, manifestaron.

Antes de partir a Puerto Iguazú, adelantaron que durante la jornada de mañana (miércoles) los vecinos podrán observar el regalo que dejarán a la comunidad en las paredes de la Escuela N°947, del barrio 25 de Mayo, que decorarán con el rostro de una mujer, acompañado de una flor de loto y otra de irupé.

 

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