Emprendedores: Renunció a una multinacional, volvió a Posadas y fundó una marca que ahora busca «exportar» al país

Guillermo Poujade es un misionero que en los años 90 se fue a vivir a Buenos Aires, donde estudió y trabajó para grandes empresas. Hace unos años, decidió renunciar a un buen empleo en la Capital Federal para volver a Misiones e iniciar su camino como emprendedor. Dejaba la seguridad y comodidad de una gran multinacional y un sueldo seguro por la aventura de fundar algo propio y la incertidumbre de no saber si podría o no funcionar.

Hoy, este posadeño hace más de seis años que tiene su emprendimiento consolidado. Poujade es el fundador y dueño de Código Cerveza, una cerveteca que inauguró un concepto que no existía en el mercado local a comienzos de la presente década. Pero sobre todo, una marca que busca hacer crecer a través del sistema de franquicias. Mediante una franquicia un emprendedor puede poner un negocio bajo el paraguas de una marca, respetando un estricto manual de procedimientos (decoración del local, personal, servicios, productos, etc) y usualmente pagando al dueño de la marca un canon. Poujade está hablando desde hace tiempo con potenciales inversores para expandir Código Cerveza a otras ciudades.

«Desde el comienzo pensé siempre en hacer una marca que fuera franquiciable, que genere valores, que sea aspiracional, sabía hacia donde quería llevar una marca, aunque aún no sabía el rubro, estaba en el proceso de búsqueda de ideas», contó Poujade sobre sus comienzos, allá por el 2009, cuando exploraba alternativas de negocios para volver a instalarse en Posadas. «Tenía que encontrar, además, algo para hacer», explica.

En IBM lo dejaron trabajar tres meses más a la distancia. «Me dio tranquilidad económica por ese tiempo, después empecé a hacer un estudio del mercado, sondeos, averiguaciones, un plan de negocios, a incubar el proyecto, eso me llevó un año», dice. Poujade primero exploró el negocio del vino, pero consideró que «ese mercado estaba saturado». En cambio, apuntó a la cerveza, a pesar de que el mismo no era muy aficionado a esa bebida. «En la cerveza había y sigue habiendo un mercado insatisfecho», afirma.

En Posadas las franquicias -sobre todo gastronómicas- empezaron a pisar fuerte hace muy poco con marcas como Havanna, Café Martínez, Freddo o ahora Subway (funciona en el Hiper Libertad). Pero no hay firmas misioneras que sean franquicias hacia otros lugares del país. Poujade busca ser una de las primeras marcas misineras cuyo modelo de negocio sea «exportable» a otros puntos de la Argentina.

Código Cerveza arrancó en julio del 2010 en un local en Guacurarí y San Lorenzo, pero tiempo después se mudó unas cuadras más cerca de la Bajada a la Costanera en Guacurarí y Rivadavia.

Además de la venta al público de una enorme cantidad de marcas de cerveza importadas de todos los continentes, se convirtió en un lugar para el encuentro después del trabajo. «Acá viene mucha gente para la reunión del día de semana, lo que en Buenos Aires se conoce como el after office», dice Poujade, quien armó su emprendimiento pensando en «la experiencia» del consumidor y no solo el producto en sí.

Hace poco uno de sus proveedores, de la marca Estrella de Galicia, le comentó a Poujade que Código Cerveza era la cerveteca con mayor variedad de marcas de toda Sudamérica.

Los comienzos

-¿Cómo se inicia un emprendimiento propio luego de trabajar toda la vida en relación de dependencia?

-Nace de la inquietud mía de tratar de salir del mercado laboral en relación de dependencia, hasta los 38 años trabajé así, hoy tengo 45 años. Hice la Licenciatura en Publicidad y luego un posgrado en marketing estratégico, me formé en una multinacional de origen estadounidense (IBM), terminé siendo gerente regional para Latinoamérica. Pero no quería más eso para mi vida. Nunca pude imaginar que adentro mío había un gen emprendedor. Uno siempre fantasea con el bar en la playa, ja, ja. Pero de ahí al hecho hay un trecho.

-¿Llevó tiempo dar con un negocio que pudieras poner en marcha de cero?

-Transité por un largo camino de descarte, uno empieza a pensar dónde se ve, soy músico, tuve un emprendimiento musical durante 15 años, llegamos a ser 9 personas, había intereses diferentes, en 2005 se terminó el proyecto lamentablemente. Sabia que tenía que vincularme a la música, el marketing o algo que a mi me apasione, empecé a buscar…Pensé en salas de ensayo con un concepto, pero no lo pude implementar. Empecé a ir para el lado del vino, que es algo natural que se le ocurre a uno. Estaba saturado el mercado del vino, se me prendió la lamparita y la cabeza se me fue al lado del a cerveza, no tomaba cerveza, era más del vino. Tomaba vino socialmente.

-¿Y cómo es la puesta en marcha antes de abrir un emprendimiento?

-Me llevó un año de investigación, encuestas, diseño del concepto, logos, misión, visión, y en el interín incubé el proyecto en una ONG que se llama INICIA, de la cual soy miembro para esta zona. Allí ayudan a emprendedores para que el emprendimiento sea sustentable, si esta bien encaminado tienen más posibilidades de ser una empresa sustentable y que genere el beneficio social.

-¿Cómo funciona una incubadora?

-Te nombran un padrino del proyecto y varios asesores y vas tratando diferentes problemáticas del rubro, a pesar de mi formación, al trabajar en relación de dependencia estás muy encuadrado en la compañía que trabajás, en esta magnitud, es indispensable el dia a dia de la calle.

-¿Y después que está el plan, cómo se sigue?

-Viene la implementación, buscar locales, conseguir parte de la inversión, en julio del 2010 abrimos el primer local de Código Cerveza, en la esquina de San Lorenzo, desde el día que abrió las puertas nunca tuvimos caja cero, eso es bastante, asi hace seis años. Abrimos una sucursal en Puerto Iguazú, nos fue muy mal, tuvimos mala gestión interna, no me gusta echar las culpas internas, estuvimos tres años, cerramos hace un año, no conocíamos el mercado, el cliente, el mercado turístico es distinto. Cometimos errores de gestión, de control, todos los errores juntos, esta bueno, fracasar.

-¿Cómo es eso?

-Es bueno asumir el fracaso, pero cuando pasa el tiempo es un capital muy grande, el problema está que en el camino puede morir gente y hablo literalmente. Porque hay gente que no resiste, o queda mal, depresivo, tiene incidencia directa en la salud. Cuando hablamos con los emprendedores, le decimos, está bueno, el riesgo siempre está,,por mas plan de negocios que tengas. El ser emprendedor, especialmente en este país, es un salto al vacío constante, todos los días, no hay red abajo.

-¿Cómo es el plan para franquiciar la marca Código Cerveza?

-Lanzamos la franquicia Código Cerveza, desde octubre pasado, estamos en proceso de charla, entendimiento, conocimiento de posibles franquiciados. Queremos enteragarla a alguien que este de acuerdo con la filosofía de la marca. Apuntamos a ciudades capitales de provincia o ciudades grandes del interior del país. No nos cerramos a Encarnació, aunque no lo estudié. Estoy focalizado más en el resto del NEA.

-¿Y cómo funcionaría?

-Tenemos tres formatos, Código Cerveza Express, que es para un negocio chico del tamaño de un kiosko o drugstore. Después un local de 50 a 70 metros cuadrados y luego un local más grande, de 90 hasta 120 metros. Tenemos una franquicia que no cobramos canon de ingreso por el uso de marca. El franquiciado tiene que estar dispuesto a seguir las normativas de la marca, no le vendemos directo, tiene libertad y control de sus inversiones y sus compras, el negocio esta en la expansión de marca y valorizarla como tal. A partir del mes 13 en algunos casos se abonará un canon de 0,9 por ciento del valor de las compras pero se le cobrará a los proveedores. No a todos, es en un segmento. La intención es hacer crecer la marca.

-¿Cómo fueron estos seis años y medio?

-Es una combinación de buenas y malas, es muy difícil emprender en la Argentina, es muy difícil, la normativa impositiva, y este es uno de los primeros errores, se fijan mucho en el producto y dejan de lado el análisis de la carga impositiva. En estos seis años en conclusión estamos consolidados y eso es superpositivo, estamos transitando una coyuntura especial. Además, en la Argentina tenemos una alta tasa de emprendedorismo a nivel mundial pero también una alta tasa de mortalidad, el emprendedor emprende por necesidad y no por oportunidad.

MB

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