Cabo fuera de sí tomó de rehén al jefe de la Policía en Iguazú e hirió con su pistola a otro comisario

El suboficial de la Policía Mauro Germán Guarda puso en vilo a toda la fuerza de seguridad provincial en Puerto Iguazú entre la mañana y las primeras horas de la tarde. Se atrincheró en la sede de la Unidad Regional V, donde exigía que se concretara un traslado que hace tiempo había pedido. Además de herir de un balazo a un comisario inspector, tuvo de rehén al jefe de la UR. Finalmente, luego de una larga conversación, en la que incluso medio hasta el jefe de la Policía, comisario general Manuel Céspedes, el cabo primero depuso su actitud y fue traído a Posadas.
Todo comenzó a las 10.40, cuando el policía, que presta servicios en el Comando Radioeléctrico de Esperanza, Wanda y Libertad, se presentó en la sede de la Regional y pidió hablar con el jefe, el comisario mayor Virgil González.
Como González estaba ocupado, le ordenó al supervisor de turno, el comisario inspector Lisandro Daniel Alonso, que atendiera al cabo. “A los pocos instantes escucho que el suboficial estaba reclamando a gritos que lo atendiera porque tenía un problema y solo el Jefe denla Unidad le podía solucionar”, dijo el comisario mayor a sus superiores. Era el inicio del drama.
Cuando el jefe de la UR salió de la oficina vio a Guarda con la pistola reglamentaria en la sien derecha, dispuesto a matarse. Ya entonces estaba pidiendo que llamaran al jefe de la Policía, “porque había pedido su traslado a Puerto Iguazú y aún no se había materializado y que por razones económicas necesitaba urgente que eso se diera”, añadió González en su informe.
“En ese momento comenzó a apuntarme y me hizo entrar a la oficina. Después amenazó a todo el personal que estaba trabajando para que saliera del edificio”, relató.
Alarmado, el comisario Alonso volvió a la oficina y en medio de gritos e insultos, Guarda disparó al aire. El proyectil rebotó y dio en la punta del calzado izquierdo de Alonso. No llegó a perforar el borceguí, pero le causó un hematoma al comisario, que le demandará diez días de curaciones.
Mientras esto sucedía, toda la manzana era rodeada por efectivos de la fuerza. El sonido de la detonación había causado estupor, porque no se sabía lo que estaba sucediendo.
“Ahí llega el segundo jefe de la Regional, comisario inspector Sergio Inocencio Esquivel, quien con toda cautela levanta ambos brazos y luego comienza a dialogar con el suboficial quien también le reclamó que había pedido hace mucho tiempo su traslado a Iguazú y nadie le hacia caso”, precisó González y aportó a continuación un dato que se desconocía: “Sabido es que el traslado de Guarda fuera de la jurisdicción (Puerto Iguazú) se debió por estar sospechado por un hecho de robo calificado, ocurrido en febrero del año 2015”.
Para calmar los ánimos, los responsables de la UR llamaron al jefe de la fuerza, comisario Céspedes. Esto tranquilizó al cabo, quien descargó el arma y se lo entregó a Esquivel, quien se ofreció a llevarlo en su coche particular hasta Posadas. Esa orden se la había dado a Esquivel el propio Céspedes.
Con el suboficial calmado, se fue disipando la tensión en la Regional. Los otros uniformados volvieron a sus puestos. La tormenta había pasado.
Trascendió que Guarda habría tomado un préstamo para construir una casa en Iguazú y allí sobrevino el traslado. No habría podido cumplimentar con las cuotas y mudarse además le habría traído problemas con su mujer. A todo esto se sumó la causa por robo a mano armada. Esta mañana, el problema estalló de la peor manera y solo de milagro no acabó en tragedia.

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