¿Cuándo se debe considerar tratamiento para los sofocos en la paciente climatérica?

Prof. Dra. Blanca Campostrini, MP : 14.886

Este nuevo milenio encuentra a los médicos con la necesidad de conocer la información de las guías, basadas en la “mejor evidencia disponible”, para llevar a la práctica “tratamientos seguros para las mujeres”. Ante esta necesidad, las Sociedades Médicas, líderes de opinión, dedicadas al cuidado de las mujeres menopáusicas, publican periódicamente directrices que respaldan las indicaciones médicas.
De acuerdo a la evidencia actual, la terapia hormonal para el climaterio sigue siendo la mejor herramienta para el tratamiento de los posibles padecimientos en esta etapa. Los fármacos a administrar son, si la paciente tiene útero, estrógenos y progestágenos, que pueden indicarse por distintas vías: oral, a través de la piel -ya sea en forma de geles, parches, óvulos o cremas endovaginales-, mediante dispositivos intrauterinos, vaginales y transdérmicos.

Según las últimas estadísticas, para el año 2025 se estima que habrá mil millones de posmenopáusicas en todo el mundo, dato que indica que las mujeres vivirán el 30% de sus vidas en menopausia.

Esta población cada vez más numerosa implica, para el médico, retos en el manejo clínico, ya que ese déficit hormonal de larga duración tiene consecuencias tales como: alteración del sistema orgánico, compromiso de la homeostasis (equilibrio dinámico), manifestaciones clínico-metabólicas, obesidad, deterioro de la salud en general y prevalencia de patologías crónicas, como por ejemplo diabetes, las que en definitiva conllevan a la disminución de la calidad de vida.

La menopausia es un evento que ocurre naturalmente y es un componente del envejecimiento. El déficit de la producción ovárica de estrógenos (Es), junto con la perdida de la capacidad reproductiva del ovario, son las causas básicas de muchos de los síntomas y efectos físicos que se le atribuyen a esta etapa. Es sabido que, en esta etapa, si bien disminuyen los estrógenos, también lo hacen los andrógenos.

Si bien algunas mujeres pasarán por esta etapa sin experimentar dificultad aparente, otras la vivirán como un reto. En este caso presentarán signos y síntomas tempranos, tales como sofocos, crisis de sudoración, insomnio, irritabilidad, lo que las lleva a la consulta. Es aquí cuando el médico puede actuar “oportunamente” evaluando el estado de salud de cada mujer y, si no hay nada que lo impida, indicará el tratamiento hormonal correspondiente, que es una muy buena alternativa para mejorar la calidad de vida, a la vez que podrán prevenir enfermedades a largo plazo, tales como enfermedad cardiovascular (primera causa de mortalidad en las mujeres) y estados de pérdida de masa ósea (osteopenia/ osteoporosis) con consecuencias muy serias como fracturas, que pueden conducir a discapacidades importantes e incluso la muerte en edades más tardías.

¿Cuándo se debe considerar tratamiento para los sofocos en la paciente climatérica?

El 75% de las mujeres peri y postmenopáusicas van a experimentar sofocos y crisis de sudoración nocturna. La mayoría de ellas van a permanecer sintomáticas entre 6 meses a 2 años, pero, un 25% aproximadamente los van a padecer más de 5 años. Un estudio muy importante: el “Penn Ovarian Aging Study”, demostró que algunas pacientes podrían padecer estos síntomas durante 10 a 20 años.

Ahora bien, ante la consulta de la paciente para iniciar un tratamiento, no hay una respuesta única para todos los casos como puede haberlo en otras circunstancias. Aquí se trabaja en el caso por caso y es recomendado cuando constituyen un síntoma molesto, interrumpe el sueño o afecta negativamente a la mujer. Los sofocos han sido asociados por los investigadores a deterioro de la salud, disminución de la productividad en el trabajo y de la calidad de vida.

¿Cuál es el objetivo del tratamiento hormonal?

Estrógeno y andrógeno están presentes tanto en el hombre como en la mujer, sólo que en diferentes cantidades. Si bien es sabido que son los estrógenos los que disminuyen durante el climaterio, también sucede lo propio con los andrógenos, cuya función básicamente es actuar sobre la esfera sexual, el ánimo, y los músculos. A su disminución se deberían la fatiga, el cansancio, la pérdida de la sensación de bienestar y la disminución del deseo sexual que a veces padecen las mujeres. Son este grupo de mujeres las que deberán ser individualizadas por su médico para el tratamiento correspondiente.

El objetivo del tratamiento hormonal es utilizar fármacos que van a reemplazar el déficit de las hormonas que ocurre en esta etapa. No obstante, también es importante conocer que en algunos casos este tipo de tratamientos, podría tener efectos indeseables como trombo embolismo, derrames cerebrales, y cierto aumento del riesgo de padecer cáncer de mama y enfermedades vesiculares. Por lo que es sumamente importante consultar con el médico especialista y nunca auto medicarse.

La elección del tratamiento y la vía de administración es clave y la realizará el médico tratando de respetar las preferencias de las pacientes, pero fundamentalmente teniendo en cuenta los beneficios a lograr y de soslayar los eventuales riesgos. La elección del tratamiento es absolutamente individual y la deberá hacer el médico.

Un nuevo mundo: estrógenos, progestágenos y preparados no hormonales

No todos los estrógenos y progestágenos son iguales ni producen los mismos efectos.
También es importante conocer que existen preparados no hormonales para el caso de mujeres que presentaran contraindicación a recibir hormonas, o no las prefirieran.
La duración del tratamiento es relativa a cada caso. No hay razones para imponer limitaciones obligatorias a la duración del mismo. La decisión de continuar o no con el tratamiento debe resultar de un acuerdo entre la paciente bien informada y el medico asistente, y del resultado de evaluaciones periódicas que deben hacerse.

El tratamiento hormonal y la prevención o no de enfermedades

El tratamiento hormonal puede prevenir algunas enfermedades cardiovasculares, sobre todo en mujeres más jóvenes menores de 60, o en mujeres que hayan experimentado menopausia a edad precoz (antes de los 40), ya sea en forma espontánea o por situaciones quirúrgicas, quimioterapia u otros procedimientos médicos. También puede reducir el riesgo de cáncer de colon (cáncer muy frecuente en las mujeres). En el caso especial de las mujeres que presentan menopausia “precoz”, la terapia hormonal o anticonceptivos orales deberían indicarse por lo menos hasta la edad promedio de la menopausia natural. Pues estas pacientes, enfrentan síntomas más severos, tienen mayor riesgo de osteoporosis, enfermedad cardiovascular y enfermedad neurodegenerativa.

Es una realidad, que la mayoría de las mujeres necesitarán de estrógenos, aunque sólo sea para apoyar la salud del aparato genito-urinario. De este modo, se podrán prevenir y/o solucionar problemas tales como:
• sequedad vaginal
• dificultad con las relaciones sexuales
• incontinencia de orina
• propensión a prolapsos
• infecciones genitourinarias

Todas las mujeres deben saber que, aunque no experimenten problemas manifiestos, el solo hecho de ingresar en esta etapa de la vida, amerita que realicen una consulta con su médico, quien es el que las orientará para establecer el tratamiento adecuado que las lleve a disfrutar de un climaterio y una vejez saludables.

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