«Operativo calma»: la Argentina y Brasil buscan acercar a sus hinchas y bajar la temperatura en los Juegos Olímpicos de Río 2016

Los hechos de violencia entre argentinos y brasileños en los últimos días preocupan a ambos países y a los organizadores, que buscan impedir una escalada de agresiones.

as imágenes de hinchas argentinos y brasileños peleándose en las tribunas impactaron a altos responsables de los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde hoy se lanzó un «Operativo Calma» para evitar que el asunto se salga de cauce.

«Si no juega Argentina, yo hincho por Brasil», aseguró en un video posteado en redes sociales el exrugbier Agustín Pichot.

«El deporte es una fiesta y es para disfrutar, no para agredirse. Es, sobre todo, para respetarnos», añadió el vicepresidente de World Rugby a LA NACIÓN.

Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), admitió a LA NACIÓN que está «preocupado» por los arrestos de violencia entre hinchas de los dos países.

«Lo que pasó en el tenis no está bueno, ha habido mucha agresión. No puede ser, porque la Argentina y Brasil son dos países hermanos. Estamos trabajando para solucionar esto».

Las frases de Pichot y de Werthein fueron sólo una de las múltiples acciones que se tomaron a nivel de los dos gobiernos y del comité organizador de Río 2016. Nadie quiere una escalada entre dos países vecinos y socios, aunque los Juegos Olímpicos no faciliten el asunto: el sábado por la tarde, por ejemplo, argentinos y brasileños se medirán en el básquet, uno de los deportes más «calientes» en Río 2016.

Una de las intervenciones más inesperadas y claras fue la de Julio Olarticoechea, entrenador de la selección de fútbol, que recordó el paso de miles de argentinos por Brasil durante el Mundial de 2014.

«Es así. Cosecharás tu siembra. Si venimos y le decimos ‘Brasil decime qué se siente’ en la casa de ellos durante un mes, era obvio que podía pasar esto. Hay que ser realistas. Más allá del fútbol, nos queremos los argentinos y los brasileños. Hay amor-odio, pero no me gustan las peleas. Sí acepto las canciones y las cargadas porque son parte del fútbol».

La embajada argentina en Brasil, comandada por Carlos Magariños, organizó en la noche del lunes un asado en Brasilia para la selección de fútbol que se mide mañana allí a Honduras, y aprovechó también para que los propios jugadores les bajaran un mensaje a los hinchas.

«Como argentino recomiendo a todos que vengan a jugar acá porque es muy lindo», dijo en un video Jonathan Calleri, delantero del Sao Paulo.

Lo mismo dijo Lucas Romero, que juega en el Cruzeiro de Belo Horizonte: «Si uno tiene la posibiidad de venir a jugar a Brasil, que no lo dude».

La presencia de jugadores argentinos en el fútbol brasileño creció en los últimos años y en Río 2016 los seleccionados locales de rugby y básquet son dirigidos por argentinos.

La embajada argentina en Brasil admitió a LA NACIÓN que está «siguiendo el tema con atención».

«Es evidente que hay un clima de fricción, y queremos que no escale más. Afortunadamente, hasta el momento no ha habido ningún argentino detenido en peleas callejeras y tampoco ha aumentado el número de incidentes consulares a raíz de los Juegos Olímpicos», señalaron fuentes de la representación diplomática.

El «Operativo Calma» continuará mañana ya a nivel gubernamental, con una reunión entre el secretario de Deportes brasileño para el Alto Rendimiento, Luiz Lima, y su homólogo argentino, Orlando Moccagatta.

«El objetivo es estimular la buena convivencia entre argentinos y brasileños durante los Juegos de Río 2016», dijo el gobierno brasileño en un comunicado.

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