Luchaban por la salud de su hijita trasplantada y aparecieron todos muertos

Una tragedia en EE UU. La pareja era conocida por haber contado su drama a los medios. Los dos y sus tres hijos chicos fueron hallados muertos, con heridas de bala.

Una pareja que luchaba por la salud de su hijita de dos años, que había superado un trasplante de corazón, apareció muerta junto a sus tres hijos en su casa de Pensilvania, Estados Unidos.

Megan Short, de 33 años, había acordado almorzar con su madre el sábado pasado, pero no se presentó y no contestaba el teléfono. La madre, entonces, llamó a la Policía, para que fuera hasta la casa de su hija y se asegurara de que todo estaba bien. Pero los agentes que llegaron a la casa que Megan compartía con su esposo y sus tres pequeños hijos encontraron un panorama desolador: en la casa estaba la familia completa muerta; todos los cuerpos presentaban heridas de bala.

El grupo familiar estaba formado por Mark Jason (40), su esposa Megan (33) y sus tres hijos: Lyanna (8), Marcos (5) y Willow (2). Al día siguiente del terrible hallazgo, la Policía de Sinking Spring, en las afueras de Pensilvania, EE.UU. informó que junto a los cuerpos de los adultos se había hallado un arma y una nota escrita a mano que señalaba que lo ocurrido era una secuencia de homicidios-suicidio.

Sin embargo, quienes investigan el trágico hecho no dieron a conocer aún detalles. Se desconoce quién habría cometido los asesinatos. Sí se supo, aunque sin detalles, que la pareja no atravesaba un buen momento.

La familia era conocida porque el año pasado había aparecido en medios nacionales de los Estados Unidos a partir de las dificultades que atravesaban por el trasplante de corazón a la que fue sometida cuando tenía apenas días de vida, finalmente con éxito, la hija menor de la familia, Willow, cuando tenía apenas días de vida.

Según contaron a la prensa el año pasado, Willow padecía un trastorno cardíaco congénito grave y la familia tenía serias dificultades para conseguir los medicamentos necesarios para el crecimiento de la nena.

En su momento, la mamá de la beba había contado en un blog que no había podido soportar ver todo lo que estaba sufriendo su hija. «Todavía puedo sentir las emociones y el miedo cuando los médicos me dijeron que no iba a sobrevivir a la hemorragia masiva que estaba experimentando después de la cirugía», contó Megan.

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