Atlético Nacional, con la ventaja de ser el favorito, local y haber logrado un empate con goles (1 a 1) en la ida, recibe en Medellín a Independiente del Valle, que busca una nueva hazaña en la final de la Copa Libertadores.
El conjunto cafetero, apoyado por más de 40.000 espectadores, busca consolidar su gran campaña en el certamen continental y armar la fiesta en el estadio Atanasio Girardot, donde espera imponerse en el juego definitivo que comenzará a las 21 con la televisación de Fox Sports.
«Hay que culminar bien lo que empezó de la misma manera», dijo a medios locales el arquero argentino Franco Armani, una de las figuras del conjunto verdolaga, para quien su equipo merece «levantar un título».
El conjunto, dirigido por Reinaldo Rueda, ha hecho una campaña fantástica en el torneo, dado que en 13 partidos acumula nueve victorias, tres empates y apenas una derrota, lo que lo hace candidato.
El entrenador sabe de la presión que esto implica y la ansiedad que vive la ciudad en las horas previas al juego, por lo cual aseguró que espera que «Nacional imponga su jerarquía».
El estratega indicó sin embargo que el partido será «de alta intensidad» y complicado por «la calidad del rival y del juego que ha venido realizando».
El conjunto colombiano llega completo a la final, con jugadores jóvenes con hambre de gloria como el atacante Miguel Borja, quien llegó este semestre al verdolaga e inmediatamente se puso la chapa de ídolo tras marcar loscuatro goles de las semifinales ante San Pablo. «Estamos a las puertas de quedar en la historia del club para siempre», dijo el atacante.
De ganar, Atlético Nacional obtendría por segunda vez la Copa Libertadores (luego del logro de 1989) y sería el campeón con más puntos conseguidos en la historia con 33, seguido de Boca que hizo 32 en 2003.
Además, Colombia obtendría su segundo título internacional consecutivo, después de que Santa Fe ganara el semestre pasado la Copa Sudamericana. Esto ratificaría el fenomenal momento del deporte de dicho país.
La última hazaña
El escollo que debe afrontar Atlético Nacional no es sencillo, porque Indepediente del Valle ha hecho una campaña cargada de milagros que lo llevaron a la final atravesando un verdadero campo minado.
Los dirigidos por el uruguayo Pablo Repetto han disputado 14 partidos en el torneo, pues comenzaron en zona de repechaje, acumulando nueve victorias, dos empates y tres derrotas.
En el camino, los Rayados del Valle dejaron a clubes de jerarquía como Pumas de México, Colo Colo de Chile, y los argentinos River y Boca, en juegos con tintes épicos.
Los ecuatorianos buscarán hacer historia en Medellín
«Los favoritos siempre han sido otros. Al final les hemos ganado a rivales muy grandes», dijo a medios ecuatorianos el zaguero central Arturo Mina, considerado el motor anímico y futbolístico del equipo.
El futuro jugador del Millonario admitió que durante todo el torneo se le han quitado méritos a Independiente considerándolo inferior a sus rivales, comentarios que a la postre han sido gran motivación. «Al equipo le dan en el orgullo y por eso hemos dado batacazos en canchas importantes y contra grandes equipos», añadió.
La pregunta que ronda en Medellín es si el equipo ecuatoriano tiene la cuerda suficiente para consolidar una nueva hazaña, ante un local que llega en gran momento y que lo dominó mayormente en Quito.
Repetto sabe que el juego será difícil pero se mostró confiado en «hacer un buen papel» y recordó que en la ida anotaron «en los últimos minutos», dando «muestras de que podíamos ganarles».
El Negriazul tiene en duda a su delantero José Angulo, quien se recupera de un fuerte golpe en un tobillo recibido en el juego de ida. De no estar, sería reemplazado por Miller Castillo.
El juego será dirigido por el misionero Néstor Pitana, asistido por sus compatriotas Ezequiel Brailovsky y Ariel Scime.
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