Fraternidad, Solidaridad y Paz los lemas de la Jornada Mundial de la Juventud 2016

Inició la XXXI Jornada Mundial de la Juventud con el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Dziwisz, dando la bienvenida a 500.000 jóvenes rodeados por una primavera de banderas, signo de fraternidad, solidaridad y paz. Un clima tranquilo y con intensivo despliegue  de fuerzas de seguridad.

En la homilía, pidió a los jóvenes llevar “la chispa de la misericordia”. Les habló de un único camino construído en base a una cultura de diálogo y de encuentro a fin de sembrar una civilización de la bondad, de reconciliación, amor y paz.

Entre los jóvenes, se encontraban los 5,600 jóvenes de todo el mundo salesiano, la Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, junto con los Inspectores de Polonia y muchas Hijas de María Auxiliadora. El Rector Mayor P. Ángel Fernández Artime y algunos Consejeros generales se encuentran en Cracovia para asistir a los distintos eventos de la JMJ, incluyendo la Jornada Mundial del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS).

La J.M.J., trascenderá en la historia de la humanidad, marcará el inicio de un histórico proceso de paz, donde las grandes potencias demuestren el existente cambio de tendencia que los líderes religiosos ya han demostrado. Las palabras de Francisco llegarán a todos los corazones, sin jerarquías, sin discriminar idiomas, religión, ni color de piel. No nos resignemos, “atreverse a ir contracorriente con misericordia” es el lema, el mundo ya no es el mismo en los últimos tres años.

Francisco en vuelo, mencionó la existencia de un mundo que está en una guerra a trozos, una guerra por intereses, por el dinero, por los recursos naturales y el dominio de los pueblos; y de una paz que todas las religiones quieren.

Ya en tierra Polaca, resaltó la invaluable humanidad de ese pueblo, su espiritualidad y conciencia de identidad, esenciales para organizar una comunidad nacional basada en su cultura y tradición, social, político, económico y religioso, manteniéndolas fiel a la tradición y al mismo tiempo, abiertas a la renovación y al futuro. Y su gran gesto de declaración conjunta entre la Iglesia Católica en Polonia y la ortodoxa de Moscú, que inició un proceso de acercamiento y hermandad, no sólo entre las dos Iglesias, sino también entre los dos pueblos.

La juventud no es un tiempo en la vida, es un estado de ánimo, abramos nuestros corazones de par en par con los nuestros, amigos, familia, sintiendo el latir de los niños, ancianos, madres, dejémonos reconciliar  con el prójimo. La familia continúa siendo una escuela inigualable de humanidad

Podemos evitar que el mundo se convierta en un cementerio, nuestras patrias necesitan gestos de misericordia, de encuentro, de alegría, gestos de esperanza que nos eleven para el continuo caminar, un caminar conscientes de la meta y dejando de lado el lastre de cualquier  índole de corrupción.

La J.M.J. Cracovia, trascenderá en la historia de la humanidad, no será un solo “cargar pilas” con vivencias en especiales contextos, ni tan sólo un reemplazo de autoridades eclesiásticas. Será el inicio de un histórico proceso de paz, donde las grandes potencias demuestren el existente cambio de tendencia que los líderes religiosos ya han demostrado.

Un deseo de Francisco:”Esperemos que los jóvenes nos digan algo que nos dé un poco más de esperanza en este momento”.

Gabriel Alsó

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