La conmovedora historia del nene que pidió «una estufa» en la fuente de los deseos

Sus maestras de primer grado se pusieron en campaña para que se cumpla el pedido. Sucedió en Rosario, Santa Fe.

Un nene pequeño les contó a sus maestras que había pedido «ante la fuente de los deseos, una estufa». Las docentes iniciaron una campaña para que tenga una y pueda pasar los días de frío que quedan lo más calefaccionado posible junto a su familia. Aseguran que son más los chicos que no tienen con qué calentarse en sus hogares.
Axel tiene 6 años y va a primer grado de la Escuela N°1.318 de la Comunidad Eva Perón, de Saavedra al 6100. Durante una charla con su maestra sobre qué habían hecho el fin de semana, le contó que había estado en el Monumento a la Bandera y ante «la fuente de los deseos había pedido una estufa».
Carina Temperini es la maestra de primer grado junto a Ana Laura Paolucci. Contó que antes de las vacaciones en una de las tantas rondas de conversaciones que tiene con sus alumnos, Axel le contó que había estado con la familia en el parque y ante «la fuente de los deseos», que supone se trata de alguna de las apostadas junto al Monumento, pidió tener una estufa para pasar mejor el invierno.
«Ayer, al regreso de las vacaciones, le preguntamos si se había cumplido ese pedido, confiadas en que había ocurrido, pero nos dimos cuenta que no, que aún seguía esperando», repasa Carina. Enseguida con sus compañeras de grado y demás maestras de la Escuela Primaria de zona oeste se pusieron en campaña para conseguirle la calefacción necesaria. En principio, decidieron prestarle una de la escuela; sin embargo advirtien que la situación de Axel no es la excepción.
«Se nos ocurrió contarlo por las redes sociales», dice Carina. La solidaridad se hizo sentir de inmediato en especial de docentes de distintas escuelas que preguntaron cómo ayudar.
Entre las primeras en dar una mano están también las mamás de la salita Naranja del Jardín del Colegio Dante Alighieri, que además ya han reunido mucha ropa para los más pequeños, y a quienes las maestras expresan su agradecimiento.
Carina está confiada en poder ayudar a Axel y su familia, pero también a todos sus alumnos de primer grado. Dice que este año se notó más la falta de útiles en los chicos, igual que el aumento de pedidos para estar en el comedor. «Por lo general los de primer grado pueden repetir la comida, pero la verdad es que no siempre alcanza», confiesa apenada por la situación social.

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