Con miles de visitantes diarios, el Parque del Conocimiento se posicionó como el lugar elegido por las familias misioneras para disfrutar del receso invernal.Familias completas deambulando por el predio y con la indecisión… ¿por dónde comenzar? Es que las múltiples propuestas convirtieron a El Parque a la Siesta en un auténtico carrusel de diversión para toda la comunidad, sin importar edades ni nada que no sean las ganas de diversión.
Desde el ingreso al Parque ya se podía observar que algo diferente estaba pasando. La entrada alternativa (la principal fue clausurada por seguridad para evitar el desplazamiento de vehículos por las calles internas) ahora luce renovada con murales pintados, algo que se repite en el gran espacio frente al edificio principal, que fue decorado por las manos de cientos de niños asesorados por artistas plásticos de la casa. Luego de estacionar el auto en alguno de los amplios espacios habilitados, llegaba la hora de tomar la primera decisión: ¿la Ludoteca Gigante o la Kermesse en Plaza Seca? Ambos espacios, con una gran variedad de actividades para todos los gustos, fueron las áreas con mayor concentración de gente, sin olvidarnos de las seis funciones a sala llena de “Cosas de Payasas”, que abarrotaron al Teatro Lírico. El Museíto, montado por el Ballet Folklórico en la planta baja del Observatorio, desde donde los bailarines caracterizados con los personajes de las diferentes puestas en escena y, causando cataratas de risas, los ya famosos animales de la selva.
A todo esto hay que sumar la cantidad de espectáculos planeados por cada una de las áreas del Parque del Conocimiento. Danza para todos, de la mano de la Academia de Ballet de Moscú y Legado Regional, talleres de música con elementos reciclados y una muy interesante aproximación a la musicalidad Mbya con los programas Late y Oré mba’e, respectivamente. Siguiendo con la música, la Orquesta Juvenil del Parque del Conocimiento, dirigida por el concertino de la Orquesta de Cámara, Diego Salazar Henning, volvió a ofrecer una tarde de concierto con obras desde Mozart, Bach y Vivaldi hasta Piazzolla, entre otros los autores. El Ciclo Sinfónico Juvenil fue un éxito. Despertó el interés de los más pequeños y las ganas de acercarse a la música. Además, desde el Centro de Arte se propuso pintar escenas de los Cuentos de la Selva, bajo el experto asesoramiento del maestro Bernardo Neumann.
Si a todo esto le sumamos, barriletes gigantes surcando el cielo, cientos de niños en una gran bicicleteada organizada por el área de Infancia y la masiva marcha zombi, con Ciclo de Cine de Terror realizado desde el Espacio INCAA, completamos un cóctel de adrenalina y diversión planificada para el regocijo de toda la familia y con los niños como eje de acción.
La jornada de ayer marcó el final de las vacaciones, y en medio de un gran despliegue de fuegos artificiales que coronó dos semanas de ardua labor, hubo lugar para el agradecimiento a la familia misionera que, con su masiva concurrencia, respaldó cada una de las propuestas emanadas desde el Parque del Conocimiento, que logró recobrar ese vínculo con la sociedad misionera mediante propuestas de gran valor artístico, contenido educativo y, como siempre, gratis y para todos.
Los muertos vivientes invadieron el Parque del Conocimiento al ritmo de Thriller
