Según Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, la transición Argentina debería afianzar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, aunque el impacto adverso en la actividad a corto plazo ha sido mayor de lo previsto.
En relación a la Actividad económica estiman que podría recuperarse hacia finales de 2016, a medida que la inflación se modere gradualmente, que se estimule el gasto y que se reduzcan las tasas de interés.
El organismo también prevé que la orientación más acomodaticia de las políticas monetaria y fiscal promueva el crecimiento en 2017, pero que complique el cumplimiento de las metas fiscales y de inflación anunciadas este año.
El FMI advirtió que «el impacto adverso» de la «transición» económica fue «mayor de lo previsto» y corrigió a la baja su previsión del nivel de actividad en el país para este año, que cerrará con una contracción de 1,5%.
«El ajuste de los precios relativos en el primer semestre de 2016 -tras la depreciación del tipo de cambio y el alza de las tarifas de los servicios públicos- ha acelerado la inflación y perjudicado el consumo privado«, escribió Werner en un documento dado a conocer esta mañana en Washington.
Según Werner, «la transición a un marco de política macroeconómica más coherente y creíble sigue avanzando, y debería afianzar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo, aunque el impacto adverso en la actividad a corto plazo ha sido mayor de lo previsto».
Las nuevas estimaciones del organismo sobre el PBI 2016 son más pesimistas. En abril pronosticaba un retroceso de 1% para todo el año. Ahora temen que la caída en el PBI sea de 1,5%.