Se esconde debajo de la cama para ver si su novio es fiel. Mirá lo que pasó

El peor enemigo de la relación es el aburrimiento y la rutina. Es un gran reto para cualquier pareja que viene después de estar un tiempo juntos. Al principio es todo de color rosa, se vive cada momento como si fuera el último y lo que más se desea es conocer a la otra persona lo mejor posible. Sin embargo, después de un tiempo ya creemos que lo sabemos todo y poco a poco dejamos de luchar por el afecto de la otra persona cada día.

Cuando viene ese tiempo, en cada pareja puede aparecer la duda si la otra persona todavía siente lo mismo. Esto es lo que le pasó a la protagonista de nuestra historia de hoy. Después de que su relación durara mucho tiempo, no sabía ya si su pareja la sigue queriendo o no.

Esta historia circula en la red durante un tiempo. Es sobre una mujer que decide someter su relación a una prueba muy difícil y aprende una muy importante lección a partir de ello.

Después de que la primera chispa de amor desapareciera en su relación, la chica decidió probar a su pareja e inventó un plan que, en su opinión, era simplemente genial. Quería probar de manera muy seria a su hombre, comprobar si le es fiel en la relación. Para hacerlo, tenía que ser testigo de su reacción después de descubrir que ella le había abandonado. ¿Pero cómo poder hacerlo? No podía hablar en persona, ya que entonces su reacción podría no ser auténtica. Y además ella no quería abandonarlo en realidad. Le quería con todo su corazón y simplemente quería saber si él también.

Su plan era muy sofisticado. Escribió una carta a su novio diciendo que estaba harta, que no veía ningún sentido en continuar la relación y que se va para siempre. Palabras muy fuertes, pero recordamos que ella no quería dejarlo, simplemente quería una reacción por su parte.

Una vez preparado el plan maestro, lo único que tenía que hacer era esconderse debajo de la cama y esperar. Después de un tiempo, pudo oír como este entra en la habitación. Su corazón latía descontroladamente. En muy breve iba a conocer la respuesta a su pregunta.

Él se acercó, agarró la carta y empezó a leer. Cuando terminó, la chica no podía creer en lo que estaba oyendo. Empezó a silbar, agarró el celular y realizó una llamada. Estas fueron sus palabras: “¡Hola, cariño! En seguida estoy. La tonta esa al final se dio cuenta de que tengo a otra. Al final se fue. ¡Qué error esa relación! Estoy tan contento de estar libre de ella. ¡Qué pena que no te conocí antes! ¡Nos vemos dentro de poco!”

La chica quedó atónita. ¿Cómo era posible? No tenía ni idea. Todo su mundo se derrumbó en cuestión de segundos. Al rato pudo oír como si su novio recogiera algunas cosas y salía de casa.

Poco a poco salió de debajo de la cama. Así que de esta manera terminaba su relación. Aunque posiblemente era mejor así que de otra manera más brusca. De entre las lágrimas lo único que logró ver era una corta carta que había dejado su novio. Se acercó a ella y con mano temblorosa la levantó para leer las, posiblemente, últimas palabras de parte del amor de su vida.

Podía sentir como todo el cuerpo le temblaba. Por una parte quería leer la carta y las palabras que le había dejado su novio, por otra parte sentía un gran miedo. Todavía no podía creer en lo que estaba pasando. Era como si un gran peso se hubiera creado en su vientre y la tiraba hacia el suelo. Finalmente, abrió los ojos para ver las siguientes palabras: “¡Tonta! La próxima vez que quieras engañarme, asegúrate de que tus pies no sobresalen de debajo de la cama. He ido a la tienda. ¡Nos vemos en un momento! ¡Te quiero!”

En ese momento no sabía si llorar aún más o reír de lo realmente tonta que había quedado en aquel momento. A lo mejor no salió todo como ella lo había planeado y la reacción tampoco era lo que se esperaba, pero un gran alivio dominó su cuerpo entero.

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