Muerte de la docente Rosa: los policías imputados rechazaron ir a juicio oral

La defensa de los dos policías imputados por la muerte de la docente Carmen Mirta Rosa (47), ocurrida en Garupá en 2013, apeló la decisión del juez de Instrucción Siete, Carlos Jorge Giménez, de elevar la causa a juicio oral. Y ahora, el expediente está en la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores, que se pronunciará después de la feria judicial de invierno.
El oficial Aldo Daniel Villalba está acusado de los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, abandono de persona agravado por el resultado muerte en concurso ideal y falsificación ideológica de instrumento público en concurso real”.
En tanto que el sargento Luis Albino Rotela es considerado responsable de “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona agravado por el resultado muerte en concurso ideal”.
El jueves 14 de febrero de 2013, vecinos del barrio Los Potrillos encontraron el cuerpo sin vida de Rosa al lado de la cancha de fútbol. La mujer era una docente que sufría problemas mentales.
La autopsia reveló que la muerte se había producido por golpes. Poco después, el juez de Instrucción Seis, Ricardo Balor, dispuso el arresto de los policías Villalba y Rotela, que prestaban servicios en la comisaría Quinta, y que habían sido los últimos en tener contacto con la mujer.
Los uniformados habían ido en un patrullero al barrio Nuevo Garupá, convocados por una familia en cuya casa Rosa había llegado totalmente desorientada. Ellos la subieron al móvil. Después ella fue hallada sin vida.
El magistrado Balor entendió que los uniformados habían golpeado a la docente. Por eso los procesó por el delito de “homicidio”. Sin embargo, los defensores apelaron y el Tribunal Penal Uno (que entonces entendía en las apelaciones) revocó la decisión del magistrado, que se apartó de la causa.
El expediente recayó en el entonces juez de Instrucción José Alberto López, quien decidió la excarcelación de los policías y cambió la calificación a “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona agravado”.
López también consideró que Villalba había incurrido en “falsedad ideológica”, porque cree que volcó datos falsos en la instrucción del sumario policial. Por ejemplo, afirmó que el cuerpo hallado en Los Potrillos era NN y él sabía que se trataba de Rosa, según el magistrado.
El caso tuvo de todo. Incluso un episodio que pudo haber terminado en desgracia. El padre del oficial Villalba burló la custodia de la Casa de Gobierno, se subió a una antena y amenazó tirarse si no liberaban a su hijo. Finalmente lo convencieron y depuso su actitud.
López ascendió a camarista y asumió la titularidad del juzgado de Instrucción Siete Giménez, quien mantuvo la acusación sobre los policías y consideró que la investigación estaba terminada. Por eso decidió que la causa vaya a juicio oral.

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