Hoy termina un seminario de tres días llamado XV Encuentro Santander América Latina en el que la empresa española anunció que pretende destinar u$s 2400 millones a financiar obras de infraestructura en la Argentina, recibió a dos funcionarios del Gobierno nacional y, en general, las distintas autoridades del banco no se cansaron de resaltar sus coincidencias con el Gobierno de Mauricio Macri. Los funcionarios nacionales Miguel Braun, secretario de Comercio, y Guillermo Dietrich, ministro de Transporte, fueron oradores en el evento.
Cristofani ayer resaltó el éxito inicial que parece haber tenido la línea hipotecaria del banco basada en la iniciativa del titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger. En los primeros 16 días al 4 de julio pasado se concretaron 1942 solicitudes de los créditos recién lanzados por el Santander Rio, de los cuales el 73% resultó aprobado (es decir que obtuvieron la calificación crediticia necesaria). Esas 1357 solicitudes que pasaron la primera instancia representan créditos hipotecarios por $ 1575 millones muy cerca de los $ 1900 millones de stock de hipotecarios con los que cuenta el banco en total. Unas 700 solicitudes están en proceso de tasación para empezar a ser otorgadas.
«Si proyectamos los $ 2000 millones en un año implica aproximadamente $ 24.000 millones, que es el equivalente al 40% de la cartera actual de créditos hipotecarios de todo el sistema financiero en su conjunto, que está ahora en $ 58.500 millones», dijo Cristofani. «El potencial que hay es enorme; estamos acostumbrados a medir la expansión del crédito en términos de porcentaje y ahora es cuestión de múltiplos».
El BCRA lanzó las UVI en abril de este año. Basadas en el modelo de las «unidades funcionales» chilenas, una especie de moneda indexada por inflación que -como el dólar en la Argentina- se utiliza en el país vecino para cerrar préstamos y depósitos de largo plazo. Al ajustar por inflación, la cuota sube con los precios con lo cual su valor relativo se mantiene siempre estable, con la esperanza de que el nivel de salarios siga a la inflación de manera tal de no atrasarse (la esperanza y una salvaguarda: si el índice CER movido por precios crece 10% más que el CVS de salarios el banco está obligado a ofrecer una extensión de plazo).
Con un abril récord de inflación desde la salida de la convertibilidad la implementación de las entidades financieras y los salarios avanzando lento, los primeros meses de la UVI no fueron de lo más explosivos. Para colmo, inicialmente pocos bancos las incorporaron: los bancos Provincia, Hipotecario, Ciudad, Macro, Galicia y el BBVA Francés ya lo están ofreciendo. Pero varios, como el Santander Rio, tardaron en sumarse.
«Tardamos, primero, por un motivo tecnológico ya que queríamos tener nuestra plataforma online. Segundo, por una cuestión legal, ya que el nuevo Código Civil mantuvo una cláusula que prohibe la indexación por inflación de créditos hipotecarios que, pensamos nosotros, generaba un problema que va a quedar saldado con la Ley Cobos que ya tiene media sanción. Tercero, por la moderación de la inflación», dijo Cristofani.
Los créditos del Santander Rio otorgan hasta $ 2,5 millones, en plazos de hasta 20 años y a una tasa del 5,26% por sobre la variación de la UVI. Por ahora, sólo permiten que los tomen clientes con cuenta sueldo y que pretendan financiar la compra de una vivienda.
En este esquema, para conseguir un crédito por $ 1 millón se necesita un ingreso familiar de $ 24.000 mensuales. Esto se compara con ingresos familiares de $ 36.000 necesarios para conseguir $ 800.000 a través del programa a tasa subsidiada, sin UVI, que lanzó hace poco el Banco Nación.
La diferencia, claro, es que las cuotas del programa del Nación pierden valor frente a la inflación mientras que las cuotas del crédito indexado siempre se mantienen estables en términos reales, porque suben con los precios.
