Mató a su mujer y luego encerró a su hijastra con el cadáver de la víctima en 2014: ahora piden que vaya a juicio

La fiscal de Instrucción Seis de Posadas, María Laura Álvarez, pidió que Jorge Alberto Gauna (26) vaya a juicio por la muerte de su mujer, ocurrida en Garupá en 2014. El caso en cuestión es recordado porque el femicida encerró a la hija de la mujer (que era de una relación anterior de la víctima) con el cadáver de su madre, y él se fue a dormir a la casa de sus padres, con el bebé que había tenido con la víctima.
La carátula del caso es «homicidio calificado por la convivencia». Es un delito que contempla la prisión perpetua. El acusado está preso desde hace dos años y si lo declaran culpable pasará encerrado tres décadas más.
Ahora, la defensa del acusado puede rechazar la elevación a juicio. Si eso ocurre, deberá intervenir la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores.
La instrucción de la causa la hizo el juez Ricardo Balor, quien dio por cerrada la investigación a mediados de junio.
El asesinato de Yanina Andrea Benítez (24) ocurrió en los primeros minutos del sábado 18 de octubre de 2014, víspera del Día de la Madre, en una casa ubicada en Brasil y Paraguay, barrio Unidos. La pareja llevaba junta dos años y tenían un bebé. Pero la discusiones eran una constante. Ese día, Gauna pasó de la agresión verbal a la física. Sujetó a la mujer del cuello hasta asfixiarla.
Después de estrangular a su concubina, arrastró el cuerpo hasta una habitación donde dormía la hija mayor de Yanina, fruto de una pareja anterior. La nena de seis años fue encerrada con el cadáver de su madre y tuvo que pasar toda la noche allí, porque nadie escuchó su pedido de auxilio.
Gauna, como si nada hubiera pasado, cargó al bebé de cinco meses y se fue a dormir a la casa de sus padres.
A las 11, el hombre se presentó en la Comisaría de la Mujer del barrio Fátima para hacer una «exposición»: dijo que había peleado con su pareja y él quería la tenencia del bebé. Ya entonces, los familiares de Yanina la habían encontrado sin vida.
Fue tal la frialdad del femicida que hasta les dijo a los policías que fueran al barrio Unidos para verificar cómo estaba Yanina. Fue lo último que dijo antes de ser apresado.
Mientras Gauna quería hacer el trámite en la dependencia policial, su hijastra era rescatada por parientes y vecinos. Había pasado horas con el cuerpo de su madre. «Abuelito, mamá está muerta. Él la mató», fue lo primero que dijo cuando salió. Estremecedor.
Ahora, el hombre camina rumbo al juicio. Los elementos en su contra son abrumadores, así que no se descarta algún proceso abreviado, que de todos modos desembocaría en la misma pena: la prisión perpetua.

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