En la final, los arcos están bien cubiertos

La final de la Copa América Centenario tendrá en los arcos a dos representantes emblemáticos de cada selección: Sergio Romero y Claudio Bravo, dos históricos.
El jugador del Manchester United suma 78 presencias y es así el arquero que más veces se vistió de celeste y blanco en toda la historia. En esos encuentros recibió sólo 55 goles. Además, suma 23 partidos en el Sub 20 (campeón mundial en 2007) y 4 en el Sub 23 (campeón mundial en los JJOO 2008).
En este certamen, Romero mostró en varias oportunidades porqué es el arquero indiscutido de la Selección, con atajadas claves como en el debut ante Chile o el penal ante Venezuela en cuartos de final. Paradójicamente, los dos goles que recibió en lo que va de este torneo fueron ante esos rivales: Fuenzalida le marcó en el final del primer partido y Rondón lo hizo en la primera llave de eliminación directa.
Por su parte, Claudio Bravo ostenta dos cuestiones fundamentales que lo posicionan como un estandarte de esta selección chilena, actual campeona del certamen: es el jugador con más presencias en la Roja (105 partidos) y además es el portero de uno de los mejores equipos del mundo, el Barcelona.
Bravo, de 33 años, está disputando su quinta Copa América con Chile y, hasta el momento, ha recibido 6 goles pero todos ellos fueron en la fase de grupos. Durante esos partidos fue criticado por algunos errores que derivaron en goles rivales pero tanto en cuartos de final como en semifinales mostró una gran mejoría en su rendimiento y pudo mantener la valla en cero.
Así las cosas y entendiendo que los últimos duelos se definieron por pequeños detalles, las actuaciones de estos dos gigantes pueden resultar decisivas para el sueño de ganar el título que tienen ambos seleccionados.