Radio abierta contra el deterioro de la Universidad Pública y la asfixia presupuestaria

La asamblea conjunta que se realizó ayer en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM resolvió organizar una jornada de lucha el próximo 15 de junio en adhesión a la movilización nacional de la que participan todos los claustros de la comunidad universitaria, y que tiene como ejes el aumento presupuestario, la derogación de la Ley de Educación Superior, el boleto educativo gratuito nacional, la aplicación plena del Convenio Colectivo de Trabajo y la eliminación del impuesto a las ganancias.

 

La asamblea votó montar una radio abierta en la Plaza 9 de Julio desde las 10 de la mañana y además decidió incorporar una serie de consignas referidas a los problemas específicos de la Universidad Nacional de Misiones, problemas que se dan en el marco de una degradación del sistema educativo y universitario como resultado de la aplicación de la Reforma Educativa y la Ley de Educación Superior (LES) durante los gobiernos anteriores y en especial del kirchnerismo, y que se está profundizando con las políticas de ajuste del presidente Mauricio Macri.

 

Entre las consignas discutidas y votadas en la asamblea, se destaca la apertura de los libros contables de la Universidad, no sólo para conocer el desfinanciamiento de las casas de estudio en su verdadera magnitud, sino para que todos los involucrados puedan saber cómo se distribuye ese presupuesto. Asimismo, se insistió en el pase a planta permanente de todos los contratados y el pago inmediato de las becas estudiantiles y el aumento de sus montos. Se incorporó, además, el reclamo por la democratización de los espacios de decisión a través de asambleas interclaustros, teniendo en cuenta que los ámbitos de cogobierno no son ámbitos plenamente democráticos. También hubo un fuerte repudio a los métodos patoteriles de las agrupaciones peronistas como el Frente Estudiantil, cuyos dirigentes agredieron a militantes del Partido Obrero que convocaban a esta asamblea, y esto fue incluido en la declaración.

 

La asamblea

 

El 9 de junio del 2016, en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, se desarrolló una asamblea conjunta entre docentes, no docentes y estudiantes, en el marco de las movilizaciones y medidas de fuerza en  defensa de la educación pública. Esta convocatoria se inscribe dentro del llamado a movilización nacional realizado por la CONADU Histórica en reclamo de un mayor presupuesto, la aplicación plena del Convenio Colectivo de Trabajo, la derogación de la Ley de Educación Superior y la eliminación del impuesto a las ganancias, entre otros. La asamblea se propuso discutir la situación de la Facultad de Humanidades en el contexto actual y programar propuestas de intervención a desarrollarse en el marco de la movilización del 15 de junio.

 

La convocatoria fue impulsada por representantes gremiales docentes, militantes del Partido de la Causa Obrera (PCO), la organización Razón y Revolución y el Partido Obrero (PO). La asamblea congregó alrededor de treinta personas entre ellas militantes de distintas organizaciones, el Frente Estudiantil, Razón y Revolución, Praxis – Estrella Roja, Partido Obrero y el Partido de la Causa Obrera.  Cabe aclarar que la convocatoria se hizo extensiva a todas las organizaciones de la facultad, entre ellas Nuevo Espacio, Franja Morada, CEPA, Muro, JP Evita, Carlos Tereszecuk y  Yaguarete. Aun así, no asistieron, en algunos casos a pesar de su confirmación (CEPA) y en otros casos a pesar de que se encontraban en el edificio desarrollando una actividad paralela (Nuevo Espacio). Hubo también quienes se retiraron del hall cuando comenzó la asamblea (Muro).

 

Es necesario aclarar que la no participación de las organizaciones kirchneristas se inscribe dentro de un proceso de desmovilización  que se agudizó en las últimas jornadas de lucha y asambleas que se desarrollaron en la facultad, en el marco de la discusión salarial de los docentes y los reclamos por el aumento del presupuesto universitario. Estas agrupaciones organizaron reuniones en la Coordinadora de la Juventud Provincial, compuesta por organizaciones afines a “la resistencia con aguante”, que operan a espaldas del mandato asambleario de la facultad y con un método que contribuye a la fragmentación del reclamo de los trabajadores de la educación, además de coartar el espacio para la discusión a otras corrientes políticas en términos reales, puesto que las intervenciones de las mismas en esos espacios siempre son censuradas con cánticos e insultos de todo tipo. Sumado a esto podemos agregar las prácticas patoteras que en la facultad ya vienen de hace tiempo, escraches a militantes, ruptura de carteles, y que tuvo su última expresión en el ataque por parte de militantes de Frente Estudiantil a miembros de la UJS- PO, cuando estos se disponían a pegar un cartel que llamaba a la participación de la asamblea que nos convocó.

 

La asamblea se inició a las 18:30. La delegada suplente del gremio Adunam, Tania Piris Da Motta, abrió la asamblea explicando el motivo de la convocatoria, el resultado del acuerdo paritario de los docentes universitarios y la decisión de un sector de éstos de acompañar las medidas de fuerza que discutan las condiciones de la educación pública más allá de las reivindicaciones salariales y en alianza con toda la comunidad universitaria.

 

Las posteriores intervenciones fueron desglosando los problemas más graves de la vida universitaria, y sumaron mociones para la elaboración de las consignas que finalmente se acordaron luego de votaciones a mano alzada. Una de las mociones, realizada por Lucio Figueredo, referente del Frente Estudiantil, y además funcionario del rector Javier Gortari, ya que ocupa el cargo de Secretario de Asuntos Estudiantiles, fue rechazada rotundamente por la asamblea, ya que consistía en expulsar a docentes y no docentes de siete viviendas del campus (de un total de 50), para destinarlas a alojamiento de estudiantes. Una trabajadora no docente de la Facultad de Humanidades, Lía Ethel Rojo, aportó varios argumentos para rechazar la propuesta, entre ellos, el hecho de que las casas fueron construidas en su momento con el fin de resolver el problema habitacional de los miembros de los tres claustros universidad y no sólo de los estudiantes.

 

Las consignas aprobadas fueron:

 

–          Apertura de los libros contables de las universidades.

–         Aplicación plena del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) en el nuevo régimen de carrera docente: pase a planta permanente de todos los contratados.

–    Pago inmediato de todo lo adeudado a los becarios de la universidad  y aumento de la remuneración percibida por los alumnos.

–  Democratización de los sistemas de evaluación de los investigadores y su producción, para que sean públicos y se pueda discutir qué y para qué investigar.

–     Creación de un sindicato único que luche por la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores de la ciencia.

–   Democratización de los espacios de decisión a través de asambleas interclaustros.

–          Más albergues y becas para estudiantes.

–     Que los pasantes sean reconocidos como trabajadores con todos los beneficios.

–   Repudio a los métodos patoteriles de las agrupaciones estudiantiles que responden a los intereses patronales.

 

Los posicionamientos a favor de la unidad y de la lucha conjunta fueron ratificadas y desarrolladas al término de la asamblea por la delegada titular docente Silvia Nudelman, quien llamó al resto de los docentes, no docentes, estudiantes y graduados  a no dejarse ganar por el derrotismo. Los asambleístas coincidieron en la necesidad de organizar un plan de lucha por las reivindicaciones mencionadas, reivindicaciones que se desprenden de las actuales condiciones en que funciona la Universidad.

 

Docentes precarizados y superexplotados

 

Uno de los problemas fundamentales que afecta el trabajo docente en la Universidad es la degradación de las condiciones laborales, entre las que se destacan las situaciones de precarización y superexplotación. Todavía persiste, y las autoridades de la Universidad se encargan de renovar su vigencia año a año, la figura del “contratado”: una relación laboral “en negro” que ni siquiera sirve a los fines de acreditar antigüedad docente en instituciones científicas. El contrato de locación de servicios, usado para cubrir vacantes docentes, es parte de la basura derivada de las leyes “flexibilizadoras” de los 90, pero tuvo en la UNaM su mayor auge durante el kirchnerismo.

 

Ser contratado no sólo significa carecer de todos los derechos de una relación laboral formalizada (como antigüedad, aportes jubilatorios, obra social, etc.), sino además destinar una parte de lo cobrado al pago del monotributo. Y, además, estar sometido al “humor” de las autoridades pertinentes para poder seguir trabajando luego del vencimiento del contrato, a los 6 u 8 meses, sin contar con el beneficio de vacaciones pagas. Esto da lugar, por otra parte, a la profundización de prácticas clientelares, favoritismos políticos, intercambio de favores de todas clases, que derivan en la distorsión de los criterios de ingreso a la carrera docente, cuyo eje ya no es más la “excelencia académica” sino la “lealtad” a alguna autoridad institucional.

 

La superexplotación, que antes se daba sobre todo en los cursos de primer año por la masividad de los ingresantes, con profesores que atendían (y atienden) cursos con más de 150 alumnos, ahora ha extendido su gravedad a todo el conjunto de la planta docente.

 

Hay varios problemas que colaboran con esta situación. Uno de ellos es la exigencia cada vez más imperiosa de acreditar perfeccionamiento y estudios de posgrado así como antecedentes de todo tipo, para aprobar las evaluaciones periódicas y “merecer” la permanencia en el puesto de trabajo. La evidente necesidad de formación y actualización se transforma en una especie de carrera contra el tiempo para mostrar certificados y otras mercancías académicas, donde muchas veces priman las formalidades y se soslaya lo verdaderamente importante: que eso se traduzca en una enseñanza de cada vez mejor calidad. Muchos docentes dedican mucho más tiempo de lo que estipula su carga horaria para rellenar formularios que les permitan seguir cobrando lo que se les paga por su carga horaria.

 

Otro problema es la falta de estructuras de cátedra o la existencia de cátedras directamente unipersonales que desembocan en que una sola persona, a veces con dedicación simple, tenga que asumir todas las tareas del proceso de enseñanza-aprendizaje, desde la más sencilla hasta las de mayor complejidad. Esto, a su vez, se agrava en el caso de los docentes con cargo de Profesor Adjunto que están a cargo de cátedra (porque no hay Profesor Titular en esa materia), sin que eso sea reconocido ni remunerativamente, ni como antecedente. La falta de profesores titulares se agrava año a año, porque cuando uno de ellos se jubila, el cargo se divide en otros cargos menores para “cubrir” diferentes necesidades académicas. Así, por ejemplo, en la carrera de Comunicación Social, luego de la última jubilación, sólo quedaron dos Titulares en toda la carrera, con los cuales ni siquiera puede conformarse el comité académico que exigen las reglamentaciones.

 

Todo esto se está discutiendo en este momento a propósito del cambio de régimen de carrera docente que se está realizando en la institución; proceso en el que docentes de base y algunos delegados gremiales están participando para asegurar que se respete el Convenio Colectivo de Trabajo sancionado el año pasado, y se eviten estas situaciones de precarización y superexplotación.

 

El aumento salarial conseguido este año, después de una movilización histórica de la comunidad universitaria, es superior al del año pasado, pero aún así no cubre el desafasaje por inflación y tampoco ataca de lleno los problemas mencionados.

 

Estudiar en  medio de la degradación, el clientelismo y la explotación

 

La situación de los estudiantes universitarios no se aleja mucho de las condiciones precarias de los docentes. Año tras año oímos a autoridades de la facultad manifestarse preocupados por los altos índices de deserción. Pero lo cierto es que esta preocupación no se manifestó en políticas claras que apunten a atacar el problema mejorando las condiciones materiales de los estudiantes; al contrario, las fueron profundizado como garantes de mano de obra barata, cuando no gratuita, para distintas empresas e instituciones.

 

En primer lugar, en la Universidad Nacional de Misiones existe el beneficio de becas de albergue que son destinadas a estudiantes de las localidades del interior. Existen instalaciones dependientes de la UNAM y otras dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia. Estos alojamientos afrontan año tras año su constante degradación, exponiendo a sus habitantes (los estudiantes) a un grado cada vez mayor de hacinamiento. Las casas del barrio universitario del Campus, por ejemplo, que originalmente estaban preparadas para ser habitadas por cuatro integrantes, albergan en muchos casos hasta a diez estudiantes, es decir ¡más del doble de su capacidad! En nombre de la inclusión y el acceso a la educación pública nuestros compañeros son forzados a vivir en condiciones en extremo degradantes y poco propicias para su formación intelectual y moral. Año tras año las condiciones deplorables de infraestructura se profundizan (puertas que no cierras, cerraduras rotas, instalaciones eléctricas precarias, techos con goteras, baños con filtraciones de agua, paredes a punto de derrumbarse, ventanas que se caen y una larga lista de etcéteras) y la única solución que se brinda es atar con alambre los daños para que funcionen un año más así como están.

 

El comedor, triunfo histórico de los alumnos de la Universidad, está siendo víctima de la asfixia presupuestaria producto de la devaluación de diciembre. No sólo se utilizaron métodos “burocráticos” para reducir el cupo de beneficiarios en el comedor de la Facultad de Ciencias Económicas sino que es un espacio donde se filtran las políticas clientelares que benefician a militantes de los partidos patronales (la Franja Morada, en este caso), quienes se constituyen en cómplices de la precarización estudiantil llegando a efectivizar la triste situación de cobrar $25 por una bandeja con comida y dejando excluidos de la cena a aquellos alumnos que no están inscriptos en la beca. En este caso, no basta con acreditar ser alumnos de la universidad Pública que estos partidos dicen defender.

 

Otra cuestión son las becas estudiantiles. Los programas nacionales como las PNBU y el  Progresar, forman parte de la  “comprometida” militancia por la educación pública del kirchnerismo en los últimos años. Lo cierto es que no suplen las necesidades de los estudiantes y en el caso de la primera no es un dinero con el que se pueda contar debido a la inconstancia con que es abonada.  Por otro lado las becas otorgadas por Bienestar Estudiantil cuyos mezquinos montos (en el caso de la Beca Fotocopias) no llegan a cubrir los costos ni siquiera de una semana de cursada. La Facultad, a través de Secretaría de Investigación, también posee las llamadas becas de investigación (algunas por convenio con otras instituciones y centros) destinadas por lo general a alumnos avanzados de las distintas carreras. Hablamos de “estipendios” de $1000 y $1200, y en el caso de los convenios la facultad abona el 50% de su valor ($500). De más está explicar que no sólo son insuficientes sino que  implican las primeras experiencias de trabajo precarizado por parte de los alumnos, ya que para obtenerlas los alumnos tienen que trabajar en la producción de conocimiento científico, y se agrava porque no son pagadas en tiempo y forma.

 

Las pasantías, atadas a la situación de precarización de los estudiantes, son otro de los métodos utilizados desde la Universidad como forma de garantizar mano de obra especializada barata para las empresas e instituciones con las cuales la universidad realiza convenios. La remuneración “estimulo” (que no es un salario) percibida por los pasantes se ubica muy por debajo del mínimo salarial planteado en la rama específica en que cada alumno se inserta como trabajador.

Una situación lamentable que se suma a la cristalización de la precarización de los  estudiantes y docentes es la pérdida del cargo Ayudantía de Segunda que existía anteriormente en el régimen de carrera docente y que ha sido sustituido por nuevos proyectos de especialización docente como el Proyecto PROFAE y el trabajo gratuito directo.

 

Toda la situación descripta tiene su correlato directo con las formas en que se gestionan las políticas en la universidad y el manejo de sus fondos. Puntualmente el sistema de cogobierno de la universidad es el que garantiza estas formas nada democráticas de incidir sobre los destinos de miles de estudiantes, docentes y no docentes. Los consejos departamentales integrados por representantes de los distintos claustros, se conforman como verdaderas camarillas que deciden puertas adentro qué se estudia, quién ingresa a carrera docente, y qué proyectos se dejan de lado (aquellos que no responden a sus intereses).

 

La única forma de transparentar las decisiones mandatadas por los representados, es decir, las asambleas interclaustros, no tienen lugar en nuestra facultad. Es así que cada vez que van a ser evaluados por la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), organismo creado por la nefasta Ley de Educación Superior, los planes de estudio son construidos según los parámetros de dicha comisión dentro de la estructura de cogobierno y a espaldas de los miembros de la comunidad educativa en general.

 

Llamado a la participación

 

Distintas actividades se desarrollan en este momento para dar cumplimiento a lo resuelto en la asamblea, por lo que los convocantes han realizado un enfático llamado a todos los interesados a integrarse a las tareas de redacción, difusión y logística que se aproximan, a fin de garantizar la jornada del 15 de junio en la plaza central de Posadas. Asimismo, invitan a sumarse a la radio abierta convocada para ese día, a partir de las 10 de la mañana y hasta las 18:00 inclusive, donde se espera que todos los que así lo deseen tomen la palabra y aporten información, experiencias y reflexiones sobre la problemática.

 

Posadas, 10 de junio de 2016

Asamblea de docentes, estudiantes, no docentes y graduados de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas