Prensa amarillenta y liberalismo apátrida

La Historia Argentina (que muy pocos conocen y menos aun tienen en cuenta para extraer valiosas enseñanzas), muestra como una constante inalterable el accionar en tándem de los medios de comunicación amarillentos, como respaldo del accionar de sectores político-económicos del liberalismo, que siempre son antinacionales.
A su vez el liberalismo es la doctrina con la cual presionan para imponer políticas de achicamiento y estancamiento económico crónico, desinversión, desindustrialización, desaliento a todo intento de desarrollo tecnológico autónomo; y como objetivo de máxima lograr la cristalización de una estructura socio económica fuertemente desigual, con extrema concentración de la riqueza en pocas manos, en un contexto de inmovilidad social y de blindaje total de las estructuras de poder que pretenden mantener inalterable ese cuadro de situación.
Suena como muy complejo, pero es más bien simple: los medios de comunicación amarillentos (o mercenarios, o simplemente acomodaticios) son generosamente financiados por el establishment liberal (hoy neoliberal), y calificados como “prestigiosos”, “independientes” y otros conceptos laudatorios falaces; lo cual es retribuido con el machacar constante de desinformación (y/o información sesgada y tendenciosa, cuando no malintencionada) institucionalizada para favorecer a esos grupos de poder.
Yendo a la historia, San Martín fue atacado constantemente por Rivadavia y su grupo de poder anglófilo, que buscaba degradar su figura señera y anular la fuerte influencia que naturalmente emanaba de su personalidad y lúcida inteligencia, atributos básicos de su notable campaña militar. Fueron esos apátridas quienes lo forzaron al exilio y le impidieron concretar su regreso, pues no bajó del barco en aquellos días de convulsión general por el asesinato de Dorrego, seguramente porque el siguiente asesinado hubiera sido él mismo.
No fue casual que San Martín haya ofrecido ponerse a las órdenes de Rosas, cuando éramos agredidos por las potencias colonialistas, manteniendo ambos grandes patriotas una constante muy cálida comunicación epistolar.
Rosas fue constantemente atacado por pasquines y escritos al tanto por cuanto, de liberales unitarios, que para ello no hesitaron en ponerse de lado de intereses foráneos y alentar incluso la disolución nacional. Sarmiento, Rivera Indarte, los hermanos Florencio y Juan Cruz Varela, E. Echeverría y otros, operaron entusiastamente a favor de Chile, Gran Bretaña, Francia, y quien fuera al caso…no haciéndoles asco estar siempre en contra de los Intereses Nacionales.
Yrigoyen fue permanentemente denostado por la prensa ultra conservadora, que apelaba a todo tipo de injurias, mentiras y tergiversaciones, incluso contra su memoria, después de fallecido. Las mentiras al cuento se usaron para desmontar los progresos y acciones estratégicas positivas del yrigoyenismo, como la creación y desarrollo de YPF, y el mantenimiento de una bien basada política neutral en el ámbito internacional.
Perón desde que surgió como líder nacional con sensibilidad popular, fue ferozmente atacado por los diarios “prestigiosos” del establishment anglófilo (La Prensa, La Nación, y otros), así como por pasquines varios tanto de la oligarquía como de los sectores “progresistas” como el P.C., el socialismo y el anarquismo.
Frondizi, por su política industrialista, por haber logrado el
autoabastecimiento de petróleo, y por realizar grandes obras públicas, también fue constantemente agredido por ese tipo de medios de comunicación, así como por los oficiosos distribuidores de rumores y malicias, que se mimetizan con el común de la gente.
Lo mismo sucedió con María Estela Martínez de Perón, que como dijo el patriota Dr. Julio C. González “la persiguieron por sus aciertos, no por sus errores”.
Al menos, desde el derrocamiento de Rosas, la denostación posterior feroz (cuando no podían ejercer el derecho de defensa ante la opinión pública), fue metodología recurrente para justificar políticas aberrantes, perpetradas como una constante, por los liberales que sucedieron a esos gobiernos que con aciertos y errores, encarnaron la defensa de los Intereses Nacionales (con algunas gruesas salvedades en el caso del frondizismo).
Similar metodología, ahora con mayores refinamientos sociológicos y psicológicos, para impactar más en el subconsciente colectivo, fue aplicado sistemáticamente en los doce años de presidencias de los Kirchner, también claramente denostados como castigo a los aciertos con la excusa de los errores. Siendo irrefutable que la actual severísima crisis socio económica ha sido intencionalmente provocada por los neoliberales en el poder, para cambiar drástica y negativamente la distribución de la riqueza (concentrándola en muy pocas manos y en buena parte fugándola al exterior), y para hacernos regresar a arcaicas etapas preindustriales y pretecnológicas, frenando además abrupta e injustificadamente todas las obras públicas; queda claro que se montaron gigantescos operativos comunicacionales de mentirosas transferencia de culpas al gobierno precedente, para de ese modo exculpar a los perpetradores hoy encaramados en el poder, en el actual gobierno de los CEOs (de las corporaciones).
Un caso paradigmático parecería ser el de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). La actual conducción neoliberal, es la misma que en el noventismo (1989-2001) se mostró incapaz de terminar la obra y de satisfacer las justificadas demandas sociales de las amplias áreas aguas arriba vinculadas con el gigantesco embalse. Actualmente parece existir una clara ralentización de las obras, implementados desde el cambio de gobierno nacional y de la propia
Administración de la EBY (reconocida por manifestaciones públicas de bajo nivel de difusión), así como un drástico achicamiento de funciones y objetivos, pues los grandes proyectos hidroeléctricos de Corpus, Garabí y Panambí, así como ambiciosos planes de obras del entorno, han salido de la competencia de la EBY.
Dicho en castizo simple, un “frenazo” prácticamente total, y como maniobra clásica de distracción, se implementan los operativos mediáticos de echar supuestas culpas a la Administración anterior, incluso por “cargos” ridículos, como “tener en el parque de la EBY tres autos de alta gama” ¿cuál es el “delito” de eso, siendo que por las altas responsabilidades y consecuentes cuestiones de protocolo en un ente tan importante, es usual disponer de ese tipo de vehículos?
La principal caja de resonancia de la campaña mediática de transferencia de culpas a la precedente Administración de la EBY, es el diario Primera Edición, medio que dispondría informalmente o como aliados menores, a determinadas revistas de corte sensacionalista, de dudosas financiaciones pues sus publicidades suelen ser muy escasas.
Es bien sabido que Primera Edición tiene, desde que pertenece al holding Wipplinger, una constante y agresiva postura antihidroeléctrica, campaña que ha sido muy cargada de adjetivaciones y supuestas “culpas” de las represas, pero muy escasa o directamente huérfana de sólidos basamentos técnicos y/o científicos.
En esa postura también se involucró el exdiputado Claudio Wipplinger, hijo del patriarca del grupo empresario, quien además de reiteradas breves opiniones antihidroeléctricas altisonantes pero inconsistentes, en dos oportunidades se hizo reportear en el diario familiar, para exponer una serie de diatribas en contra de la generación hidroeléctrica, plagadas de lugares comunes pero totalmente carentes de veracidad y menos aun de fundamentaciones sólidas e irrefutables. Esas dos veces contesté pública, puntual y concretamente las sumatorias de falsedades e incoherencias del opinante, a lo cual solo me contestó un denso silencio; e incluso la segunda vez que el verborrágico político opinó, fue refutado institucionalmente por el Consejo Profesional de Arquitectura e Ingeniería de Misiones, el cual posee profesionales de fuste y vasta experiencia en la compleja temática energética.
Lo que en cambio es menos conocido es el hecho que en su momento la empresa transportista que ha sido la base del crecimiento económico del holding familiar, por largos años fue beneficiaria de importantes contratos para transportar ingentes cantidades de combustible, desde San Lorenzo (Santa Fe), al parque de generación termoeléctrica que EMSA poseía funcionando a pleno en su complejo generador de Villa Las Dolores, en Posadas.
Ese contrato caducó cuando Misiones pasó a disponer de la muy económica y limpia energía provista por la Hidroeléctrica Urugua-Í, siendo posteriormente reforzada la provisión de energía hidroeléctrica cuando se materializó la interconexión de Yacyretá.
Tal vez sea mera casualidad, pero por esos años, dicho holding familiar compró el diario de referencia, y pasó a mantener una fuerte postura de oposición y detractación a la generación hidroeléctrica, coincidiendo en ello con los sectores políticos ultra conservadores y con el ecologismo de corte cavernario, del tipo digitado por las transnacionales británicas, como Greenpeace y WWF, que “dan letra” a entusiastas sin fundamentos y a fanáticos varios huérfanos de mejores motivaciones.
Tan vastas e importantes han sido las concreciones de la Administración de la EBY del período 2003-2015, que el listado total requeriría al menos un artículo completo. La terminación de las obras costeras permitieron la generación a plena potencia, aportando ingentes cantidades de energía segura, eficiente y limpia, a los sistemas interconectados de Argentina y Paraguay, proveyendo además un flujo de caja significativo, que sin duda permitió bancar las múltiples obras de infraestructura realizadas en ambas márgenes, dentro de las que sobresalen las hermosas y muy funcionales costaneras, obras varias de urbanizaciones, redes de agua potable y cloacales, autovías, el tren que une ambas hoy grandes ciudades de Posadas y Encarnación, grandes puentes multitrochas, autovías, etc.
Medida por sus importantes concreciones, que en una década hicieron avanzar a ambas ciudades capitales y sus entornos, lo que de otra forma difícilmente se hubiese concretado en medio siglo o más, sin duda la gestión del arquitecto Oscar Thomas ha sido sobresaliente, y de haber seguido en funciones,
no dudo que habría concretado las otras grandes hidroeléctricas que tanto necesitamos para satisfacer la creciente demanda eléctrica; y seguramente se hubieran implementado nuevas soluciones al acuciante problema del transporte urbano de pasajeros en el Gran Posadas y el Gran Encarnación.
Me enorgullece auténticamente haber colaborado activamente como asesor en esa etapa de grandes concreciones de altos valores estratégicos para la región y nuestros dos países hermanos.

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