Arnulfo Verón, director de Asuntos Guaraníes de la Provincia contó en Radio República que son 5 las familias identificadas en la jornada de hoy en la Plaza 9 de Julio. Explicó que en varias oportunidades se les pidió a los padres que no traigan a sus hijos a estar a la intemperie, argumentan que están en su derecho de «transitar y vender limones o naranjas». También aseguró que esas familias cuentan con la cobertura de la Asignación Universal por Hijo y que los adultos mayores tienen jubilaciones, además de tarjetas para la compra de alimentos por 600 pesos.
Arnulfo Verón, director de Asuntos Guaraníes en Radio República.
El funcionario explicó que desde hace años trabajan con las comunidades guaraníes con el fin de asistirlos en materia de vivienda, educación y trabajo pero que en el seno de varias familias está arraigada la mendicidad.
«En la plaza hay 5 familias donde identificamos hermanos de Bonpland, de la aldea Marangatú de Ruíz de Montoya, del Chapá de San Ignacio y les invitamos a que se acerquen a la dirección a comer un plato caliente y les pedimos que pongan a los menores a resguardo. Cuando les preguntamos porque vienen dicen que están en su derecho de venir, permanecer y ejercer la venta de limones o naranjas. Les pedimos que vayan y dejen a los chicos a resguardo y no lo quieren hacer porque a través de la mendicidad son los que reciben dinero o monedas de la gente», dijo.
Para el funcionario la mejor manera en que la sociedad puede erradicar esta práctica con menores es que «no le entreguen dinero a esos niños». Lo cierto es que se comprobó que los adultos varones traen a su familia, dejan a la mujer con los hijos pidiendo o vendiendo y luego van al casino ubicado en calle San Lorenzo y San Martín de Posadas.
«Nosotros encontramos al hijo del Agente Sanitario y les pedimos que lleven a los niños a la dirección pero no quieren hacerlo. Incluso es muy difícil hablar con ellos porque las mujeres solo se ríen y los hombres cuando nos ven llegar se van. Esto tenemos que trabajarlo en conjunto porque es un tema cultural. Le pedimos a los vecinos de Posadas que no le den moneda a los niños. A los adultos le pedimos que no vayan al casino, les ofrecemos llevarlos a sus hogares porque tienen el beneficio de la AUH y los ancianos la jubilación sin aportes, además de la tarjeta con la que pueden comprar mercadería por 600 pesos. Es un debate cotidiano y difícil, lo que más nos ayudaría a nosotros es que las personas no les den monedas a los chicos», agregó.
En materia de actividades con las comunidades contó que se está asistiendo a quienes están tramitando su DNI, algunos sus papeles en el ANSES, otros que tienen familiares internados en el Hospital Madariaga, además del reparto de frazadas, alimentos, programas para el acceso a la vivienda, escuelas y herramientas varias además de la entrega de semilla y cursos de capacitación.
«Lo que hay que erradicar es esta práctica de mendicidad. La excusa es la venta de limón, las naranjas o las plantas. Hay un núcleo duro de 20 o 25 familias que adoptaron esta práctica pero son familias donde hay sueldos como la del promotor de salud que percibe cerca de 7 mil pesos. Vamos a seguir insistiendo para que los niños permanezcan en sus casas porque el adulto tiene todo el derecho de transitar y circular pero sin necesidad de exponer a sus niños».
Finalmente Verón sostuvo que no se prevé un sitio donde albergarlos en una hipotética migración desde las aldeas al centro de Posadas porque no es una opción para la mayoría de las comunidades que desarrollan su vida en su lugar de origen. «Sabemos que las personas tienen actitudes loables y generosas con estas personas pero reitero que si podemos hacer que no le den monedas o dinero nos van a ayudar a nosotros a terminar con esto. Vemos chicos con bajo peso, desnutrición, engripados y la mamá con una autoestima muy baja. Necesitamos que la sociedad misionera nos ayude para hacer posible ese acto de dignificación que buscamos a través de los programas de viviendas, con las escuela, con la entrega de herramientas e incluso semillas para menguar la situación de vulnerabilidad que atraviesan».