Cae la hipótesis del violador serial: no coincide el ADN de los abusadores que atacaron en enero y en marzo en Posadas

Los abusos sexuales que sufrieron dos estudiantes universitarias de Eldorado en Posadas, por sus similitudes, hacían pensar en la posibilidad de que el responsable había sido un violador serial. En los dos casos, uno ocurrido en enero y otro en marzo, el atacante trepó hasta el departamento de la víctima y aprovechó que la víctima estaba sola. Sin embargo, en las últimas horas se conoció el resultado de un cotejo de ADN, que concluyó que los atacantes fueron distintas personas.
Fuentes judiciales indicaron que en ambos casos los peritos pudieron levantar rastros para la elaboración de un patrón genético. El ADN del violador que cometió el ultraje en marzo llegó esta semana a Posadas, luego del trabajo pericial que se hizo en un laboratorio de la Ciudad de Buenos Aires. De inmediato se comparó con el mapa genético que se había obtenido del primer caso y no hubo coincidencia.
En ambas causas, no hay sospechosos en la mira, pese a las horas invertidas por los pesquisas para ubicar a los responsables de los abusos.
El último de los casos sucedió la madrugada del 10 de marzo. En un departamento de Tucumán y Sáenz Peña, un depravado trepó hasta la ventana abierta del departamento de una joven eldoradense de 20 años para atacarla mientras dormía. Tenía el rostro cubierto y estaba armado con un cuchillo. Después de ahogarla con un cordón y atarle las manos, abusó sexualmente de la universitaria, de acuerdo con lo que relató la chica.
Ni la llegada ni la fuga del pervertido fueron captadas por alguna cámara de seguridad.
En ese caso, el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, tomó declaraciones testimoniales, pidió un informe de las cámaras de seguridad de la zona y envió las muestras para el ADN, que llegó esta semana.
El último en ver a la víctima antes de que sucediera el abuso fue un amigo, que estuvo con ella en el departamento hasta pasadas las 23 del 9 de marzo. Él declaró que no notó nada raro al marcharse. Sin embargo, hay sospechas de que el violador estaba alerta y actuó cuando se percató de que no había nadie más en el departamento.
La declaración de la víctima tampoco aportó mucho, porque no alcanzó a ver las facciones del abusador.
Los investigadores buscaron puntos de contacto entre el hecho de marzo y el que sucedió en enero, que tuvo como víctima a otra estudiante eldoradense en un albergue por calle San Luis entre Catamarca y Entre Ríos. Esa joven de 19 años, que estudia portugués en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones, fue sorprendida por el pervertido, que con un golpe en la cabeza empleando un ladrillo, casi la desmaya. Después abusó de ella.
Se pensó que se trataba de la misma persona, la ciencia sentenció que no.

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