Denunció abusos y amenazas de parte de otros empleados del municipio, donde la víctima trabaja desde 2007. La polémica explotó a partir de la liberación de los acusados.
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Según informa el sitio C5N, el último año fue un calvario, una pesadilla.»Tengo miedo por todo, no puedo vivir con esta pesadilla. No sé cómo se llegó a esto, de un día para el otro están el libertad. Chascomús es chico, tengo miedo. Siempre tuve miedo, al capataz, a la gente, temía por mi trabajo y no podía hacer nada». No para de llorar. Tiene 30 años y desde 2007 trabaja en la Municipalidad de Chascomús.
Cinco compañeros, según la denuncia que en primera instancia hizo el padre de la víctima el 7 de este mes, cometieron abusos sexuales de todo tipo contra su hijo y, además, en una de las situaciones también grabaron imágenes que luego fueron enviadas a la mujer del muchacho.
De acuerdo al expediente de la denuncia, la Fiscalía de la Unidad Funcional de Chascomús y la agente fiscal Daniela Bartoletti, solicitaron la captura y detención inmediata de los cinco empleados de la municipalidad de Chascomús acusados por “abuso sexual reiterado”. De todos modos, los acusados permanecen en libertad por decisión del magistrado a cargo, que resolvió que no fue «tan grave». La fiscal, de todos modos, puede indagar a los acusados aunque estén en libertad.
«No aguanto más, es una pesadilla todo esto. Empecé en 2007 con la recolección de basura a la noche, siempre me aguanté esto… Los abusos fueron en los últimos años, hace dos años me tomaron de punto y comenzaron con estos juegos. Como un boludo, tenía confianza en esta gente y hoy me defraudaron», agregó la víctima, de espaldas a la cámara del canal de noticias C5N.
Por su parte, la secretaria del gremio de Trabajadores Municipales de Chascomús, Mercedes Roldán, aclaró que hay «secreto del sumario» y una absoluta necesidad de «proteger a la víctima”. Al mismo tiempo, el municipio emitió un comunicado en el que confirma la situación, detalla la denuncia del padre de la víctima y confirma que los cinco sospechosos fueron suspendidos de sus tareas, sin goce de haberes.
«Me hacían de todo, era un juego para ellos… Me metían cosas, me hacían correr desnudo atrás del camión recolector, no aguanto más», detalló el empleado, sostenido por sus padres, en un estado de llanto permanente.
«Me decían que me iban a prender fuego, que me iban a prensar en la máquina compactadora. Me decían que era la ‘putita’ del camión. Una vez les pedí por favor que me dejaran tranquilo, pero me decían que si los denunciaba me la iban a hacer peor», contó, luego de agregar que uno de los abusadores vive apenas a dos cuadras de su casa y que eso le impide totalmente salir a la calle.
La aberrante situación perduró durante al menos diez meses, pero la víctima no realizó la denuncia por “vergüenza y temor a ser despedido”.
Mary, la mujer de la víctima, dijo que junto a su marido tienen una hija y que la situación es su casa es insostenible. De todos modos, confirmó que el hombre va a pasar a trabajar a otra división del municipio.
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