Caso Lucía Maidana: los celulares que le incautaron a Sotelo irán de nuevo a pericia

Los teléfonos secuestrados en el marco de la causa por el asesinato de Lucía Maidana (23) volverán a ser peritados, esta vez con tecnología de punta adquirida por la Policía provincial y con la que cuenta la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial (Saic).
Fuentes con acceso al expediente indicaron que desde el Juzgado de Instrucción Uno le notificaron de esta medida a la defensa del único imputado que tiene el caso, el ex estudiante de Antropología Nicolás Sotelo, al que ya le rechazaron dos veces el pedido de sobreseimiento.
Son siete aparatos incautados en dos allanamientos realizados en 2013. En una de las requisas, que se llevó a cabo en un departamento de la calle San Lorenzo casi Bolívar, donde reside la madre del sospechoso, los investigadores decomisaron tres teléfonos: uno de la dueña de casa, otro del propio Sotelo y un tercero de una amiga de éste.
En el segundo allanamiento, realizado en un departamento que alquilaba el entonces estudiante, decomisaron otros cuatro celulares, con apariencia de que estaban en desuso. En ese lugar, la pericia de Luminol detectó sangre en ropa de Sotelo. Semanas después se supo que era del muchacho y que llegó a las prendas producto de una pelea que había tenido en el colectivo en el que volvía de la facultad.
Los peritos intentarán determinar si esos aparatos pueden aportar datos de interés para la causa. Utilizarán nuevo sistemas informáticos y equipos que tienen la capacidad de reconstruir mensajes borrados. Parte de esos celulares corresponde a modelos antiguos.
Se buscará establecer si fueron activados en la zona del femicidio y también se llevará adelante un entrecruzamiento de los llamados entre ellos.
Hasta el momento no hay testigos que hayan aportado datos reveladores para esclarecer la muerte de la estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Misiones. El único que comprometió a Sotelo es otro universitario que declaró haber visto cómo el sospechoso arrojaba un juego de llaves sobre el techo de una guardería ubicada muy cerca de la Facultad de Humanidades, sobre calle Tucumán. Tiempo después hallaron esas llaves y se comprobó que eran de la pieza que alquilaba la víctima.
Lo que no se pudo lograr con las testimoniales tal vez se alcance a dilucidar con las pericias. Es la esperanza que tienen los investigadores.
Lucía, que era oriunda de Capioví y tenía 23 años, fue encontrada sin vida alrededor de las 21.45 del 6 de abril de 2013, luego de que los vecinos se percataran de había un incendio en el departamento dos que alquilaba la chica sobre la calle Estado de Israel 3495, en el barrio Villa Urquiza de Posadas.
Horas después la autopsia determinó que la chica había sido asesinada a golpes. La castigaron duramente en el cráneo con un martillo u objeto similar. Los forenses también dieron con indicios de abuso.

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