El gobierno de Temer rechazó las críticas de Samper y las denuncias de un «golpe»

La Cancillería del gigante sudamericano difundió un comunicado para advertir que las declaraciones del secretario general de la Unasur, el colombiano Ernesto Samper, son «incompatibles» con su cargo, y otro para acusar a los «bolivarianos» de «propagar falsedades», informó la agencia EFE.

Una vez suspendida Rousseff, y luego de la asunción de Michel Temer como presidente interino, Samper advirtió que en Brasil hay quienes «hacen política sin responsabilidad» y advirtió que la inestabilidad institucional en ese país «compromete la gobernabilidad democrática» en Sudamérica.

«Tales juicios e interpretaciones del secretario general son incompatibles con las funciones que ejerce y con el mandato que recibió del conjunto de países suramericanos en los términos del Tratado Constitutivo y del Reglamento General de la Unasur», replicó la Cancillería brasileña.

Añadió que la declaración de Samper se basa en argumentos «erróneos» y en «juicios de valor infundados y prejuicios contra el Estado brasileño».

En cuanto a las denuncias de «golpe», expresadas en distinto tono por los gobiernos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, la Cancillería aseguró que el proceso se desarrolla «en absoluto respeto a las instituciones democráticas y a la Constitución».

Samper advirtió sobre el «peligro» que supone el caso Brasil para la región

En una conferencia de prensa que ofreció en Quito, dos días atrás, Ernesto Samper, Secretario General de la UNASUR, sostuvo que en Brasil hay actores que «están haciendo política sin responsabilidad» y «comprometiendo la gobernabilidad democrática de la región de una manera peligrosa».

Tras la suspensión por 180 días del mandato de Dilma Rousseff en Brasil, Samper destacó que los «cargos administrativos» que se le endilgaron a la ex mandataria no justifican un proceso de destitución como el que se ha iniciado», informó la agencia española EFE.

Si se aceptara que tales cargos tienen valor para ello, cualquier presidente podría ser destituido «por una simple actuación administrativa que se considere equivocada», declaró.

Samper se manifestó claramente en contra de conceder a los parlamentos la facultad de «criminalizar actos administrativos» de los gobiernos.

«Nosotros creemos que mientras que este proceso sigue adelante ella (por Rousseff) sigue ostentando el título de presidenta constitucional del país», comopletó Samper.

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